La producción petrolera de Venezuela ha estado disminuyendo en los últimos lustros debido a la ineficiencia y la corrupción. Una tendencia que han acelerado las sanciones estadounidenses aplicadas desde 2018. Las cifras de la OPEP muestran que los volúmenes de extracción se desplomaron a su nivel más bajo en casi nueve décadas –excepto por la caída experimentada durante la huelga petrolera de 2002-03–, según el historial de producción del Ministerio de Petróleo que data de 1917.
Venezuela, que depende en gran medida de los ingresos de las exportaciones de petróleo, produjo en mayo 570.000 barriles de petróleo al día, una caída de 54.000 bpd en comparación con el mes anterior en abril.
Los datos del régimen de Nicolás Maduro ubican el bombeo en 732.000 bpd, esto es 162.000 bpd por encima de las estadísticas del cartel. Pero aún así muy por debajo de los 3,5 millones de barriles diarios que producía Pdvsa cuando el socialismo llegó al poder en 1999.
¿Una potencia petrolera?
La producción petrolera de Venezuela alcanzó su punto máximo en 1970 con 3,7 millones de bpd. Todavía hace 12 años Pdvsa producía 3,2 millones de bpd. La producción actual es la más baja desde 1943, cuando Venezuela tenía una población de apenas 4 millones de habitantes, en comparación con los 30 millones actuales.
Entre 2004 y 2015, las exportaciones venezolanas de petróleo recaudaron 750.000 millones de dólares. Durante esos años, el país tenía más de 42.000 millones de dólares en reservas internacionales. Ahora, llegan a tan solo , 6.400 millones, según el Banco Central de Venezuela.
Los funcionarios de la industria petrolera venezolana atribuyen la fuerte caída a la falta de almacenamiento. También a la escasez de nafta utilizada para diluir el crudo extrapesado, que representan la mayor parte de la producción del miembro de la OPEP.
Sin poder recuperarse
Pero analistas independientes atribuyen la caída de la producción a la mala gestión del gobierno, la corrupción y el fracaso durante muchos años para invertir en actualizaciones y mantenimiento de la infraestructura.
Sin embargo, incluso si Venezuela estuviera bombeando a máxima capacidad, los precios del petróleo están en su punto más bajo en años. Las pobres cotizaciones se deben a la gran caída en la demanda global, resultado de la crisis económica mundial por la pandemia de la COVID-19.
Excusas, excusas, excusas
El régimen de Nicolás Maduro –como el de su mentor Hugo Chávez– ha sido muy prolífico para producir excusas y razones que expliquen esta inédita y nunca calculada debacle en un país con las mayores reservas petroleras del Hemisferio Occidental.
El bloqueo por parte de Estados Unidos lo ha utilizado el régimen de Maduro hasta para explicar problemas ocurridos años antes de que las sanciones de Washington entraran en vigor. También ha utilizado como excusa «la corrupción de traidores» dentro de la propia industria petrolera, funcionarios nombrados por Chávez y Maduro, que se «desviaron de los ideales revolucionarios». Este argumento llevó a la destitución, persecución o arresto de varios gerentes. Entre los casos, está el de los expresidentes de Pdvsa Rafael Ramírez (quien está fuera del país) y Euloigio Delpino (preso).
Los gerentes de Citgo
Quizás uno de los episodios más recordados es el de 6 ex gerentes de Citgo, la filial de Pdvsa en Estados Unidos y el mayor activo de Venezuela en el exterior.
Tomeu Vadell, Gustavo Cárdenas, Jorge Toledo, Alirio José Zambrano, José Luis Zambrano y José Ángel Pereira están presos en Venezuela sin juicio desde noviembre de 2017. Los llamaron a una reunión de urgencia en Caracas y en el aeropuerto de Maiquetía los apresaron y los trasladaron a los calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar.
Se les acusó de peculado doloso, legitimación de capitales, asociación para delinquir y concierto de funcionario con contratista por supuestamente acordar el refinanciamiento de la deuda de esta compañía.
Mientras el coronavirus amenaza el colapso del sistema médico del país, han surgido informes de casos dentro de las instalaciones de la prisión donde están detenidos. Sus familiares dicen que se encuentran en «peligro mortal», según declararon a The Washington Post.
A pesar de que los 6 ex gerentes habían sido puestos en esos cargos por el régimen chavista, varios de ellos se hicieron ciudadanos estadounidenses. Washington ha insistido en abogar por su liberación. A pesar de las llamadas del secretario de Estado, Mike Pompeo, para liberarlos, no hay indicios de que Nicolás Maduro desee ponerle fin a esta situación.
Se incrementan las sanciones
La caída de la producción petrolera de Venezuela se debe a la deficiente gestión de la directiva y los trabajadores fieles a Maduro. Pero las sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos también han contribuido a cortar las fuentes de ingresos del régimen. Y la administración Trump no está dispuesta a ceder.
Este miércoles, el Departamento de Transporte multó con 450.000 dólares a Copa Airlines. La aerolínea panameña es acusada de violar su prohibición y «transportar ilegalmente» pasajeros entre Estados Unidos y Venezuela.
Desde mayo de 2019, Washington prohibió a las compañías aéreas transportar pasajeros entre ambos países. Considera que hay condiciones «que amenazan la seguridad de los pasajeros, aviones y tripulación viajando hacia o desde Venezuela».
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