Desde que llegó el SARS-CoV-2 a Latinoamérica, los casos no han cesado y cada semana las cifras son más desesperantes. Esta vez México sobrepasó los 300.000 fallecidos por COVID-19 y es ahora el tercer país más afectado de América Latina, por debajo de Estados Unidos y Brasil. Ahora, México se enfrenta a una crisis hospitalaria y una gran incertidumbre por la vacunación.
El domingo, las autoridades sanitarias informaron sobre 1.646 nuevos casos confirmados y 194 fallecidos por COVID-19. La cifra total se elevó a 2.226.550 infecciones. Los mexicanos se mantienen preocupados por las condiciones hospitalarias. En la última oleada escaseó el oxígeno y hubo dificultades para obtenerlo. Sin contar que la población pasará esta Semana Santa viajando por todo el país, sobre todo a las playas de Veracruz, Acapulco y Cancún. No hay restricciones de ningún tipo.
A pesar de que la cifra oficial de decesos cuenta 301.623 desde el inicio de la pandemia. La Universidad Johns Hopkins dice que son 310.550 las defunciones registradas. Las cifras de fallecidos en México, al igual que en España y otros países, son puestas en duda por la falta de transparencia. Este fin de semana, el Gobierno de López Obrador hizo público un informe de «Exceso de Mortalidad» en el que queda registrado que hasta el sábado 13 de febrero el país tenía 294.287 defunciones por COVID-19. Por tanto, la cifra total superaría los 300.000 muertos.
Incertidumbre con las vacunas en México
México cuenta hasta ahora con 4 millones de vacunas con las que podría inmunizar el 8,5% de la población, pero solo han logrado administrarlas a un 0,6% del total. Estados Unidos llegó al 14%. Mientras tanto, AMLO asegura que recurrirá al ejército para administrar las vacunas almacenadas lo antes posible.
Los gobiernos de Estados Unidos y México tienen un acuerdo para los mexicanos reciban 1,5 millones de vacunas de AstraZeneca producidas en EE UU, que posee un stock de siete millones de vacunas y no ha autorizado aún el uso del fármaco en su territorio.
China producirá la Sputnik V
Para sorpresa de muchos, la firma farmacéutica china Shenzhen Yuanxing Gene-tech producirá 60 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik-V contra el coronavirus. La información la suministró el fondo soberano ruso RDIF, que financió el desarrollo del fármaco. La producción comenzará en mayo.
El objetivo es vacunar a más de 30 millones de personas. La colaboración, a su vez, aumentará la capacidad de producir dosis adicionales a medida que haya un aumento de la demanda de la vacuna rusa. Según el RDIF, la vacuna Sputnik-V está autorizada en 57 países, con una cobertura de 1.500 millones de personas. Sin embargo, Rusia solo entregó pequeñas cantidades de su vacuna en el extranjero debido al insuficiente producción.
En las últimas semanas, Rusia también firmó varios contratos con algunas empresas farmacéuticas en la India para producir unas 700 millones de dosis.
España recibe Pfizer y Moderna
A España llegaron un millón de dosis de las vacunas desarrolladas por las compañías Pfizer y Moderna. Además, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció que a partir del 15 de abril comienzan a llegar las primeras dosis de la vacuna de Janssen, una vez sea aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
En total son 1.066.350 las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna que vienen a España. De las cuales, 672.750 corresponden a dosis de Pfizer y BioNTech y 393.600 de Moderna. El Ministerio de Sanidad espera que en abril se experimente un «salto muy importante» en vacunación que permitirá alcanzar en verano la inmunización colectiva contra el coronavirus.
Respecto al certificado de vacunación que supuestamente será solicitado a los ciudadanos en las calles, Darias explicó que va a ser un «facilitador de las vidas y de la movilidad», pero «no discriminatorio». El objetivo es ponerlo en marcha a principios de verano, para lo cual antes se van a llevar a cabo proyectos piloto en algunas comunidades autónomas.
Todas las vacunas son iguales
Margarita del Val, viróloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), habló sobre las vacunas disponibles en el mercado, especialmente tras la polémica de AstraZeneca. Manifestó que las vacunas que tenemos ahora no protegen de la infección, sino que están protegiendo a la persona vacunada.
La viróloga asegura que, a pesar de las vacunas, es difícil determinar si bajarán los picos de contagios. «Aún no sabemos cómo es la infección asintomática de los vacunados”, dijo. Además, de las que hay en el mercado, ninguna le genera más confianza que otra, pues señala que todas ellas lo que hacen es desplazar la gravedad de la infección hacia situaciones más favorables. Para la experta, las vacunas desarrollarían síntomas moderados o solamente leves, lo cual es una ventaja drástica y que debemos aprovechar. «Todas las vacunas son igual de buenas», concluye.
Del Val ha insistido en que el riesgo de las personas mayores de 80 y 90 años es como 30 veces mayor que de personas, por ejemplo, en un tramo de media de edad. “A su vez, el mío, por tener 60 años, es 30 veces superior al de niños y jóvenes”, explica.
Por su parte, el jefe de Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia) y expresidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, Francisco Botía, apunta que en marzo, sobre todo en la segunda quincena, lo más probable es que disminuya la incidencia por coronavirus. Mientras que entre abril y mayo, lo lógico es que prácticamente desaparezca.
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