Por Cambio16
06/12/2016
Una investigación de la ONU sobre las acusaciones de abuso sexual por parte de las fuerzas de paz en la República Centroafricana señaló que ha identificado a 41 miembros de los llamados «cascos azules» como presuntos implicados en estos crímenes, de acuerdo con un comunicado de la propia organización.
La investigación de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna se inició en abril y duró más de cuatro meses. La tarea identificó a 25 sospechosos de fuerzas de paz en Burundi y 16 en Gabón. Un total de 139 víctimas fueron entrevistadas en relación con las acusaciones de abuso sexual en 2014-2015.
Se ha informado de que entre las víctimas de la violencia sexual por parte de las fuerzas de paz habían 25 menores de edad.
A principios de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 2272 sobre la explotación sexual y el abuso por parte de las fuerzas de paz de la ONU y las tropas extranjeras. Según el documento, si se probaran los casos de abuso sexual de los participantes, además de las responsabilidades penales, la resolución autorizaría una sustitución de todo el contingente en el país donde opere. El seguimiento del progreso de la investigación y respuesta la dirigirá el Secretario General de la ONU.
Protestas
Ya en octubre de este año, cientos de personas salieron a las calles de Bangui, la capital de la República Centroafricana, en protesta contra la presencia de la misión de la ONU en el país (MINUSCA). Los manifestantes lanzaron piedras a los soldados, quienes respondieron con disparos de advertencia, según constató en su momento la agencia Reuters.
Según la agencia, los residentes locales ya venían acusando a los representantes de la misión de paz de abusos en su accionar. Organizaciones de la sociedad civil pidieron la participación del gobierno de la República Centroafricana y desataron una huelga general contra la presencia de la misión en el país.
La situación en la República Centroafricana se agravó en 2013 después del derrocamiento del presidente François Bozizé, quien estaba a la cabeza del país desde 2003, y la llegada al poder del autoproclamado presidente Michel Dzhotodii. Los militantes del grupo islamista «Selek» Bozize comenzaron a enfrentarse a la formación cristiana de los «anti-Balaka», que apoyaban al mandatario derrocado.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en abril de 2014 decidió colocar en la zona unos de 12 mil cascos azules. Las tareas de las tropas de la MINUSCA incluyen la protección a los civiles de la violencia física, el apoyo del gobierno de transición para mantener el poder estatal y desarmar a los grupos armados, la asistencia en la preparación de las elecciones y la entrega de ayuda humanitaria a los necesitados. En abril de 2015 se prorrogó el mandato de la misión.