La medicina tradicional china tiene un gran mercado: se espera que mueva 420.000 millones de dólares al cierre de 2020. Tal vez por eso muchos miran con escepticismo la campaña del gobierno de Pekín sobre las supuestas bondades de esta milenaria práctica para curar la COVID-19.
En febrero pasado, la Comisión Nacional de Salud China instruyó que todos los pacientes de COVID-19 fueran tratados con medicina tradicional china y medicina occidental. El primer grupo de enfermos que se benefició de esta práctica fue en Wuhan, la ciudad china donde se detectó el coronavirus. Li Xucheng, jefe del departamento de urgencias del Hospital de MTC de Wuhan, dijo que 675 pacientes de COVID-19 fueron tratados en ese centro. De ellos, el 60% tenía más de 65 años de edad. “Nadie en el hospital pasó de una condición leve a grave», aseguró.
Las autoridades sanitarias chinas aseguran que el 92% de los enfermos por coronavirus han sido tratados con medicina tradicional china. Pero no se conocen cifras de cuántos de ellos se curaron.
Los críticos afirman que China está usando la pandemia como una forma de promocionarla en el exterior, algo que la prensa oficial niega. No obstante, China ha enviado suministros y expertos en MTC junto con medicamentos y equipos convencionales a África, Asia Central y Europa, reportó BBC Mundo.
Ver para creer
La poca disponibilidad de datos –salvo los que ofrece el gobierno chino– ha impedido evaluar de manera independiente la efectividad del tratamiento. Más cuando sus técnicas van desde la toma de brebajes a base de hierbas, pasando por la acupuntura, la moxibustión y la práctica de Tai Chi.
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos admitió, por ejemplo, que la medicina tradicional china podría ayudar a aliviar los síntomas. Pero asegura que su eficacia en contra del coronavirus SARS-CoV-2 no está probada.
«No hay buena evidencia sobre la MTC. Por tanto, su uso no solamente no está justificado sino que además es peligroso», afirmó Edzard Ernst, investigador retirado de medicinas alternativas, a la revista Nature.
Yanzhong Huang, investigador principal sobre salud pública del Council on Foreign Relations, un centro de estudio con sede en Washington, opina igual: «Problemas de eficacia y de seguridad plagan el sector de la medicina tradicional china. La mayor parte de los chinos aún prefiere la medicina moderna».
Lixing Lao, profesor honorario de la Escuela de Medicina de la Universidad de Hong Kong, considera que la única forma para que la MTC sea aceptada globalmente es «a través de la evidencia científica, más que por la propaganda».
Medicina tradicional china, origen
“La historia y la experiencia demuestran que la medicina tradicional china es efectiva contra las enfermedades epidémicas”, señala El coronavirus COVID-19 desde la medicina tradicional china, una publicación que compiló varios artículos sobre la materia:
“En China, desde la dinastía Han occidental hasta el final de la dinastía Qing ocurrieron al menos 321 plagas a gran escala. La medicina china ha servido para librar batallas de vida o muerte contra varias plagas y ha logrado contener la propagación de epidemias. Nunca ha habido una tragedia similar en la historia de China, como lo fue la Gripe Española o la Peste Negra en Europa. Estos son ejemplos de plagas mundiales que mataron a decenas de millones de personas”.
La medicina tradicional china parte de la idea de que un tipo de energía, llamado qi (se pronuncia «chi»), fluye por el cuerpo a través de unas vías llamadas meridianos. La obstrucción o desequilibrio del flujo de esa energía puede producir una enfermedad. Las causas del desequilibrio del qi tienen que ver con fuerzas externas, como el viento, el frío o el calor. Y con fuerzas internas, como las emociones de alegría, ira o miedo. Factores de estilo de vida, como la mala alimentación, la falta de sueño, el exceso de alcohol o la vida sedentaria.
Para el tratamiento de la COVID-19 están utilizando la toma de brebajes a base de hierbas, cuyo contenido varía dependiendo del paciente y de la fase de la enfermedad:
“Las fórmulas herbales chinas albergan el potencial de reducir los síntomas de la fiebre y la tos. También limitan la progresión de la enfermedad y mejoran la inmunidad general. Por tanto, mejoran la capacidad de una persona de generar una respuesta inmune al virus”.
También se utiliza la acupuntura para mejorar la condición del paciente, en particular su parte emocional o anímica. La moxibustión es un complemento de la terapia de acupuntura.
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