Aún en el escenario más optimista, el período de recuperación económica después del coronavirus será desafiante y prolongado. Todavía no está claro cuando se levantarán las restricciones, y una vez que esto ocurra habrá que esperar al menos siete meses para que algunos sectores claves para la economía alcancen niveles próximos a la normalidad. Sin embargo, es poco probable que lo logren con excepción, quizás, del sector alimentario.
Así de desprende del análisis de la consultora Deloitte, que destaca que el sector empresarial deberá aplicar acciones más precisas durante este período de recuperación, lo cual servirá para sentar las bases de un crecimiento sostenido y un rendimiento mucho mayor.
Impacto en las actividades
En el más reciente barómetro empresarial de la consultora, un 58% de las empresas considera que la crisis sanitaria ha impactado negativamente sus niveles de producción y facturación durante el primer trimestre de 2020. Del total, 19% consideran que esta reducción será superior al 25%.
El impacto global de la crisis sanitaria afecta especialmente a las exportaciones, fundamentalmente hacia Europa y los Estados Unidos, con una reducción por encima del 70%.
Hasta un 65% de las empresas, se ha visto obligado a cesar la actividad de una parte de su plantilla. Únicamente el 35% mantiene activos a todos sus empleados. El 16% ha reducido a sus trabajadores en más de la mitad. Las mayores reducciones las han aplicado las empresas con más de 5.000 empleados. Las de 100 empleados son las que mantienen las funciones del mayor porcentaje de trabajadores. Más de la mitad mantiene todas las actividades.
Un 30% ha aplicado el teletrabajo, con más del 80% de su plantilla laborando a distancia. Para aplicar esta opción 54% ha tenido que hacer una inversión en tecnología para ampliar su conexión. Solo un 40% de las empresas consultadas ha formalizado solicitudes de ERTE.
En esta edición especial de El Barómetro de Empresas analizamos el impacto económico que está teniendo el COVID-19 en las organizaciones y mostramos la valoración que realizan los empresarios sobre la situación empresarial actual. https://t.co/rvriLXtrwn
— Deloitte España (@Deloitte_ES) March 29, 2020
Efecto sobre la economía
El análisis de la empresa consultora reconoce que los gobiernos de los principales países que se han visto sacudidos por la crisis del coronavirus han impulsado medidas para paliar la ralentización económica provocada por este virus. Aún así, «su propagación podría tener un triple efecto sobre la economía mundial: impacto directo sobre los volúmenes de producción a nivel global; disrupciones y trastornos sobre las cadenas de suministro y distribución; e impacto financiero en las empresas y los mercados de valores».
En cuanto al primer aspecto, la caída de la producción ya se ha hecho sentir. En China, epicentro inicial del brote, fue evidente el cierre de las industrias vitales para las exportaciones de componentes chinos.
Este paro tuvo su efecto sobre los niveles de producción de los principales mercados de este país: Estados Unidos, Hong Kong, Corea del Norte y Japón, incluso mucho antes de que estas naciones se vieran siquiera afectadas por el virus. Y cuando, una a una estas economías se vieron contagiadas directamente por el brote, sus niveles de producción se vieron aún más deprimidos.
En el segundo aspecto, los efectos en las cadenas de suministro se dejaron sentir cuando China y otros países asiáticos, afectados por la pandemia, detuvieron sus líneas. El impacto se incrementó cuando estas empresas dejaron de comprar componentes a otros mercados. Luego, las restricciones en el transporte hicieron colapsar el movimiento de componentes y bienes terminados.
En tercer lugar, el impacto sobre los mercados se materializará en valoraciones negativas y en un aumento del riesgo, que se traducirá en posiciones de inversión que no serán rentables en las condiciones actuales, lo que debilitará aún más la confianza en los instrumentos y mercados financieros.
La crisis del COVID-19 supone un desafío a todos los niveles para las empresas y los líderes empresariales juegan un papel clave para el buen desarrollo de la compañía. Conoce las claves para guiar a las organizaciones frente a la crisis del coronavirus: https://t.co/HiMd5eJk74 pic.twitter.com/X6Lyx5xPLE
— Deloitte España (@Deloitte_ES) March 23, 2020
Proceso de recuperación económica
La consultora plantea la recuperación en tres fases. La primera, de aislamiento y restricciones a la movilidad podría finalizar a principios de junio. Hasta entonces, habrá una paralización casi total de sectores claves para la economía española y muy intensivos en mano de obra como la restauración, el comercio, los viajes o los hoteles.
La segunda fase, la de estabilización económica, iniciaría a partir de junio, en la que la actividad se reanudaría gradualmente. Los sectores más beneficiados serían la restauración y el ocio, por el deseo de los ciudadanos de olvidar la dureza de la enfermedad y el confinamiento.
La fase de recuperación de la economía no empezará hasta siete meses después de que se levante el confinamiento. Y esto en el escenario más optimista.
Para mayor información visite: Cambio16
Lea también:
4,1 billones de dólares le costará a la economía global la pandemia de coronavirus
4,1 billones de dólares le costará a la economía global la pandemia de coronavirus