Por Cambio16
13/2/2017
El Consejo de Seguridad de la ONU abordará este lunes la crisis con Corea del Norte, un encuentro convocado de urgencia a petición de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur después de que el régimen de Pyongyang anunciara que había lanzado con éxito un misil balístico sobre el Mar de Japón, una escalada bélica considerada como una provocación por la comunidad internacional.
Corea del Norte realizó un nuevo ensayo de un misil de medio alcance que cayó en el Mar de Japón, Es su primera prueba militar en cuatro meses y constituye un desafío del régimen de Kim Jong-un tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE UU. El lanzamiento tendría como objetivo testar a la nueva administración norteamericana para medir su respuesta. Para el servicio de Acción Exterior de la Unión Europea (UE) se trata de un acto «provocador e inaceptable», que requiere una respuesta internacional. La OTAN, por su parte, considera que la prueba militar constituye una violación «de las resoluciones vinculantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas» y «socava la seguridad regional e internacional».
Tras un periodo de calma, en el que Pyongyang no llevó a cabo ninguna acción militar amenazante, el Ejército norcoreano realizó a primera hora de la mañana de ayer su primer lanzamiento de un misil balístico desde el pasado octubre. El proyectil, lanzado desde una base de aérea al noroeste del país, recorrió unos 500 kilómetros y, por sus características, se descarta que pudiera tratarse de un misil balístico intercontinental (ICBM).
Según informó el Gobierno nipón, el misil cayó fuera de la zona económica exclusiva de Japón a unos 350 kilómetros de la costa de Corea del Norte y no causó daños. A falta de confirmación, Seúl y Washington creen que es un misil Rodong o una versión modificada. Estos proyectiles tienen un rango de hasta 1.500 kilómetros y podrían llegar a Japón o Corea del Sur, mientras que los Musudan de alcance intermedio o los ICBM, con capacidad para llegar a más de 5.000 kilómetros, están en condiciones de alcanzar territorio estadounidense en el Pacífico, como las bases Guam.
Hasta ayer, Pyongyang llevaba desde el pasado octubre sin protagonizar ninguna de sus habituales provocaciones militares, lo que los expertos atribuyen a la cautela del régimen ante la llegada de Trump a la Casa Blanca, un presidente que no ha desvelado claramente su política hacía Corea del Norte.