La Niña se está mostrando un poco renuente a cerrar su ciclo. “Es muy probable que el episodio en curso continúe, al menos, hasta agosto. Y, posiblemente siga hasta el otoño y principios del invierno del hemisferio norte”, estima la Organización Meteorológica Mundial.
Algunas predicciones a largo plazo incluso indican que podría persistir hasta 2023. Si así fuera, se daría un “episodio triple de La Niña”. Es decir, tres inviernos consecutivos del hemisferio norte con condiciones compatibles con el fenómeno La Niña. Esta eventualidad que solo se ha producido tres veces desde 1950, de acuerdo con la organización.
Mientras tanto, la presencia de La Niña influye en las olas de calor que se registran, por ejemplo, en Europa occidental y las severas sequías en África y América del Sur. Además, exacerba las precipitaciones e inundaciones en diferentes partes del mundo.
En diciembre de 2021, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos no imaginó que se prolongaría tanto. Entonces dijo que “las condiciones de La Niña se han desarrollado y se espera que continúen con un 87% de probabilidad entre diciembre de 2021 y febrero de 2022”. Pero las nuevas estimaciones prolongan su ciclo natural.
La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial. Además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, como vientos, presión y precipitaciones. Por lo general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que constituye la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
La Niña podría alcanzar el tercer año consecutivo
La contundente sequía en el Cuerno de África y en la parte meridional de América del Sur lleva el sello de La Niña, confiere la OMM. Al igual que las precipitaciones por encima de la media en Asia suroriental y Australasia. Y las torrenciales lluvias de una temporada de huracanes en el Atlántico con una actividad superior a la media.
Sin embargo, todos los fenómenos climáticos de origen natural ahora se producen en el contexto del cambio climático antropógeno. Provocando un aumento de las temperaturas mundiales y agudizando los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. A la vez de alterar la configuración de las temperaturas y las precipitaciones estacionales.
“El cambio climático antropógeno acrecienta los efectos de los fenómenos de origen natural, como La Niña. E incide cada vez más en las condiciones meteorológicas, en particular mediante una mayor intensidad del calor y las sequías y el riesgo conexo de incendios forestales. Así como los diluvios y las inundaciones sin precedentes”, afirmó el profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.
El episodio actual de La Niña comenzó en septiembre de 2020 y continuó hasta mediados de mayo de 2022 en todo el Pacífico tropical. Durante enero y febrero de este año, se produjo un debilitamiento temporal de los componentes oceánicos de La Niña, pero el fenómeno se ha fortalecido desde marzo. Los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM indican que hay entre un 50 % y un 60 % de probabilidades de que La Niña se mantenga hasta agosto o septiembre.
Existen algunos indicios de que las probabilidades podrían volver a aumentar levemente durante el otoño boreal de 2022 y a principios del invierno boreal de 2022/2023.
Los fenómenos se extreman con La Niña
Bajo la presencia pertinaz de La Niña, la ola de calor en Europa occidental es intensa y viene del norte de África. Un sistema de bajas presiones del Atlántico entre las Azores y Madeira está alimentando el frente cálido, empujándolo hacia el oeste de Europa.
Señala la OMM que a pesar de que estamos a la mitad de junio, en algunas partes de España y Francia las temperaturas son más de 10 grados centígrados por encima de la media para esta época del año. En Francia, el pico de calor se produce tras el mes de mayo más cálido y seco del que se tiene constancia. La agencia meteorológica del país afirmó que se trata de la primera ola de calor desde 1947.
El servicio de meteorología francés indicó que se prevén temperaturas máximas diurnas de 35 a 38°C y mínimas nocturnas superiores a 20°C.
En España, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) precisó que esta semana las temperaturas en el interior del país han superado los 40ºC. Llegando incluso a alcanzar los 43ºC en la provincia de Toledo (Talavera de la Reina), en el centro del país. Según este servicio, las temperaturas sofocantes terminan el fin de semana.
España, al igual que Portugal, sufre una situación de sequía severa que afecta al 97% del territorio. Este último país registró su mayo más cálido desde 1931, añadió la OMM.
En Suiza, donde las temperaturas máximas han superado con creces los 30º C, el servicio meteorológico nacional publicó resultados que mostraban que la diferencia de temperatura entre las ciudades y el campo era de hasta seis grados Celsius.
Olas de calor y sequías
Las alertas de sequía son una preocupación añadida en gran parte de Europa occidental, ya que no se prevén lluvias significativas en los próximos días, aparte de tormentas aisladas.
Extensas zonas desde el sureste de Europa Central hasta el noroeste del Mar Negro también se ven azotadas por la sequía, señaló la agencia de meteorología regional. Tras añadir que en Estados Unidos gran parte del oeste se enfrenta a su tercer año de sequía consecutivo, y se teme que haya un creciente estrés hídrico de cara a la temporada de verano.
Los dos mayores embalses de Estados Unidos, el lago Mead y el lago Powell, en Arizona, se encuentran actualmente en los niveles más bajos desde que se llenaron. Ambos están justo por debajo del 30% de su capacidad, según el US Drought Monitor.
Entretanto, Naciones Unidas revela que el número y la duración de las sequías ha aumentado en un 29 % desde el año 2000. Y que hoy existen más de 2300 millones de personas que sufren las consecuencias de la escasez de agua en el mundo. Además, estima que las sequías aumentarán en frecuencia, intensidad y propagación. Por ello, a menos que se tomen medidas urgentes, las sequías podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial para 2050.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advirtió que la frecuencia de ciertos tipos de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, acentuado por La Niña, va en aumento debido al cambio climático. Y varios estudios de atribución han demostrado que este ha hecho más intensos muchos fenómenos recientes.
El Grupo prevé que, con 1,5 ºC de calentamiento global, aumentarán las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las frías.
Al otro extremo, lluvias e inundaciones
Al menos 46 personas murieron durante los últimos días y millones se encuentran afectadas por las intensas lluvias del monzón que afectan el noreste de la India y el vecino Bangladesh. Este sábado empeoró la situación, con amplias zonas inundadas y masivos cortes eléctricos.
Las regiones más afectadas son los estados nororientales indios de Assam y Meghalaya, con 34 muertos desde el martes, mientras que en Bangladesh fallecieron doce personas. Y unas 4 millones resultaron afectadas, sobre todo en los distritos de Sylhet y Sunamganj.
«La situación empeoró al haber llovido de manera continuada. Los ríos también están llenos, el agua no retrocedió. La mayoría de las áreas de Sylhet y Sunamganj no tienen electricidad», afirmó a Efe el subcomisionado regional bangladesí, Mohammad Zakaria.
Por otra parte, Colombia y El Salvador son los países América del Sur y Centroamérica que están severamente afectados por las lluvias. En Colombia, se reportan más de 80 muertos y 34 mil familias damnificadas por los intensos aguaceros. Y en El Salvador, se registran al menos 7 personas fallecidas por los deslaves y unas 79 personas albergadas, según lo informaron fuentes oficiales.
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