Es cada vez más frecuente que las mujeres después de los 40 años mencionen a sus médicos que padecen de ansiedad e incluso de pensamientos muy negativos. Síntomas que se tornan más fuertes en la medida que sus hormonas cambian al acercarse la menopausia. ¿Los centros médicos están preparados para orientarlas o ayudarlas cuando comienza la pre-menopausia?
En un momento muy bajo de su vida Karen Arthur, de 51 años de edad, pensó quitarse la vida. Solo fue un momento, pero lo pensó. Después de ser despedida de su trabajo como docente y tras sufrir de ansiedad continuamente, un día hizo una larga caminata para despejar la mente y la idea de dejar de luchar, cobró fuerza en su cabeza.
Sus hijas estaban en la universidad, ya la hipoteca estaba pagada… Lo más inquietante es que no tenía claro las razones de su ansiedad, no entendía por qué se sentía tan desanimada y no podía dormir por las noches. Nunca se planteó que podían ser las hormonas.
Fue a su médico de cabecera por los trastornos de ansiedad, le mencionó que tenía sofocos, pero no recibió mayor ayuda. Tampoco tomó terapia de reemplazo hormonal (TRH) porque ningún médico la escuchó bien o la orientó al respecto. No sabía que la ansiedad y la depresión podían estar relacionadas con la menopausia.
Menopause Whilst Black
Numerosos estudios demuestran que las mujeres negras, en promedio, entran en la menopausia antes que las mujeres blancas y son más propensas a experimentar síntomas relacionados con la ansiedad, incluida la depresión.
Arthur comenzó a ir a un terapeuta. Inició una nueva carrera en diseño de moda y seis años más tarde y después de experimentar que hay pocos recursos que atiendan específicamente a las mujeres negras en la menopausia creó el podcast Menopause Whilst Blac sobre envejecimiento positivo.
Los cambios de humor, la rabia, los sofocos, el insomnio, el olvido de la mediana edad son para muchas mujeres en la perimenopausia (la etapa de transición que conduce a la interrupción del período) y la menopausia (definida como haber pasado un año sin período) son síntomas comunes, pero que se transitan casi siempre sin apoyo profesional.
Problemas de memoria y concentración
Una encuesta sobre la menopausia en el trabajo a 2.000 mujeres encargada por el Comité Selecto de Mujeres e Igualdad de la Cámara de los Comunes en Inglaterra en 2022, encontró que el 75% de las consultadas reportó problemas con la memoria o la concentración y el 69%, reportó sentirse ansiosa o deprimida, no necesariamente a niveles clínicos, pero con bastante frecuencia. En casos más raros, esos cambios de humor eran extremos. Sin embargo, la salud mental en la menopausia no cuenta con suficientes estudios, ni información médica.
Es una etapa de mucha agitación emocional en la vida de las mujeres, pero no hay mucha ayuda para transitarla lo mejor posible. Puede coincidir con situaciones complicadas como que los hijos se van a la universidad, los padres mayores se enferman, se disparan los divorcios y hay transiciones en el trabajo que pueden hacer que sea más difícil separar la causa del efecto. ¿Se siente mentalmente mal porque su vida está cambiando? ¿O tu vida está cambiando, al menos en parte, porque tus hormonas están cambiando? Cómo responder estas interrogantes.
Sintomas que afectan la salud mental
La doctora Louise Newson, médico de cabecera y especialista en menopausia, trabajó recientemente con el Royal College of Psychiatrists para capacitar a sus miembros sobre las implicaciones de la menopausia en la salud mental. La mayoría de las pacientes que atiende en su clínica privada en Stratford-upon-Avon mencionan síntomas de menopausia tanto físicos como mentales y muchas pacientes dicen sentirse desesperadas. Se sienten así, pero callan.
Algunas pacientes han probado muchas terapias desde descargas eléctricas hasta costosos tratamientos experimentales. “Hemos visto personas que han sido medicadas con ketamina, un anestésico autorizado que a veces se usa ilegalmente como droga recreativa y, a veces, se receta “fuera de etiqueta” para tratar la depresión. Hay clínicas que les dan ketamina a las pacientes, eso realmente me asusta. Vemos a muchas mujeres con tendencias suicidas”, advirtió Newson.
La investigación sobre la salud mental durante la menopausia todavía “no es tan completa y exacta como quisiéramos”, pero ahora está bien establecido que las hormonas como el estrógeno y la testosterona, que disminuyen en la mediana edad, desempeñan papeles importantes en la función cerebral. “Sabemos que la ansiedad y los problemas de memoria, el mal humor y la motivación reducida son muy comunes en la menopausia. Ya sea el nivel real de hormonas o sus fluctuaciones, cualquier cambio en el cerebro tiene un efecto en cadena”, añadió.
