Por Andrés Tovar
25/12/2016
No pasó mucho tiempo para que las reacciones públicas entraran en erupción tras desvelarse que Avery Jackson, una niña de 9 años de edad de Kansas City (EEUU), sería la primera persona transgénero en aparecer en la portada de National Geographic.
La primera y más abrumadora reacción a su aparición en la recién desvelada cubierta de enero de la mundialmente conocida revista ha sido de gran apoyo. Pero no faltó (lamentablemente) el odio y los mensajes violentos. Uno de ellos hasta sugirió que Avery y su madre debían ser «exterminadas».
«Es un grupo de trolls de Internet», dijo Debi Jackson, de 42 años, madre de Avery. «Y lo que hacen, por diversión, es encontrar gente para burlarse e iniciar discusiones. Este grupo en particular le gusta apuntar a la gran cantidad de trans y acosarlos para que cometan suicidio (…) ahora han enfilado las baterías sobre mí, me describen como una madre horrible y abusiva que está usando a su hija para tener fama y la fortuna; y que tengo unas retorcidas desviaciones sexuales para dejar que mi hija actúe como una chica».
En los últimos tres años, los Jackson han tenido claro de que la defensa de su hija transexual trae (y traerá) duras críticas. Sin embargo, se refuerzan en todo un gran apoyo positivo que han tenido de organizaciones de DDHH y de la prensa local.
El nombre de Avery y el de sus padres se mantuvo en el anonimato por casi dos años, preocupados por el efecto que cualquier crítica podría tener sobre la chica. Avery comenzó su transición de hombre a mujer cuando tenía 4 años. Su madre -quien además se declara bautista con fuertes raíces republicanas conservadoras- poco a poco comenzó a hablar en público sobre cómo llegó a darse cuenta de su hija era transexual.
El periódico local The Kansas City Star permitió en 2014 que Debi Jackson publicara su visión sobre ser una madre de una niña transgénero. Ese artículo le valió una invitación para hablar en una conferencia en su congregación. El discurso fue publicado en YouTube y rápidamente se hizo viral.
«Tuve cientos de mensajes de apoyo, de todos los continentes. Creo que sólo faltó mensajes de la Antártida» dijo Jackson. «muchos jóvenes decían en los mensajes ‘quiero mostrarle esto a mis padres, para que puedan entender’, otros dieron las gracias: ‘necesitaba esto. Me sentía solo y ahora sé que no lo estoy’; y otros, ya de gente más adulta, decían ‘si su hija puede tener el valor de ser quien es a esa edad, no sé por qué yo no puedo aceptarme a mi mismo. Esto me anima a hacer la transición'».
Con el aumento de la promoción pública, también crecieron las amenazas, mucho más tras el anuncio de National Geographic. Desde mensajes como «eres un abusiva madre y la gente debe llamar a los servicios de protección de menores» hasta «usted debe ser sacrificada inmediatamente, la única manera de que sus hijos estarán seguros es si son exterminados».
En su página de Facebook, la American Family Association ha publicado su visión sobre la tapa de National Geographic: «(la revista) le muestra el puño a Dios y a la autoridad bíblica para defender la confusión de género en su próximos número». Este grupo es conocido por sus seguidores como la «federación nacional de la decencia» y es una organización cristiana conservadora, con no pocos seguidores, fundada en 1977.
Pero delante de todo este panorama está Avery, con su largo pelo de color rosa y azul, diciendo que ella nunca ha tenido ninguna duda acerca de su identidad de género.
«¿Qué le diría a la gente que dice que soy un niño y no una niña? No me importa. Es su opinión. En realidad soy una chica» dice sin tapujos. Ella sabe que tiene críticos y sus padres están muy atentos de lo que ella pueda ver en las redes sociales, pero sin negarle en lo absoluto que publique su nombre y rostro.
«Eso está ayudando a otras personas», dijo. «Y mostrando que existimos. que existen personas trans, podemos ayudar a que entiendan que es un asunto que no se puede ignorar. Estoy orgullosa de ser transexual. Soy la prueba de que un ser humano normal puede cambiar el mundo «.
La edición de National Geographic con el rostro de Avery solo llegará a los que tengan su servicio de suscripción (para los quioscos, tendrá una portada diferente), no obstante, ambas versiones tendrán como tema central la «revolución de género», con una variedad de cuestiones relacionadas con el género en todo el mundo.
En cuanto a cómo se siente de estar en una portada, y en la de una revista como NatGeo, la pequeñita dice con humildad. «No me preocupo mucho, porque mi meta es sólo ayudar a la gente. Eso es lo único que debería sentir, y debo ser buena para estar allí. No me importa la fama ni nada. Yo sólo me preocupo en ayudar a otras personas».