Detener el avance de la pandemia supone principalmente restricciones a la movilidad y las concentraciones. En consecuencia, los sectores asociados a estas actividades son los más afectados. Turismo, transporte, ocio, energía y comercio, entre otros, están en la línea de fuego. Aquellos países con una economía más dependiente de este tipo de industria, como la española, tendrán una mayor vulnerabilidad.
En general, los efectos de la crisis sanitaria para la economía son y serán devastadores. Para algunos el panorama es desalentador. Otros saldrán adelante a duras penas, pero, aunque parezca sorprendente, también habrá unos cuantos ganadores.
Turismo, ocio y comercio: grandes perdedores
A nivel mundial el sector de viajes y turismo ha sido uno de los más afectados (y de los primeros en verse en aprietos). Líneas aéreas, hoteles, compañías ferroviarias, restaurantes y una larga lista de empresas conexas han visto sus finanzas seriamente comprometidas. en consecuencia, los países que más dependen de estos sectores son particularmente vulnerables.
Esta realidad coloca a la economía española en una situación de gran vulnerabilidad. El turismo es el principal motor de su economía, en 2019 le aportó el 12,35% del producto interior bruto. En esa fecha el país había roto por séptimo año consecutivo su récord histórico en llegadas de turistas internacionales: 83,7 millones de visitantes y una entrada de 297.122 millones de euros, un 9,35% más que el año anterior.
Asimismo, su repercusión es grande en el ámbito laboral de España. El empleo total en turismo alcanza 2,6 millones de trabajadores.
El sector del pequeño comercio no tiene nada de pequeño al hablar de su impacto. Solo en empleo es responsable de dar trabajo a 1,3 millones de personas.
🔴Según los datos de la encuesta de Ocupación Hotelera de @es_INE, las pernoctaciones en los hoteles españoles descienden un 61,1% en marzo respecto a marzo del año anterior hasta los 8,3M, con motivo del establecimiento del estado de alarma por #COVID19👇https://t.co/v9op25h5J0
— Hostelería de España (@CEHEhosteleria) April 23, 2020
Un oscuro panorama
El turismo de España se enfrenta al peor año de su historia presenta una caída de 92.556 millones de euros y una pérdida del 60,7% de la actividad respecto a 2019, indica un informe de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur).
El escenario podría ser aún peor si el turismo no regresa a la normalidad sino a finales de este año, una posibilidad avanzada la semana pasada por el gobierno. En ese caso, las pérdidas serían de 124.150 millones de euros y la caída del 81,4%.
El subsector hostelero estima que la caída de su facturación anual, como consecuencia de la pandemia, podría situarse entre un 30 y un 40%. De acuerdo con una macroencuesta realizada por Hostelería de España, el 93,02% de los hosteleros afirma que tuvo que cesar totalmente la actividad, mientras que el 4,66% cesó definitivamente su negocio y tan solo el 2,33% mantuvo servicios de entrega a domicilio.
De los negocios hosteleros que cesaron temporalmente la actividad, el 75,03% se acogió a un ERTE, el 8,61% se acogió a líneas ICO de financiación y el 3,88% optó por la opción de vacaciones adelantadas. Sin embargo, el 58,96% señala que tendrá que hacer un reajuste de plantilla cuando se reanude la actividad.
Para la industria del ocio, la perspectiva es igualmente gris. Las estimaciones de Spain Nightlife indican que el 50% de los locales nocturnos de España podrían verse abocados al cierre en los próximos meses por no poder superar la profunda crisis económica que están sufriendo.
Si no se actúa de una forma urgente y eficaz, el 50% de los establecimientos nocturnos podrían verse abocados al cierre. Algunos empresarios ya han tirado la toallahttps://t.co/1Z5BCEjsAJ
— Spain Nightlife (@SP_Nightlife) April 22, 2020
Comercio y servicios en problemas
Otro sector que muestra la vulnerabilidad de la economía española es el de las ventas minoristas. La Confederación Española de Comercio (CEC) estima que un 20% de esta industria cerrará sus puertas, lo que se traduce en más de 80.000 establecimientos y 240.000 puestos de trabajo.
Los servicios también enfrentan problemas. Un caso es el de las peluquerías. Las consecuencias de la pandemia del coronavirus pueden provocar la desaparición del 42,4% de estos negocios como consecuencia de la cuarentena. Más de 20.000 peluquerías en toda España.
Un estudio de la Alianza de Empresarios de Peluquería de España destaca la fragilidad e indefensión del sector, compuesto en un 94,2% por microempresas que funcionan con entre 1 y 5 trabajadores.
Es de vital importancia para la economía adelantar en lo posible la apertura de los comercios, siempre primando la seguridad de consumidores y trabajadores. Nota de Prensa ➡ https://t.co/2AGxxr6x9q pic.twitter.com/sauLVq5BDi
— CEC (@CEC_Comercio) April 22, 2020
Ganar con el papel sanitario
Pero como suele ocurrir en otras catástrofes, en tiempos de pandemia también hay ganadores. Las compras nerviosas de papel higiénico no solo sirvieron para inundar las redes con memes. Hubo otro efecto. Kimberly-Clark registró entre enero y marzo un incremento del beneficio neto atribuido de 660 millones de dólares, lo que supone un avance del 45,3% respecto al mismo trimestre del año anterior, gracias al alza de las ventas de productos como el papel higiénico Scottex y los pañuelos Kleenex.
En concreto, la compañía ha obtenido unas ventas netas de 5.009 millones de dólares, un 8,1% más en el mismo periodo de 2019. En términos orgánicos el incremento fue del 11%.
De esta manera, la empresa se une a varias firmas del sector farmacéutico que han visto un repunte de sus acciones a raíz de la pandemia. El caso de Gilead Sciences, beneficiada por el desarrollo de investigaciones del medicamento remdesivir, y sus prometedores efectos en el tratamiento de la COVID-19.
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