Por Juan Emilio Ballesteros
07/01/2018
Desde el año 2007, CaixaProinfancia, el programa de la Obra Social ”la Caixa” que investiga y desarrolla formas innovadoras de atender a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, impulsa la formación integral y la inclusión social de la infancia a través de la educación. El objetivo es romper el círculo vicioso de la pobreza, que se transmite de padres a hijos, y superar el riesgo de exclusión mediante actividades y propuestas que promueven nuevas formas de atención enfocadas al desarrollo social y educativo.
En una década, precisamente en la que los índices de pobreza se han disparado a causa de la crisis económica, la Obra Social ”la Caixa” ha atendido a un total de 272.354 niños y adolescentes (hasta los 18 años) y a 158.585 familias de toda España, que han participado en el programa y se han beneficiado de las ayudas, el 47% de las cuales constituyen un refuerzo educativo, aunque también incluyen atención sanitaria, promoción de la salud, talleres, campamentos de verano y terapia psicosocial.
CaixaProinfancia ha contado en este periodo con un presupuesto de 393 millones de euros en todo el territorio nacional y 72 millones de euros en la Comunidad de Madrid. En 2016 la media de aporte económico valorado por familia ha sido de 1.400 euros en el global del programa. La Obra Social ”la Caixa” también trabaja para mejorar la renta familiar facilitando el acceso a bienes básicos (alimentación, productos de higiene, equipamiento escolar, gafas y audífonos, entre otros).
«Referentes sólidos»
La media de permanencia hasta superar la situación de riesgo y asegurar el desarrollo de los más pequeños es de 3,4 años. Se trata de garantizarles referentes sólidos para su futuro, además de un nivel de bienestar óptimo que favorezca su crecimiento y su formación.
La pobreza es un fenómeno crónico y estructural, muy difícil de erradicar, incluso cuando se ha superado la recesión y la economía crece impulsando el desarrollo. Precisa soluciones globales y la acción coordinada de agentes económicos y sociales. En España, tres de cada 10 niños viven en hogares por debajo del umbral de la pobreza, según el indicador de riesgo de pobreza y exclusión social armonizado a nivel europeo que permite comparar la estadística entre diferentes países (la denominada tasa AROPE, por sus siglas en inglés At Risk of Poverty and/or Exclusión, según la definición establecida en la Estrategia Europa 2020, aprobada por el Consejo Europeo para promover el empleo, la innovación, la educación, la integración social y la energía limpia para hacer frente al calentamiento global y el cambio climático).
El concepto de riesgo de pobreza se amplía y no solo contempla el nivel de renta sino también la carencia material severa de bienes y servicios, como los suministros energéticos, y las unidades familiares que presentan muy baja intensidad laboral (hay hogares en los que todos sus miembros están en paro). En la mayoría de los indicadores España se sitúa por debajo de la media europea. Los menores de 16 años son los más castigados por esta situación de vulnerabilidad. Uno de cada tres menores está en riesgo de pobreza o exclusión social.
El doble de posibilidades de progresar
Para Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, resulta imprescindible la colaboración entre organismos públicos y privados, el compromiso de la Administracón y de las asociaciones implicadas en las propuestas educativas. “ CaixaProinfancia consigue reducir muy significativamente el abandono escolar, que es de un 30% en el total de España en alumnos que cursan la Enseñanza Secundaria Obligatoria y de un 6% entre los niños que atiende el programa. Y las evaluaciones indican que estos niños atendidos tienen el doble de posibilidades de conseguir progresar escolarmente que otros que están en condiciones similares”.
Con CaixaProinfancia colaboran en la actualidad 426 entidades sociales que trabajan en red y que se encargan de asistir a las familias, priorizar las ayudas y seguir cada caso. Se actúa con la premisa de que los niños de hoy son los adultos que formarán la sociedad de mañana, por lo que la atención a la infancia es determinante para conseguir su bienestar, pero también para construir una sociedad más justa, equitativa y cohesionada.