En septiembre la organización no gubernamental PETA –Personas para el Tratamiento Ético de Animales– reanudó su campaña mundial para la liberación de la orca Lolita, que cumplió 50 años encerrada y explotada en el Miami Seaquarium, de Florida, al igual que la de todas las especies privadas de libertad para el distracción de los humanos en parques de diversión, circos y zoológicos. Jorge Neri, editor de la revista Cambio16, anunció en el segundo Congreso Internacional de Medioambiente y Sostenibilidad, su incorporación a la lucha por la libertad de Lolita y de todos los animales en su condición.
La caza y captura de animales vivos para su encierro en acuarios y zoológicos, donde son recluidos en condiciones de crueldad y abuso y sufren dolor y estrés hasta la muerte, es una práctica cada vez más rechazada por la sociedad. Los cetáceos no son las únicas especies que se ven afectadas por una práctica que los condena a la esclavitud, el encierro y a la muerte. Los zoológicos y acuarios tienen en cautiverio desde mamíferos marinos y terrestres hasta anfibios, reptiles, aves y hasta insectos.
Para exhibirlos y explotarlos son atrapados y arrancados por la fuerza de su hábitat. En la mayoría de los casos, una vez que entran en la noria del entretenimiento público, no vuelven a su entorno natural. Permanecen encerrados sin poder ver si quiera qué hay más allá de su cárcel de barrotes y hormigón.
“Las orcas y otros delfines deben estar en el océano con sus familias, a las que aprecian al igual que nosotros a la nuestra«
En septiembre pasado, la ministra francesa para la Transición Ecológica, Barbara Pompili, exhortó a empezar una nueva era en nuestra relación con los animales. “Es hora –afirmó– de que nuestra ancestral fascinación por estos seres salvajes no se traduzca en situaciones en las que se privilegie su cautiverio sobre su bienestar”. Sus palabras han sido acompañadas de medidas que se concretarán en los próximos siete años. Un plazo que para Lolita y otros animales silvestres en cautiverio podría ser una eternidad.
Lolita es la orca más solitaria del mundo. El 24 de septiembre se cumplieron 50 años de su encierro en el Miami Seaquarium, en Florida, Estados Unidos. Yvonne Taylor, directora de proyectos corporativos de PETA –organización de Personas para el Tratamiento Ético de Animales–, advierte: «El cautiverio mata».
Elisa Allen, directora de PETA, es más explícita: «Mató al compañero de Lolita”.
Allen explica que un tanque de hormigón no puede satisfacer las complejas necesidades de un cetáceo. «Las orcas y otros delfines deben estar en el océano con sus familias, a quienes aprecian al igual que nosotros a la nuestra. Los animales no nos pertenecen. La decisión del Gobierno de Francia refleja la urgente necesidad de que redefinamos nuestra relación con ellos, lejos de la dominación y y fieles al respeto”.
A Lolita la atraparon el 8 de agosto de 1970 con otras 89 orcas en el estrecho de Puget Sound, que junto con el estrecho de Georgia y el de Juan de Fuca constituyen el mar de Salish. Su hábitat natural está situado entre la costa sudoccidental de la Columbia Británica, en Canadá, y la porción noroccidental del estado de Washington, Estados Unidos. Lolita fue capturada en la cala Penn, en la isla Whidbey, y sacada violentamente, al igual que sus compañeras.
Su destino fue vivir en una piscina cercada por paredes de hormigón. Lolita llegó al acuario con cuatro años de edad y lleva medio siglo golpeándose contra los muros de cemento y cristaleras blindadas. Sus explotadores la han sometido a un duro aprendizaje y la han entrenado para divertir a un público que paga por ver sus piruetas y acrobacias. Le parece divertido.
La soledad y el encierro matan
Hasta 1980 compartió piscina con su compañero Hugo, una orca macho que se suicidó. Se golpeó la cabeza repetidamente contra las paredes del Miami Seaquarium hasta fallecer. Fue la consecuencia del estrés del encierro. Lolita y Hugo no consiguieron procrear .
