Soulsight Design Strategy
‘Las relaciones en las ciudades’ son las conclusiones que presenta el primer territorio de análisis de WANDER, laboratorio de investigación creativa de Soulsight, tras un año de exploración colectiva. Hallazgos que ayudan a comprender nuestro presente. La confianza ha resultado ser la protagonista soterrada de una exploración que presenta quince vías de trabajo en torno a las relaciones que se producen alrededor de la movilidad, la inmediatez, el crecimiento, el orden, los suburbios, la salud colectiva, la comunidad, la ciudad como destino, la individualidad y el conocimiento, y que interesan a las empresas.
Estas conclusiones aportan a las empresas residentes un conocimiento que las transforma culturalmente desde una nueva perspectiva social y de negocio en las que podrán apoyarse para una mejor toma de mejores decisiones a nivel estratégico y con impacto positivo en sus negocios pero también en la sociedad.
LAS RELACIONES EN LAS CIUDADES
Una metodología innovadora y radical, una experiencia que transforma personal y profesionalmente a quienes la viven y en la que han participado hasta el momento los CEO y directivos de BMW Group España, Arena Media España/Havas Group, Zurich Seguros, Only You Hotels, Ikea, ING, Mahou-San Miguel, Acciona Movilidad, Mo de Movimiento y la Asociación Española Contra el Cáncer junto al equipo de Soulsight y más de 50 profesionales y expertos del mundo del arte, la arquitectura, la política, la filosofía, etc. Una mezcla de talento del mundo académico y del entorno corporativo.
En septiembre de 2021 se pone en marcha el segundo de los territorios de investigación, “La sostenibilidad como palanca de innovación”, con un nuevo equipo de trabajo, que ayudará a las empresas a reflexionar sobre la sostenibilidad con profundidad y a encontrar su propio relato acerca de este territorio para poder posicionarse y empujar un cambio real, no solo estructural, también mental.
WANDER es un proyecto de Soulsight, consultora independiente especializada en desarrollar estrategias de transformación e innovación mediante espacios de encuentro para que los profesionales del siglo XXI puedan profundizar de manera disruptiva en territorios con alto impacto en la sociedad y la economía, como lo son las ciudades, la tecnología, la sostenibilidad o el sentido del tiempo desde la creatividad y con un enfoque humanista.
El laboratorio de investigación creativa WANDER arrancó en enero de 2020 con representantes de diez grandes empresas, de diferentes industrias y con el objetivo de profundizar sobre las ciudades y las relaciones que en ellas generan. Los CEO y líderes de compañías han trabajado de manera conjunta con el equipo de Soulsight en mapear retos comunes y en encontrar espacios de colaboración.
“Las relaciones en las ciudades” es el primero de los tres territorios de análisis de WANDER al que seguirá en el mes de septiembre el estudio de la Sostenibilidad como driver de innovación, y más adelante, el destinado a abordar el impacto de la tecnología en la sociedad contemporánea con “La máquina en lo humano”. La metodología híbrida de WANDER ha permitido abordar este estudio apoyándose en el arte, la filosofía, el diseño y el negocio mediante la participación de sus residentes en tres procesos articulados de colaboración entre las empresas participantes y profesionales de diversos sectores que quieren transformar sus negocios y contribuir de manera responsable con la sociedad.
“Hemos participado personas con historias, con sensibilidades muy diferentes. El hecho de que este proceso haya sido absolutamente colectivo es lo que ha dotado de mayor riqueza a todo este proyecto. En definitiva, ese es el gran aprendizaje, tanto para la vida particular, como para el negocio”.
Juan Serra, director general de Only You Hotels
15 APRENDIZAJES PARA CONSTRUIR CIUDADES Y NEGOCIOS MÁS HUMANOS
“Las Relaciones en las ciudades” partía de observar y comprender la segregación, la soledad o la prisa para imaginar otras dinámicas culturales y sociales necesarias para mejorar nuestro modo de vida. El planteamiento se vio reforzado por el impacto de la COVID-19, que puso de manifiesto la vulnerabilidad de las ciudades y el cambio en la vida y los negocios de sus habitantes, lo que ha permitido al grupo de trabajo observar el impacto en las relaciones que se dan en las ciudades. Entender las ciudades para las compañías es clave para poder adaptarse, crecer o sostenerse y cómo nos relacionamos en ellas.
