Por Efe
13/01/2016
- La oposición al chavismo gana las elecciones
- La oposición venezolana elige a Henry Ramos como presidente de la AN
- La tensión envuelve la Asamblea Nacional
- El Supremo declara en «desacato» al Parlamento venezolano
Los tres diputados opositores que habían tomado posesión de sus cargos a pesar de la decisión del Tribunal Supremo venezolano de suspenderlos, se hicieron a un lado para que la oposición avance con el control del Parlamento, una decisión que podría ponerlos a salvo de perderlo todo.
Los problemas ocasionados por la firmeza con la que la oposición defendió a sus tres diputados electos, y que pudieron costarle el valor de los 112 que le dieron la mayoría de dos tercios con la que destronaron al chavismo, parecen haberse resuelto con la decisión de los suspendidos de separarse de la jugada. «En el día de hoy llegó una correspondencia suscrita por los diputados Julio Ygarza, Nirma Guarulla, y Romel Guzamana, (…) expresando que ellos piden ser desincorporados de la Cámara para defender(se) judicialmente», anunció el presidente de la AN, Henry Ramos Allup, a la cadena estadounidense CNN.
Guarulla, Guzamana, e Ygarza son los tres diputados elegidos por el estado Amazonas y cuya proclamación fue suspendida por el TSJ días antes de tomarles juramento como medida cautelar al recurso de impugnación interpuesto por el chavismo y que alegó fraude en las elecciones de ese estado. La bancada opositora ha defendido a su terna en Amazonas alegando que excluirlos del Parlamento sería desconocer la voluntad popular y por tanto la orden de suspenderlos era «inacatable».
Así las cosas, la junta directiva de la AN el pasado 6 de enero decidió desobedecer la medida y tomó juramento a los tres diputados, lo que le ganó una nueva sentencia del TSJ, que dictó el desacato de la Cámara recién formada y la nulidad de todos sus actos. La decisión había puesto en la cuerda floja el poder de los opositores ante la posibilidad de que la Asamblea Nacional fuera deslegitimada si insistían en el desacato.
Un día después de ser juramentados, el TSJ declaró «nulos absolutamente» todos los actos de la Asamblea Nacional que se hayan dictado o estén por dictarse mientras continúen en ella los tres diputados del estado Amazonas.
Pero además, no solo el fallo ponía freno al brío de la Cámara, el propio presidente del país, Nicolás Maduro, acudió a máximas instancias para continuar su camino si la Asamblea Nacional (AN) se ponía al margen y continuaba sin acatar la sentencia del TSJ. Por orden de Maduro, la Procuraduría solicitó a la Sala Constitucional del Supremo para que el máximo tribunal le indique dónde y cuándo deberá presentar las cuentas de su gestión si es que la AN continúa en desacato. Maduro se refería al informe que debía presentar ante el Parlamento este viernes.
‘Memoria y Cuenta’
La visita de Maduro es uno de los momento más esperados por la oposición venezolana desde que ganó las legislativas, un momento en el que espera pedir cuentas al jefe de Estado por la situación del país. De concretarse la cita de «Memoria y Cuenta», esta sería la primera vez que en los últimos 15 años de gobierno chavista un presidente deba presentar su «memoria y cuenta» ante un Parlamento controlado por opositores.
El diputado oficialista y ex presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello se adelantó a plantear que el Supremo asuma las funciones del poder Legislativo mientras este se mantenga en «desacato». «El Estado no se va a paralizar, el constituyente fue sabio, dejó eso en manos del TSJ», dijo Cabello a los periodistas en el Palacio Legislativo y aseguró que el órgano judicial «ya ha hecho» antes esta función.
El parlamentario chavista citó el artículo 336, punto número 7, de la Constitución de Venezuela, que dice que dentro de las atribuciones de la Sala Constitucional del TSJ está «declarar la inconstitucionalidad de las omisiones del poder legislativo«, cuando «haya dejado de dictar las normas» que garantiza la Carta Magna.
Mientras tanto, la Cámara desolada de opositores y chavistas suspendió su sesión ante la evidente falta de quórum. Ramos Allup había informado previamente que los opositores estarían discutiendo a puerta cerrada la posición que tomarán al respecto, y anunció una nueva convocatoria para donde la decisión será sometida a votación.