Las orcas son mamíferos que pueden llegar a medir 10 metros de largo y pesar hasta 6 toneladas. Tan solo su aleta dorsal puede alcanzar 1,80 metros de longitud. Su periodo vital oscila entre los 60 y los 90 años, pueden alcanzar el siglo de vida. Lolita acaba de superar el ecuador de su vida encerrada en una piscina de 18 metros de longitud y de 6,1 metros de profundidad máxima . Un tamaño diminuto para un animal de estas dimensiones.
“No puede sumergirse ni nadar distancias significativas, refugiarse del sol ni formar relaciones sociales con otros de su especie”, apunta Allen.
“Es el tanque de orcas más pequeño y antiguo del mundo. Lo cual es física y psicológicamente devastador para un animal que puede viaja hasta 225 kilómetros al día en el océano”, añade Taylor.
Las orcas tienen tradiciones culturales estables y estructuras sociales fijas con los miembros de su manada, especialmente con sus madres. Nadan junto a ellas toda la vida. Por el contrario, las orcas cautivas solo pueden nadar en círculos en piscinas con longitudes muy limitadas, siendo utilizadas como un producto de diversión para el espectador y generador de beneficios económicos a los propietarios del «centro de diversión»
Suicidio en el acuario
El suicidio de Hugo no ha sido la única pérdida. Valentín, una orca de 19 años falleció en octubre de 2015 por graves lesiones internas después de que una tormenta hiciera que los sistemas de oxigenación y filtración de su tanque dejaran de funcionar. Meses antes, en junio de 2015, murió su madre, Freya, “décadas antes de la máxima esperanza de vida de las orcas hembras”. Su padre Kim 2, que falleció en noviembre de 2005. En el acuario de Antibes han muerto un total de 12 orcas.
El Miami Seaquarium pertenece al grupo español Parques Reunidos. “Parques Reunidos es ahora una empresa privada. La compró la firma sueca de capital privado EQT”, informó la directora de proyectos corporativos de PETA en Reino Unido, Yvonne Taylor. Cuenta con más de 60 parques de ocio y de animales en Europa, América y Oceanía. El Miami Seaquarium y el Marineland de Antibes, al sudeste de Francia, son dos de sus parques. En Marineland, Pascal Ferracci, CEO de Parques Reunidos, tendrá que liberar a Wikie, Inouk, Moana y Keijo, las cuatro orcas que tiene encerradas.
Son exigencias del paquete de medidas que anunció el Gobierno francés, que prohíben la emisión de autorizaciones para la apertura de establecimientos que pretendan usar cetáceos para el espectáculo. También la reproducción de cetáceos en cautiverio y la introducción de nuevos cetáceos en parques acuáticos franceses. En 2022 entrará en vigor la prohibición de tenencia de orcas en los delfinarios y para 2027 la de delfines.
Allen subraya su demanda. “El Miami Seaquarium tiene la responsabilidad de brindarle a Lolita la oportunidad de volver a la libertad y que no muera en un tanque en el que ha estado cautiva medio siglo”. PETA insta a Parques Reunidos a que libere de inmediato a Lolita, Wikie, Inouk, Moana y Keijo y los traslade a santuarios marinos.
El 24 de septiembre se cumplieron 50 años de su llegada al Miami Seaquarium de Florida, Estados Unidos
La solicitud al grupo Parques Reunidos no ha sido la única campaña que PETA por la liberación de Lolita. En 2017 se hizo accionista del grupo español para denunciar ante la gerencia la situación de Lolita. Querían usar la influencia como accionistas para lograr la libertad de Lolita. No pudieron, pero no pierden el ánimo. Han rescatado a 75 grandes felinos, 73 osos y 15 primates de un cruel cautiverio, y ahora viven en santuarios respetables.
Asimismo, la organización da la oportunidad a los ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo de que se unan a la causa, pudiendo efectuar ellos mismos una petición en defensa de Lolita desde su página web que se enviaría directamente a Parques Reunidos: https://support.peta.org/ page/1107/action/1.
