Por Efe
23/06/2016
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha concluido este jueves su sesión de debate sobre la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela sin tomar ninguna decisión y con acusaciones de «golpismo» de Caracas, Bolivia y Nicaragua al secretario general del ente, Luis Almagro.
Los 34 Estados miembros han escuchado el crítico informe de Almagro sobre la crisis social y política de Venezuela, pero no se llamó a votación para decidir si se prosigue con el proceso de la Carta, que podría llevar a una misión diplomática o, en último lugar, a la suspensión del país del organismo.
Así, queda en el aire si este debate se retomará y, en caso de hacerse, cuando sería, porque la sesión de este jueves se ha levantado sin ningún anuncio al respecto.
Divergencias entre el Gobierno y la oposición
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, ha denunciado que Almagro «ha dado un golpe de Estado» a la organización y a su país con esta reunión.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, el opositor Henry Ramos Allup, prevé hablar también con la prensa después de no haber podido participar, como deseaba, en el Consejo sobre la activación de la Carta Democrática, cuya aplicación solicitó a Almagro la mayoría opositora en el Parlamento.
Para que Ramos Allup hubiera participado, alguien, un Estado miembro o el secretario general, deberían haber propuesto su participación formalmente al Consejo, que tendría que haber votado acto seguido si lo aprobaba por mayoría de los 34 Estados miembros.
La votación
La sesión ha podido celebrarse después de que Venezuela perdiese la votación inicial para cancelarla. El país ha perdido por 20 votos frente a 12, y se produjeron 2 abstenciones, lo que ha evidenciado la influencia mermada de Caracas en una región donde los equilibrios políticos están cambiando.
No obstante, la sesión ha concluido sin tomar ninguna decisión, por lo que no se sabe si la OEA proseguirá con el proceso gradual de la Carta Democrática, que podría llevar a una misión diplomática (18 votos de embajadores) o, en último lugar, a la suspensión de Venezuela del organismo (24 votos de cancilleres).