Más de la mitad de las praderas de posidonia oceánica, uno de los ecosistemas marinos más valiosos y frágiles, conocidas por su enorme capacidad de captura de carbono, están muertas en zonas en Talamanca o Cala Vadella.
INMA SARANOVA / IbizaPreservation
Las praderas de posidonia oceánica, conocidas como el pulmón del Mediterráneo por su enorme capacidad de captura de carbono –quince veces superior a la de la selva amazónica–, constituyen uno de los ecosistemas más valiosos y frágiles de nuestros mares. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, las praderas submarinas de Ibiza y Formentera desempeñan un papel crucial en la salud del medio marino.
Sin embargo, un estudio reciente elaborado por la asociación ecologista GEN-GOB y financiado por la fundación ambiental IbizaPreservation ha revelado una alarmante realidad: más de la mitad de las praderas de Posidonia en algunas de las zonas estudiadas en Talamanca o Cala Vadella ya están muertas y no muestran señales de recuperarse.
Esta es una noticia nefasta porque la posidonia oceánica no es solo una planta marina; es una auténtica joya ecológica. Sus praderas, además de actuar como sumideros de carbono, mitigando los efectos del cambio climático, proporcionan también un hábitat esencial para numerosas especies marinas y ayudan a proteger las costas de la erosión.
Sin embargo, a pesar de su importancia, año tras año constatamos que estas praderas están siendo devastadas por una combinación de amenazas que requieren atención urgente. Uno de los principales peligros a los que se enfrenta esta planta marina es el anclaje y fondeo indiscriminado de embarcaciones.
IbizaPreservation es una fundación sin ánimo de lucro que promueve la conservación y recuperación del excepcional patrimonio natural de las islas Pitiusas. Desde 2008 la fundación ha liderado, impulsado y participado en iniciativas que fomentan la protección de los hábitats locales y de formas de vida más sostenibles. Su aspiración es contribuir a que Ibiza y Formentera evolucionen hacia un modelo de vida sostenible en el siglo XXI, promoviendo sus objetivos y aportando apoyo técnico y financiero a proyectos ambientales de alta calidad en las áreas prioritarias: protección del territorio, conservación marina, fortalecimiento de ONG, gestión del agua y de los residuos, y energía.
Cada verano, las islas Pitiusas reciben una afluencia masiva de turistas y yates que, al fondear sobre estas praderas, arrancan las plantas con sus anclas. Aunque existen zonas de fondeo reguladas, la falta de cumplimiento y de control efectivo por la escasez de inspección ha permitido que el daño continúe en un área que registra más de 2.000 embarcaciones diarias entre Ibiza y Formentera en los picos de temporada.
Teniendo en cuenta que la posidonia crece apenas unos milímetros anualmente, es imperativo que se implementen y refuercen medidas estrictas para proteger estas áreas críticas, incluyendo la instalación de boyas de amarre ecológicas que minimicen el impacto sobre las praderas y aumentando la inspección porque lo que tarda en crecer cientos de años tarda solo unos segundos en destruirse con un fondeo incorrecto. El cambio climático también juega un papel crucial en la degradación de la posidonia.
El aumento de la temperatura del agua y la acidificación del océano debilitan estas plantas, haciéndolas más vulnerables a enfermedades y a la invasión de especies exóticas. Por ese motivo, IbizaPreservation ha financiado este año la instalación de termómetros submarinos que monitoreen cómo el cambio de temperatura afecta a la posidonia. Estos dispositivos permiten obtener datos precisos sobre las variaciones térmicas y sus impactos en las praderas, esencial para el desarrollo de estrategias de conservación adaptativas y efectivas.
CONTAMINACIÓN Y GESTIÓN DE RESIDUOS
Otra amenaza significativa es la contaminación. Las aguas residuales mal gestionadas y los vertidos de nutrientes favorecen el crecimiento de algas que sofocan la posidonia, reduciendo su capacidad de fotosíntesis y, en última instancia, matándola. Por todo ello, es crucial mejorar la gestión de residuos y adoptar prácticas más sostenibles para reducir esta carga contaminante muy especialmente en lugares como Ibiza donde aún queda mucho trabajo por hacer en este sentido.
Además, es fundamental implementar sistemas de tratamiento de aguas residuales más avanzados y eficientes, que puedan eliminar no solo los nutrientes, sino también otros contaminantes emergentes que podrían afectar la salud del ecosistema marino. En lugares como Ibiza las amenazas a la posidonia en lo concerniente a la contaminación son diversas: vertidos, salmueras, aguas deficientemente depuradas que acaban en el mar.
Las praderas están siendo devastadas por una combinación de amenazas que requieren atención urgente. Uno de los principales peligros a los que se enfrenta esta planta marina es el anclaje y fondeo indiscriminado de embarcaciones.
La pérdida de la calidad del agua debida a estos agentes contaminantes, la eutrofización y la sedimentación pueden afectar negativamente a la salud y supervivencia de la posidonia al disminuir la disponibilidad de luz y nutrientes y, a largo plazo, matar esta planta. Ante esta situación, desde IbizaPreservation se insiste un año más en que es fundamental que se tomen medidas urgentes, integrales y coordinadas para proteger y restaurar las praderas de posidonia en Ibiza y en todo el Mediterráneo.
La conservación de este ecosistema no solo es una cuestión de biodiversidad, sino también de bienestar humano y de lucha contra el cambio climático. La pérdida de posidonia podría tener repercusiones catastróficas no solo para la biodiversidad marina, sino también para las comunidades costeras que dependen de los servicios ecosistémicos que estas praderas proporcionan.