“Parques Reunidos, una corporación multimillonaria, cuenta con los medios y la capacidad para hacer lo mejor para Lolita y las orcas cautivas en sus instalaciones de Marineland. Mientras algún animal permanezca en uno de sus tanques de hormigón, la campaña de PETA continuará”, sentencia la directora de la organización.
El objetivo de PETA, al que se ha unido Cambio16 en línea con el compromiso editorial con la protección del medioambiente y la biodiversidad, es que Lolita vuelva a casa. También lo es para la tribu lummi, una comunidad aborigen americana que se definen como “pescadores, cazadores, recolectores y cosechadores de la abundancia de la naturaleza”, recupere la potestad legal de proteger sus tierras costeras, aguas y peces, de acuerdo con el Tratado de Point Elliot de 1855. Los lummi consideran a Lolita como un miembro más de su pueblo y, en consecuencia, reclaman su liberación.
“El Miami Seaquarium tiene la responsabilidad de brindarle a Lolita la oportunidad de volver a sentir la libertad”
Una cala protegida frente a Eastsound en la isla Orcas, situada al noroeste del Pacífico y al noroeste del estado de Washington, es el destino acordado para Lolita. No es un lugar cualquiera. En es sitio donde nació y de las que solo pudo disfrutar cuatro años. El propietario del lugar ha dado permiso para que Lolita viva ahí. «En este santuario marino costero protegido, Lolita tendría libertad de movimiento. Podría sumergirse en las profundidades y sentir las corrientes oceánicas. Además, podría comunicarse con la orca que se cree que es su madre, así como con el resto de sus familiares perdidos hace mucho tiempo, que todavía pasan gran parte del tiempo en la zona. «Lolita disfrutaría de una vida mucho más significativa”, dice Allen.
Hay quienes opinan que, después de tanto tiempo en el Miami Seaquarium, el cambio de hábitat supondría un trastorno. Allen lo niega. Asegura que las orcas cautivas pueden volver al mar sin dejar de recibir cuidados, alimentos y atención veterinaria”. Las orcas, además, son superdepredadores, pueden alimentarse de tiburones y delfines.
Listo el itinerario del regreso
El plan del regreso de Lolita a casa fue trazado en colaboración con expertos como Ken Balcomb, fundador del Center Whale Research, la organización más destacada en el estudio de las orcas residentes en el mar de Salish; la doctora Ingrid Visser, creadora del Orca Reasearch Trust, asociación neozelandesa dedicada a la protección de estos cetáceos y sus hábitats mediante la conservación, la educación y la investigación científica;, y con Howard Garrett, cofundador, director y presidente de Orca Network, organización que conciencia sobre las ballenas del noroeste del Pacífico y la importancia de proporcionarles hábitats saludables y seguros.
El proceso de vuelta a casa de Lolita estaría supervisado por su veterinario actual. Contaría con escoltas de seguridad y policía en cada fase del transporte. Se estima que el operativo, desde la salida del tanque de hormigón del Miami Seaquarium hasta su inmersión en las aguas de Eastsound, duraría de 15 a 16 horas. «Dos ballenas fueron trasladadas el año pasado de un parque marino en China a un santuario costero en Islandia y Canadá”, cuenta Allen.
La directora de PETA asegura que la “marea internacional” y el modo de ver a los animales en cautiverio está cambiando. En Baltimore el Acuario Nacional de Estados Unidos está construyendo un santuario junto al mar para los delfines que mantienen en cautiverio. El modo de relacionarnos con los animales y sus encerramientos no acabarán mientras exista una parte de la sociedad que siga acudiendo a estos recintos en los que los animales se encuentran enjaulados y mientras que gobiernos e instituciones no sigan los pasos de Francia.
En el marco del II Congreso de Sostenibilidad del Medio Ambiente y ante la alarmante situación de pérdida de biodiversidad, Cambio16 se suma al movimiento #FreeLolita. En palabras del editor de la revista, Jorge Neri: «La misión es liberar a Lolita y a todos los animales en cautiverio”.
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