Los datos iniciales mostraban que el 55% de la población mundial vive en un entorno urbano y globalizado, lo que plantea una tendencia generalizada de converger en similares modelos económicos, culturales y sociales desde una mirada humanista y apoyadas en la tecnología.
La necesidad de confianza ha resultado ser la protagonista transversal de toda la investigación como determinante del nacimiento de las relaciones como individuos y como sociedad. La pandemia ha puesto el contexto para observar cómo se debilitaba la confianza en las ciudades, que han sido el foco de propagación y en las que, con ellas paradas, la confianza se asentaba solo en dos pilares: recursos hospitalarios y logísticos y servicios de primera necesidad.
El estudio ha comprobado que la manera de abordar esta pandemia ha sido la misma que en el siglo XIII y que ninguna estructura sanitaria es suficiente, al depender la salud también de la biología, el estilo de vida y el medio ambiente. Y debe ser la ciudad la que sirva de ejemplo para potenciar esta confianza, generando puntos de encuentro entre los ciudadanos, instituciones, empresas, colectivos, clases e individuos mediante el diálogo, la comprensión y la empatía.
Una confianza que atraviesa las quince conclusiones de este estudio construidas desde los ACNO, Afirmaciones Categóricas No Obvias, que son el punto de partida para la conversación, la reflexión y el debate.
1. No todo el flujo urbano es movilidad
Flujos urbanos frente al concepto clásico de movilidad, más limitante e incompleto, para profundizar no solo en los movimientos de las personas, sino también en otros movimientos que afectan a la capacidad de generar riqueza como los datos e información, las mercancías, la energía o el agua. El informe contempla la necesidad de atender a los ritmos de estos flujos, algunos rápidos como la tecnología, otros más lentos e imposibles de acelerar, marcados por nuestro entorno y la condición humana. El análisis concluye que son estos flujos urbanos más lentos en los que se deben generar entornos sociales activos y sostenibles.
2. La inmediatez no nos ha dado más tiempo
Cuando todo es más veloz, efímero y de consumo rápido, esta investigación plantea que el sistema económico en que vivimos inmersos exige productividad constante y termina definiendo a las personas. Los resultados sugieren que no dejamos huecos en las agendas para la conversación espontánea y que no siempre tener la agenda muy ocupada tiene por qué ser síntoma de éxito.
3. El crecimiento de las ciudades tiene límites
A partir de esta reflexión, se planteó con las empresas residentes el ejercicio de pensar sobre qué significa realmente crecer. Según el estudio, las ciudades no siempre pueden asumir un rápido crecimiento demográfico sin perjudicar a las personas que viven en ellas, así como a otros límites sociales, económicos, culturales e incluso legislativos que afectan a su crecimiento. Por ello, concluye que es necesario identificar estos límites para reforzar todas las debilidades y crecer de manera más sostenible.
4. El orden necesita huecos legales
Las ciudades aúnan infraestructuras físicas, sociales, económicas, políticas y culturales que, por su complejidad y fragilidad, tienden inevitablemente al caos. Este hecho, que se ha presentado en las ciudades a lo largo de la historia en forma de saqueos, revoluciones o ahora en pandemia, se ha intentado controlar mediante planes urbanos o big data, pero las consideraciones del informe concluyen que este control daña la capacidad de crear las transiciones necesarias para el buen funcionamiento de la economía de las ciudades. Además, plantea la necesidad de crear lugares llamados de excepción para reaccionar de manera más espontánea o simplemente, pararse a pensar frente al exceso de orden.
