Si siente que su apetito sexual ha disminuido en medio de la pandemia y el confinamiento, le tenemos una buena noticia: su caso no es el único. Aunque también podría pasar lo contrario. De hecho, los especialistas aseguran que algunas personas pueden haber experimentado un repunte en la cama durante la crisis. Otros han tenido una significativa disminución. Y esta última parece ser la tendencia más pronunciada, mejor, más baja.
Lo cierto es que nos encontramos con una combinación de temores sobre un contagio imprevisible más la necesidad de aislarnos social y físicamente de los demás. Se trata de una mezcla de alto impacto para la estabilidad emocional.
Uno de los problemas es que a menudo recurrimos a otras personas para ayudar a disminuir nuestra ansiedad. Pero pasar tiempo con amigos, ir a la iglesia o al templo, ir a restaurantes, bares, clubes, tiendas o cines, en su mayoría, son opciones imposibles por el momento. En el caso del sexo, también ha habido efectos.
No todos reaccionamos igual
Todos tienen diferentes experiencias cuando se trata del impacto de la pandemia en la libido. Algunos informan que su deseo aumentan, mientras que otros reportan una disminución, explica Diane Gleim, psicóloga especializada en terapia familiar y de pareja.
La especialistas dice que si usted es una de las personas cuya libido ha aumentado, tal vez sea porque ha habido un giro refrescante en su rutina habitual. No está pasando horas adormecedoras yendo al trabajo y eso la ha permitido dormir más. Tal vez trabaje desde su casa y, por lo tanto, su estrés laboral habitual ha disminuido. Quizás esté pasando más tiempo con su familia inmediata. O esté haciendo algunos proyectos creativos. Es posible que, el el sexo sea una forma de liberación física y psicológica.
Pero tal vez usted sea una de las personas que descubra que su libido ha desaparecido. Quizás sea porque se preocupa extremadamente por el virus contagioso y lo que podría hacer en su comunidad o su país. Tal vez el estrés de tener a los niños en casa y adaptarse al aprendizaje a distancia ha sido difícil. Puede ser que esté preocupado con sus finanzas o la inceritudmbre acerca del futuro.
La energía sexual necesita suficiente tensión, pero no demasiada, para florecer, dice. Si se siente demasiada ansiedad, tensión o incertidumbre, el deseo se ha escondido, por ahora.
Pandemia y apetito sexual
Debby Herbenick, investigadora sexual y profesora de salud sexual y reproductiva de la Universidad de Indiana, en Bloomington, señala que no es de extrañar que la pandemia genere un bajón en el apetito sexual.
«La mayoría de las personas, cuando se sienten ansiosas o deprimidas, pueden sentir menos deseo sexual», explica Herbenick. Y esta pandemia nos ha dado muchas razones para sentir estas emociones.
Muchos tememos por nuestra salud y la de nuestros seres queridos, sin mencionar la pérdida de nuestro sustento. La dinámica de nuestra casa podría haber cambiado drásticamente, con parejas y niños ahora constantemente encerrados juntos. Algunos necesitamos trabajar en hospitales, supermercados u otros lugares que aumentan nuestro riesgo de infección.
Pero hay algo más, ver a nuestra pareja todo el tiempo también podría disminuir nuestro deseo por ella, dice Herbenick. A menudo necesitamos cierta distancia para sentir una «chispa».
Efectos de una crisis
Uno de los pocos estudios sobre la relación entre el trauma y la libido fue publicado en el International Journal of Gynecology and Obstetrics. La investigación analizó el efecto del terremoto masivo de 2008 en Wenchuan, China, sobre la salud reproductiva de 170 mujeres locales.
Los investigadores encontraron una marcada disminución en la satisfacción de las mujeres con su vida sexual. Antes del terremoto, el 55% de las mujeres encuestadas dijeron que estaban satisfechas, cayendo al 21% después.
También tuvieron menos relaciones sexuales. Antes del terremoto, todas las mujeres encuestadas dijeron que estaban teniendo relaciones sexuales al menos una vez a la semana. Pero en la semana inmediatamente posterior, el 89% dijo que no habían tenido relaciones sexuales en absoluto. Incluso un mes después, el 32% dijo que todavía no las tenían.
Sexo y economía
La pandemia del coronavirus no supone únicamente una crisis sanitaria, sino también económica. La mala noticia es que los problemas financieros globales también afectan negativamente la vida sexual.
En los Estados Unidos, por ejemplo, los estudios sobre la tasa de natalidad mostraron que durante años de prosperidad, como la década de 1950, este indicador se disparó. Mientras tanto, sus mayores retrocesos coincidieron con tiempos de dificultades económicas. En conreto, durante la Gran Depresión de 1929, la crisis del petróleo de 1973 y la recesión de 2008.
Entre 2008 y 2013, nacieron en los Estados unidos casi 2,3 millones de bebés menos de lo que se esperaría si las tasas de fertilidad anteriores a la recesión hubieran persistido, según un estudio de la Facultad de Políticas Públicas Carsey de la Universidad de New Hampshire.
La tasa de natalidad no es una medida perfecta de cuánto sexo tienen las personas (especialmente después de 1960, cuando la píldora salió a la venta como anticonceptivo). Pero es uno de los mejores indicadores ampliamente disponibles, según los autores del estudio.
Un tema evolutivo
La falta de apetito sexual durante algo tan grave como una pandemia también podría tener un propósito adaptativo, evolutivamente hablando. Si bien las redes sociales están llenas de especulaciones sobre un posible baby boom de coronavirus, debido a que las parejas pasan mucho más tiempo juntas, la doctora Herbenick tiene sus dudas.
Sospecha que muchas parejas sienten aprehensión sobre concebir en este momento, especialmente dada la fecha de finalización incierta de esta pandemia y cualquier inestabilidad financiera que puedan estar experimentando.
Una caída en el deseo también es común después del parto y durante otros períodos estresantes, señala. Básicamente, es la forma en que nuestra mente y cuerpo dicen: «Lo más importante que puedo hacer en este momento es cuidarme, mantenerme saludable, mantenerme vivo, cuidar a amigos y familiares», dice. «Estas cosas sexuales pueden esperar».
Dicho esto, todos somos diferentes. Si bien la mayoría de las personas experimentan una disminución en el deseo cuando están ansiosas o deprimidas, un pequeño porcentaje siente un deseo aumentado y podría tratar de aliviar su ansiedad o depresión a través del sexo, subrayó Herbenick
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