Depresión y bajones anímicos
La especialista asegura que las mujeres que han tenido episodios de depresión o depresión posparto pueden correr un riesgo mayor de deterioro de la salud mental durante la menopausia, lo mismo podrían hacer las mujeres que sufrieron síndrome premenstrual severo o uno más intenso, el trastorno disfórico premenstrual (TDPM) en el momento de sus períodos.
Sin embargo, no todos los problemas de salud mental en las mujeres de mediana edad están relacionados con las hormonas ni la terapia de reemplazo hormonal es una cura mágica para todas. Newson a menudo optimiza las hormonas y luego observa cómo funcionan en la salud mental del paciente. «Algunas mujeres necesitan antidepresivos”, apunta.
El vínculo entre menopausia y depresión ya está suficientemente reconocido como para que el organismo de control de prescripciones del NHS, el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención, recomiende la TRH como primera opción de tratamiento para el mal humor o la ansiedad en mujeres menopáusicas.
La aplicación Balance
Newson ha visto pacientes que fueron recetadas con antidepresivos por sus médicos de cabecera sin revisar otros factores. Esta fue una de las razones por las que creó aplicación gratuita llamada Balance, que ayuda a las mujeres a reconocer y registrar los síntomas de la menopausia. También sirve a los médicos y pacientes para ver el panorama en su totalidad.
“Durante mucho tiempo nos han dicho que la menopausia se trata de sofocos y sequedad vaginal. No nos han dicho que pueda afectar el estado de ánimo, la energía o la concentración. A las mujeres se les dicen que aguanten y que no se quejen todo el tiempo. Hay que sufrir en silencio, les recuerdan constantemente», contó..
Esto último resuena en Kate Duffy, una madre soltera, de 44 años de edad, con niños de cuatro y dos años que acudió a su médico de cabecera quejándose de ansiedad, insomnio y cambios de humor severos junto con síntomas físicos más desconcertantes, incluida la caída del cabello. Su médico le diagnosticó depresión, pero Duffy estaba convencida de que era más complicado.
“No estoy diciendo que no esté deprimida, pero creo que está relacionado con la menopausia. Seguí volviendo y diciendo eso, pero no me escucharon. Estuve golpeándome la cabeza contra una pared de ladrillos durante un año, fue muy frustrante. En Google encontré que había muchas mujeres como yo”, dijo
Tratamiento de reemplazo hormonal
“Despiertas en medio de la noche tratando de descubrir qué le pasaba y diciendo: Mi matrimonio se acabó, no puedo hacer bien mi trabajo y tampoco puedo pensar con claridad, me siento una suicida…”. Misión menopausia: “Mis hormonas se dispararon y no me voy a avergonzar”. Sólo después de su primer sofoco, su médico de cabecera, que pensaba que era demasiado joven para ser pre-menopáusica, ordenó los análisis de sangre que confirmó lo que Duffy sospechaba.
Con los resultados de los análisis de sangre en la mano, tuve que luchar por el tratamiento de TRH. Solo cuando otra mujer le avisó sobre una clínica especializada en menopausia en Oxford se le diagnosticó retrospectivamente síndrome disfórico premenstrual, lo que explicó una larga historia previa de cambios de humor severos alrededor de sus períodos.
“Tenía sentido. En los últimos 30 años de mi vida, el humor subía y bajaba como un yo-yo. Entraba y salía del médico de cabecera, diciendo: Tengo ganas de suicidarme… Oh no, no lo hago. Estoy bien ahora. Fue completamente cíclico”. Duffy se desempeña como “tutora de pacientes” compartiendo sus experiencias con médicos en formación para ayudar a contrarrestar lo que ella considera “la falta de conciencia, la falta de capacitación en la atención médica de la mujer. «Es una absoluta vergüenza, es como si no valiéramos la pena la investigación», lamentó.
Abandonan el trabajo
Una encuesta de 4.000 mujeres encargada para un documental de Channel 4, Davina McCall: Sex, Mind and the Menopause, encontró que una de cada diez había dejado su trabajo debido a síntomas de la menopausia, mentales o físicos, mientras que el 14% había reducido las horas de trabajo. “Conozco mujeres que firman acuerdos de confidencialidad y cuyo desempeño se controla en sus puestos de trabajo a un nivel bastante alto debido a los síntomas de la menopausia”, dijo Kate Muir, autora de Todo lo que necesitas saber sobre la menopausia y productora del documental.
Muir, que a los 40 años tenía una “niebla mental” crónica y temía tener Alzheimer, dijo que su memoria mejoró dramáticamente una semana después de comenzar la TRH adecuada. Pero sigue intrigada por la relación entre la salud mental y el insomnio crónico que suelen experimentar las mujeres de mediana edad, a veces sin darse cuenta de que puede ser un síntoma de la menopausia.