5. Los nuevos suburbios son digitales
Esta exploración ha invitado a las empresas a detectar sobre sus propios suburbios internos y cómo colaboran e interactúan en el seno de sus compañías. Los suburbios físicos nos separan a unas personas de otras, creados para alejarnos del caos en búsqueda de orden y de silencio. Pero fracasaron y terminaron por convertirse en guetos o espacios donde la convivencia solo se produce con aquellas personas que son iguales unas a otras. Tras un año en el que la comunicación se ha producido entre pantallas, sus conclusiones plantean las ventajas que proporcionan, como la libertad de expresión, pero también sus peligros y pone sobre la mesa el funcionamiento de esta tecnología con algoritmos que nos llevan a establecer relaciones únicamente con personas afines y alejan al ser humano de todo lo que es ajeno y diferente.
6. La salud pública no es lo mismo que salud colectiva
Frente a la salud pública como recurso para llevar una vida individual y social productiva, el estudio plantea que se ha realizado más inversión en infraestructuras que en la salud de los ciudadanos, creando más espacios de cuidado colectivos y preventivos que les permitan tener y conservar su salud.
La salud colectiva entonces, apunta la investigación, deberá mostrar el presente, ver cómo se organiza el sistema, sus prioridades y urgencias y señalar hacia dónde dirigirse como sociedad en el futuro. También invita a reflexionar a las empresas acerca de cuánto invierten en la salud de los empleados y si se invierte realmente en los lugares adecuados.
7. Es necesario redefinir el concepto de comunidad
El estudio profundiza en las diferencias de las ciudades individualistas de hoy frente a las antiguas comunidades tradicionales, pequeñas, estables, autosuficientes y donde la colaboración se producía de manera orgánica. Las conclusiones señalan la carencia de espacios comunes gestionados por los ciudadanos y pone de ejemplo el hogar como punto de partida en el que no hay competitividad y donde las necesidades de todos los miembros son atendidas respetando la individualidad de cada uno, pero priorizando el buen funcionamiento del grupo.
8. La ciudad es un destino eremítico
En las ciudades existe un dramático aumento de la soledad y de su impacto en la salud mental de los que la padecen, principalmente en los casos forzosos de abandono o desamparo. La investigación remarca también la salud de sus familiares, a los que la voracidad del sistema económico, que demanda todo su tiempo, no les permite atenderlos. De cara a un futuro en el que el número de hogares unipersonales va en aumento, plantea la necesidad de ser conscientes de la interdependencia e interconexión entre personas para no crear una sociedad de seres individualizados apartados de los afectos y necesidades de los demás.
9. Sin confianza no hay relaciones
Se investigaron las tendencias de las ciudades globalizadas y multiculturales donde es más necesario que nunca ejercitar la confianza. Analizaron asimismo la desconfianza manifiesta en las instituciones, la defensa de valores como la familia y la religión por parte de grupos conservadores y de grupos defensores de los derechos sociales, entre otros.
A este respecto, la investigación plantea que la confianza es la base de cualquier relación y que necesitamos confiar para poder vivir en grandes ciudades, como confiamos en quien nos vende el pan, en quien lo prepara, en el taxista que nos lleva al trabajo. Pero apunta también a otro tipo de confianza, más racional, que es necesaria para poder acercarse a lo desconocido en la que confiar es asumir un riesgo, una vulnerabilidad y una apuesta de futuro llena de incertidumbre. Confiar como necesidad en unas ciudades cada vez más multiculturales y globalizadas, donde deben convivir ciudadanos con necesidades muy diversas.
10. Nos relacionamos a través de sistemas
La investigación aborda el análisis del sistema tecnológico y su doble vertiente de progreso y deshumanización. Partiendo de la eterna promesa de que la innovación tecnológica traerá una vida mejor, advierte de la incertidumbre que provoca desconocer hacia dónde se dirige. Además, señala la falta de diálogo con la ciudadanía desde las instituciones, que aleja el conocimiento de la sociedad. Por ello, plantea la urgencia de una mayor participación de la ciudadanía para conocer las necesidades y sensibilidades reales y cada vez más diversas.