EDUCACIÓN AMBIENTAL Y ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS
La creación de áreas marinas protegidas, la promoción de prácticas turísticas sostenibles y la educación ambiental son algunos de los pasos esenciales para asegurar el futuro de este valioso patrimonio natural y para revertir la tendencia negativa registrada. Las áreas marinas protegidas deben ser gestionadas con rigor y contar con los recursos necesarios para la vigilancia y el cumplimiento de las normativas.
Asimismo, la educación ambiental puede desempeñar un papel crucial en la concienciación de la población local y de los turistas sobre la importancia de la posidonia y las acciones que pueden llevar a cabo para contribuir a su protección. En el ámbito de la educación, es vital desarrollar programas que involucren a las comunidades locales, especialmente a los jóvenes, en actividades de conservación y restauración.
Un ejemplo del interés que el medio marino despierta entre los más jóvenes es el éxito demostrado por el Foro Futuro, la versión escolar del Foro Marino del que IbizaPreservation también es parte del grupo promotor, y que este año ha llegado a su quinta edición contando con la participación de estudiantes de primaria y secundaria de Baleares. Iniciativas como esta no solo ayudan a preservar el ecosistema, sino que también fomentan un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el medio ambiente.
Además, los centros educativos y las organizaciones comunitarias pueden colaborar en proyectos de ciencia ciudadana, donde los voluntarios pueden participar en el monitoreo y la recolección de datos sobre el estado de las praderas de posidonia.
PRÁCTICAS TURÍSTICAS SOSTENIBLES
Por otro lado, la promoción de prácticas turísticas sostenibles es fundamental. El turismo es una fuente importante de ingresos para las islas Pitiusas, pero al mismo tiempo también es una de las principales causas de la degradación de la posidonia. Es necesario promover un turismo que respete y proteja el medioambiente a través de la implementación de regulaciones estrictas sobre el fondeo de embarcaciones, el control de la contaminación y la promoción de actividades turísticas que no dañen las praderas submarinas.
Las empresas turísticas pueden jugar un papel clave en este esfuerzo, adoptando prácticas sostenibles y educando a sus clientes sobre la importancia de la posidonia. Pero, sobre todo, es crucial fomentar la colaboración entre diferentes actores, incluyendo el gobierno, las organizaciones no gubernamentales, las empresas privadas y la comunidad local. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado podremos asegurar la protección y restauración de las praderas de posidonia.
La Alianza Mar Blava –una gran plataforma multisectorial de más de 120 entidades: administraciones públicas, sector empresarial y organizaciones sociales– es un auténtico ejemplo de unión entre todos los sectores sociales que arrancó en Ibiza y que acabó sumando a multitud de entidades de la costa mediterránea cuyo esfuerzo hizo posible uno de los grandes logros ambientales de la última década: la prohibición de las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo.
En ese sentido, las políticas públicas deben apoyar específicamente la conservación y restauración de la posidonia mediante la financiación de proyectos de investigación, la implementación de regulaciones ambientales estrictas y el apoyo a iniciativas de conservación lideradas por la comunidad. La cooperación internacional también es vital, ya que el Mediterráneo es un mar compartido por multitud de países cuyas costas dan al mar más contaminado del mundo. Por ello, es necesario establecer acuerdos y colaboraciones transnacionales para proteger la posidonia y otros ecosistemas marinos en toda la región.
Las organizaciones internacionales pueden desempeñar un papel importante en la facilitación de estas colaboraciones y en la provisión de recursos y conocimientos técnicos.
SOLUCIONES TECNOLÓGICAS INNOVADORAS
Estamos en un momento en el que, por otra parte, la innovación tecnológica puede ofrecer nuevas soluciones para la conservación de la posidonia. El uso de drones y satélites para el monitoreo de las praderas submarinas puede proporcionar datos precisos y en tiempo real sobre su estado y las amenazas que enfrentan. Además, la biotecnología puede llegar a ofrecer nuevas herramientas para la restauración de las praderas dañadas mediante la propagación de plantas de posidonia en laboratorios y su posterior trasplante en el mar.
Sin embargo, el éxito de este tipo de acciones aún no está completamente demostrado ya que la posidonia, al igual que tarda mucho en crecer, puede tardar mucho en dar muestras de retroceso, lo que actualmente imposibilita una evaluación real de la viabilidad de la replantación por lo novedoso del proceso.
Desde la fundación IbizaPreservation apostamos más por la protección de las praderas de posidonia ya existentes e iniciativas que pretenden fomentar las condiciones propicias para su regeneración. La conservación y la recuperación de estas praderas es una tarea urgente y multifacética que requiere la colaboración de la sociedad.
La Posidonia no solo es esencial para la biodiversidad marina, sino también para la mitigación del cambio climático y el bienestar de las comunidades costeras. Cada acción cuenta para asegurar el futuro del valioso ecosistema. Debemos actuar ahora para proteger el Mediterráneo para las futuras generaciones. La responsabilidad de salvaguardar el tesoro natural que supone esta extraordinaria planta es solo nuestro.
INMA SARANOVA
Periodista y directora en Cooperación al Desarrollo. De Soria, pero criada en Albacete, ha vivido en Valencia, Sevilla, Eslovenia, Costa Rica y desde hace 10 años reside en Eivissa. Ha alternado la profesión de periodista en Onda Cero, Strambotic de Diario Público y Ara Balears con el activismo cultural y el trabajo de investigación como coordinadora desde 2020 del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation. En octubre de 2021 asumió como directora ejecutiva de la fundación.