Un médico sirio sospechoso de «crímenes de lesa humanidad» y torturas en una prisión del gobierno de su país fue detenido el pasado 19 de junio en Alemania, donde vivía desde 2015, indicó este lunes la Fiscalía Federal. Identificado como Alaa M., le acusan de haber «torturado a un detenido… en al menos dos casos» en una prisión dirigida por el servicio de inteligencia sirio en la ciudad de Homs, en 2011.
De acuerdo con la investigación el médico habría participado en actos de tortura contra un prisionero que sufría de epilepsia. Más tarde murió, aunque la causa de la muerte no está clara. La revista Spiegel publicó que la familia de la víctima encontró el cadáver con heridas sangrientas en la cara y agujeros en el cráneo.
El médico sirio, que habría formado parte de los servicios de Inteligencia militar del régimen de Bashar Al Assad, salió de su país a mediados de 2015 y se mudó a Alemania, donde ha ejercido su profesión.
Fue arrestado en el estado de Hesse y permanece en prisión preventiva. El sábado compareció ante el juez, que confirmó su imputación por varios delitos.
Detalles del caso
Alaa M. está acusado de «crímenes de lesa humanidad» al menos en el caso del manifestante torturado hasta morir, en octubre 2011, en una prisión de los servicios de inteligencia del régimen de Bashar Al Asad en Homs, según el comunicado de la Fiscalía de Karlsruhe.
«Después de ser torturado, el detenido sufrió una crisis de epilepsia, tras la que otro preso pidió a un guardia que avisara a un médico», explica la fiscalía.
Cuando llegó, Alaa M., que acudió al lugar por ser médico, golpeó al prisionero con un tubo de plástico. «Incluso después de verlo en el suelo, siguió golpeando a la víctima y dándole patadas». Al día siguiente, el estado de salud del detenido se deterioró de manera considerable, agrega la Fiscalía.
Los compañeros de celda pidieron de nuevo cuidados médicos y el acusado se presentó, esta vez acompañañado por otro médico de la cárcel. Ambos, armados con tubos de plástico, golpearon al hombre, que estaba muy debilitado y ya no podía caminar solo, hasta que perdió el conocimiento.
De acuerdo a los testigos, la víctima fue enrollada en una manta y trasladada por varios guardias. Posteriormente murió, afirma la Fiscalía.
Por medio de un comunicado, el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos, un grupo legal con sede en Berlín, dijo que «Alaa M, no fue un perpetrador solitario. Trabajó en un sistema que promueve y requiere tortura. Esperamos que las investigaciones también revelen información sobre sus superiores y funcionarios de alto rango».
Antecedentes
El caso contra el médico sirio forma parte de una serie de iniciativas de las autoridades de Alemania, para procesar a los autores de presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos por la autoridades en Siria.
Desde hace tres años, las denuncias contra funcionarios sirios por torturas perpetradas en las prisiones de su país se han multiplicado en varios países europeos. En particular en Alemania, la justicia se ha mostrado muy diligente respecto a estas atrocidades. Los casos han sido , ampliamente documentadas por oenegés y testimonios de sobrevivientes refugiados en el exterior.
La denuncia judicial en Alemania está sustentada en el principio jurídico de la competencia universal. Este permite a un Estado inculpar a los autores de crímenes humanitarios graves, en particular los crímenes de guerra o los de lesa humanidad, independientemente de las nacionalidades y dónde se hayan cometido.
En abril se abrió en Alemania el primer caso judicial en el mundo sobre tortura patrocinada por el Estado del régimen de Bashar al-Assad. El proceso inició después de que las víctimas dieron cuenta de los dos sospechosos a las autoridades. Los dos acusados son los ex oficiales de inteligencia sirios Anwar Raslan y Eyad al-Gharib.
Torturas documentadas
La semana pasada, siete ciudadanos sirios, que presuntamente sufrieron o presenciaron violaciones y abusos sexuales en centros de detención en el gobierno de Assad, presentaron una denuncia penal ante los fiscales en Alemania.
Las cuatro mujeres y los tres hombres estuvieron en varios centros de detención en Damasco, Alepo y Hama entre abril de 2011 y agosto de 2013, según el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos.
Durante ese tiempo, fueron víctimas o testigos de torturas y violencia sexual, así como de como de «violaciones, ‘electro-shocks’ en las partes genitales, desnudos obligados e inclusive abortos forzados».
«Quiero que la comunidad internacional y las cortes de justicia de todo el mundo comprendan lo que sufrimos simplemente por el hecho de ser mujeres», señaló una de las víctimas, citada en el comunicado de prensa.
Crímenes contra la humanidad
En la guerra civil de Siria, que comenzó con la brutal represión de las protestas antigubernamentales, han muerto más de 380.000 personas. También desplazó a casi la mitad de la población antes del conflicto. Siria es el país con más desplazados en el mundo, con más de 11 millones.
Alemania ha acogido a más de 700.000 sirios desde el comienzo de la guerra. También ha logrado que las víctimas de tortura puedan enfrentarse cara a cara con sus torturadores.
El grupo de monitoreo del Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en el Reino Unido estima que al menos 100.000 personas han muerto por tortura o como resultado de las terribles condiciones en las cárceles del gobierno. Varios miles de personas murieron durante el mismo período en las cárceles dirigidas por yihadistas u otros grupos rebeldes, según el observatorio.
Desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011, el régimen de Bashar Al Asad ha sido acusado de atentados contra los derechos humanos. También se le señala por múltiples casos de tortura, violaciones y ejecuciones sumarias en los centros de detención.
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