11. No somos individualistas, solo nos protegemos
En ciudades como Nueva York, la investigación indica que se pueden establecer hasta trece relaciones nuevas al día, unas 5.000 al cabo del año. Una cantidad inabordable por el ser humano, que no está diseñado para recordar toda la información que recibe ni preparado físicamente para otorgar el mismo grado de afecto a todo el mundo. Para las empresas es fundamental conocer cuáles son nuestras limitaciones como seres humanos para ser más responsables a la hora de diseñar mensajes que intentan captar nuestra atención.
12. Las ruinas urbanas nos construyen
La investigación en este punto observa que las ruinas urbanas son infraestructuras físicas que han dejado de tener sentido en el tiempo en el que existen. El uso para el que fueron concebidas ya no tiene sentido y por eso ahora son espacios para la innovación, en las que poder darles un nuevo sentido y habitarlas ahora con un uso más acorde al tiempo en el que viven. También apunta a un nuevo concepto, el de prerruinas, en las que aquello que, aunque sigue teniendo sentido, con una observación adecuada, se pueden vislumbrar pistas de que en un futuro cercano puede dejar de tenerlo. Y de cara a las empresas, apunta la investigación, eso también son oportunidades para la innovación.
13. El equilibrio entre lo natural y lo artificial es nuestra mayor tarea
La investigación también apunta a la urgencia de encontrar el equilibrio entre lo natural y lo artificial en las ciudades. Hay estudios que han demostrado repetidamente que vivir en las ciudades tiene un impacto real en la salud, el estrés y la ansiedad de sus habitantes mayor que los entornos rurales. El estudio observa que las ciudades son entornos artificiales que alejan al ser humano de la naturaleza con consecuencias en su estado físico y emocional y es por esto que es necesario buscar un equilibrio entre lo natural y lo artificial dentro de las ciudades.
14. No hay crecimiento sin armonía
La armonía es necesaria para el crecimiento de las ciudades siempre y cuando se tenga en cuenta el bienestar de las personas que viven en ellas, ya que el crecimiento desmedido, sin control, tiene un alto impacto en el funcionamiento de la urbe y la vida de los ciudadanos.
La investigación también aborda la obligación de buscar el equilibrio para conseguir una convivencia armónica y mantener vivas las ciudades. Las conclusiones, en este sentido, indican que son precisamente los desequilibrios los que convierten a las ciudades en entornos hostiles y poco agradables para vivir y reflexionan acerca de la necesidad de detectar cuáles son en cada ciudad, por qué se producen, qué cosas hay que revisar o reajustar para encontrar esa armonía como compañía.
15. Todo el conocimiento no es suficiente
En cuanto al conocimiento, esta investigación analiza que llevamos décadas dedicados a adquirir conocimientos técnicos y dejando de lado aquellas disciplinas que nos permiten hacernos grandes preguntas y reflexionar sobre las respuestas como la ética, la filosofía, la historia o las humanidades que nos ayudan a construirnos. En este sentido, concluye que la técnica no solo no es suficiente y que lo ideal es mezclar esa erudición con la sabiduría. Por eso es tan importante introducir la voz del ciudadano en las decisiones que se toman sobre las ciudades porque son los ciudadanos los que poseen el conocimiento a pie de calle y conocen las necesidades reales. Los técnicos de las ciudades, apunta la investigación, no siempre preguntan a sus ciudadanos y a veces se toman decisiones que no siempre benefician a la vida de las personas.
LA CULTURA COMO PROTAGONISTA DE LA BÚSQUEDA
Este primer informe en relación con las ciudades se produce tras la implementación de la metodología WANDER de pensar las cosas, una manera radical y transformadora que cambia la manera de ver y hacer de las compañías participantes. Según Íñigo de Luis, Head of Strategy de Arena Media Head, “lo que siento ahora es que se inicia un nuevo camino. Un camino en el que voy a intentar que esta mentalidad y esta mirada se extiendan con el objetivo de hacernos las preguntas adecuadas, de pensar el futuro de una manera más abierta”. Han sido muchas las acciones que desde WANDER se han compartido con los integrantes de este grupo de trabajo para favorecer, a través del encuentro, un crecimiento empresarial responsable, humano, ético y más creativo con las empresas participantes.