“Uno de los marcadores de demencia futura es la falta de sueño. Dormir realmente importa, también es un marcador de depresión. Para muchas madres trabajadoras existe una ironía particularmente cruel en luchar a través de la niebla insomne de la maternidad temprana, solo para verse nuevamente desviadas profesionalmente por noches interrumpidas justo cuando sus hijos finalmente crecen”, explicó.
¿Demencia temprana?
Lauren Chiren, de 54 años de edad, tenía poco más de 40 años y trabajaba como alta ejecutiva en servicios financieros cuando tuvo dificultades para recordar cosas. No fue solo olvidar algún nombre. Una noche llegó a casa del trabajo, saludó a su hijo y a su niñera y luego volvió a recoger sus maletas para salir a trabajar como un autómata. “Había olvidado que ya había trabajado ese día. Perdí la confianza en mí misma y evité hablar en las reuniones por miedo a revelar las lagunas de mi memoria», relató.
Chiren se convenció de que debía tener demencia de inicio temprano. Aterrorizada ante su realidad de tener un niño con necesidades médicas especiales que atender ella sola, negoció un acuerdo y renunció. “Dejé el trabajo. Sentí que se me estaba acabando el tiempo y que tenía que buscar a alguien para cuidar de mi hijo”, afirmó.
Cuando los análisis de sangre realizados por su médico confirmaron que había pasado por la menopausia precoz, quedó estupefacta. “Pensé que la menopausia que era algo que les pasaba a las mujeres mayores y que serían sofocos ocasionales, nunca lo que estaba padeciendo”, dijo.
Actualmente, Chiren dirige una empresa de coaching, Mujeres de una Cierta Etapa, que brinda capacitación de concientización para que los empleadores apoyen al personal durante la menopausia, además de asesoramiento personal para que las mujeres mantengan sus carreras encaminadas.
De eso no se habla
Chiren explica que para muchas mujeres les resulta difícil en entornos laborales competitivos hablar sobre la menopausia. A menudo han trabajado duro para llegar donde están. No quieren que nadie las señale como débiles o vulnerables. Pueden ser reacias a anunciar la existencia de la ansiedad y el olvido de la mediana edad, preocupadas de que se convierta en una excusa más para descartar a las mujeres mayores.
El silencio vergonzoso que puede envolver los problemas de salud mental en la menopausia deja a muchas mujeres mal preparadas para reconocer los síntomas. La opinión de muchas mujeres que han pasado por esto en soledad y sin orientación es que se debe hablar mucho más sobre el tema.
El chip hormonal
Actualmente hay una patente del doctor Luis López Tallaj, máster en Medicina Antienvejecimiento y Especialista en Cirugía Estética en España que promete a las mujeres poder controlar las fluctuaciones hormonales. Se trata de un fito-implante de testosterona bioidéntica 100% natural, extraída del ñame, avalado científicamente por la CE & FDA.
Este chip es de testosterona. Según López Tallaj, hay estudios demuestran que los síntomas para diagnosticar un trastorno hormonal femenino en la pre-menopausia y la menopausia están ligados a un descenso drástico de esta hormona. El especialista enumeró los nueve síntomas habituales de un desequilibrio hormonal femenino ligados a un descenso de la testosterona: aumento de peso, insomnio, disminución de la calidad de la piel, cambios de humor sin motivo externo, hinchazón generalizada, descenso del deseo sexual, dolores de cabeza, bajón anímico, depresión y ansiedad.
Hormonas de origen vegetal
Recomienda las hormonas origen vegetal por encima de las químicas. “Son bioidénticas, mientras que las químicas o de síntesis, al no proceder de una materia viva, nunca lo son al 100%, dijo.
Impl
Las hormonas bioidénticas tienen una estructura exactamente igual a las producidas por nuestro organismo y se fijan en los mismos receptores donde lo hacen las hormonas propias, sin provocar ningún efecto secundario en las personas sanas, no alérgicas, asegura el médico. La única contraindicación es ser alérgica al ñame. Según López Tallaj, muchos estudios demuestran que cerca de nueve especies de ñame ofrecen beneficios a nivel hormonal y de la cortisona probados científicamente. Hay diferentes laboratorios que lo cultivan para formular medicamentos con distintas aplicaciones.
López Tallaj recomienda un micro-implante de testosterona, una hormona que tiene dos vías probadas de actuación eficiente: subcutánea (la del chip) y tópica. La segunda implica riesgo de transferencia, además de ser más complicada en su dosificación.
El chip creado por López Tallaj es más pequeño que un caramelo TicTac, se implanta de manera superficial en el abdomen o la cadera mediante un rápido procedimiento en consulta que apenas requiere una gota de anestesia. Un detalle no menor es su precio: 400,00 euros y dura unos 6 meses. Este médico recomienda su colocación si la paciente nota irritabilidad, ganancia de peso y dificultad para perderlo, sueño de mala calidad, falta de libido, sequedad vaginal o pérdida de memoria y los análisis de sangre confirman una bajada de la testosterona.