Mediante la reivindicación de la figura del caminante flaneur los residentes compartieron varios paseos por Madrid que les han llevado al barrio periférico de Usera, referente del movimiento vecinal, y para explorar otra dimensión de la urbe, al barrio obrero de Lavapiés, convertido ahora en símbolo de la gentrificación de las ciudades. También recorrieron Madrid Río para redimensionar las distancias y reflexionar sobre los cambios del paisaje y el paisanaje.
Otro de los puntos fuertes del método WANDER ha sido el uso de la conversación como herramienta de reflexión. En este tiempo, se han producido diferentes encuentros digitales con expertos en los que han participado antropólogos, artistas, urbanistas o expertos en leyes como Uriel Fogué o Antonio G. Maldonado, y conversaciones con líderes de empresas externas como Joao Diogo, de Galp Spain, o Ángel Serrano, de Savills Aguirre Newman. Estos espacios de reflexión han permitido a los residentes la apertura de nuevos horizontes para romper sus patrones y afrontar nuevos relatos.
Junto a Santiago Fernández, antropólogo del equipo WANDER, se estudiaron nuevos enfoques para replantear el uso de la fotografía como camino para mirar y se han producido nuevos materiales con contenido original para ayudar a comunicar parte de este trabajo. Uno de ellos ha sido La Gaceta, un ejercicio de divulgación que escapa de las tendencias y busca la reflexión y el aprendizaje del ser humano en relación a la ciudad. También han surgido los ACNO y El Muro, un panel que refleja todos y cada uno de los elementos relevantes que han acompañado a las empresas residentes durante este viaje de construcción colectiva del relato.
“LA SOSTENIBILIDAD, PALANCA DE INNOVACIÓN”
En un momento en el que el 60% de los CEO en España declara que la sostenibilidad es parte de su estrategia corporativa del año, solo el 25% la ha integrado dentro de su modelo de negocio. El objetivo de esta segunda exploración, que arrancará en septiembre, es reflexionar sobre la forma en la que preservar la existencia a nivel individual, colectivo y organizacional siendo conscientes de nuestro poder de transformación.
La sostenibilidad como palanca de innovación pretende ofrecer un espacio para la visión creativa que necesitan en este momento las organizaciones en tiempos de criptomonedas, blockchain y globalización, con una desigualdad social en crecimiento. Según el World Economic Forum, el paso a nuevos sistemas como los sistemas circulares tendrá un beneficio de 1,8 millones de euros anuales y una economía basada en los objetivos de desarrollo sostenible podría valer 12 trillones de dólares y generar más de 380 millones de empleos.
Un programa ambicioso que desde WANDER pretende no solo cambiar el diseño de un producto, sino plantear una transformación cultural, de formas de ser a nivel individual y a nivel colectivo, de percepciones y resignificados, invitando a las empresas participantes a mirar de otra manera y reinventarse como organización. Un programa para empresas cuya estrategia se dirija hacia la eficacia sostenible.
ESCUELA DE PENSAMIENTO
En paralelo a su laboratorio de investigación, WANDER presentará también en septiembre una Escuela de Pensamiento para profesionales con diferentes programas para hackear, transformar y desaprender desde la raíz de sus vidas, de sus trabajos, de sus relaciones y de la complejidad de nuestro tiempo.
A través de un programa que propicia el encuentro entre profesionales de diferentes ámbitos, el trabajo en equipo y el fomento del pensamiento crítico, aúna el pensamiento científico y las humanidades. Para ello se hace hincapié en las preocupaciones del arte, el diseño, la filosofía y el negocio para explorar lugares menos obvios y mal iluminados.
Un proyecto que nace para transformar los modos de pensar y poder actuar con mayor y mejor impacto. Una propuesta que ofrece tres tipos de experiencias que se articulan en torno a la mirada, el pensamiento y la conversación y en la que cada experiencia cuenta con diferentes formatos para adaptarnos a las distintas necesidades desde el asombro, la belleza y lo inesperado y recuperar el lado más humano de los negocios.