La mariposa monarca es una de esas especies mundialmente conocidas por la increíble migración masiva que lleva millones de ejemplares a California y distintas localidades de México. Comienzan a partir en otoño y en total recorren unos 5.000 kilómetros para huir del frío. Durante años, la mariposa monarca ha tenido un declive importante en ejemplares. Sin embargo, parece que han podido resurgir y ofrecer una señal alentadora para la creciente comunidad de admiradores que trabajan para salvarla.
Nativa de América del Norte y del Sur, la mariposa monarca se ha extendido a otros lugares cálidos donde crece el algodoncillo, su único alimento. En 1980 había millones de ejemplares, pero comenzaron a disminuir poco a poco, llevando la cifra a 30.000 en 2019. Para 2020 las mariposas monarca occidentales alcanzaron un mínimo histórico y llegó al borde de la extinción, una disminución grave a pesar de los esfuerzos de protección que se han hecho.
Tras años de declive, la mariposa monarca comienza a expandirse y alrededor de 250.000 de ellas descendieron sobre la costa del Pacífico este invierno. Un aumento de más de 100 veces con respecto al año anterior, según la Sociedad Xerces para la Conservación de Invertebrados. El recuento es el más alto desde el año 2016.
Está de vuelta pero ¿durará?
La mariposa más famosa de América del Norte ha regresado con mucha fuerza. No obstante, su regreso puede ser esporádico ya que las poblaciones de insectos pueden fluctuar enormemente de un año a otro. Factores como el cambio climático, la destrucción de su hábitat y los pesticidas influyen. Aún así, los grupos que los rastrean dieron la bienvenida a los avistamientos recientes. El problema que no solo afecta al ejemplar naranja y negro. Cientos de otras especies están desapareciendo en el oeste norteamericano a medida que el calentamiento global se va imponiendo.
Matt Forister, ecologista de insectos y profesor de la Universidad de Nevada. dijo que los recuentos recientes son buenas noticias, pero personalmente no le da demasiada importancia en términos de una trayectoria a largo plazo. «Si bien el aumento es alentador, la población todavía no se acerca a lo que era en el pasado», dijo.
Su población disminuye por la actividad humana
Un informe del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU indica que para 2015 habían desaparecido casi 1.000 millones de mariposas monarca desde 1990. En 2019, se contaron menos de 30,000. Emma Pelton, bióloga conservacionista principal de Xerces, dijo que representaba una disminución de más del 99 % desde donde estaba la población en la década de los años ochenta.
En 2020, cuando solo 1.914 mariposas monarcas occidentales migratorias se contaron, pensaron incluirla en la lista de la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Sin embargo, los funcionarios se negaron a otorgarle salvaguardias federales argumentando que otras especies tenían más prioridad. Quedaron en revisar su estado cada año. En 2022 volvieron a decidir que tendrán que esperar hasta el año fiscal 2024.
«Es increíblemente frustrante que algunos de estos animales y plantas hayan tenido que esperar décadas para recibir ayuda. De manera inquietante, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre ha hecho poco o nada para abordar los problemas que causaron estos retrasos”, dijo Noah Greenwald, director de especies en peligro de extinción en el Centro para la Diversidad Biológica.
Más viva que nunca la esperanza por la mariposa monarca
Con el avistamiento de este invierno, en el que más de 250.000 ejemplares de la mariposa monarca aparecieron en Norteamérica, las esperanzas se mantienen entre la comunidad científica y los miles de activistas que dedican su vida a conservarla. Plantando paradas para que la mariposa se refugie mientras realiza su épica migración anual de miles de kilómetros de distancia esperan alejarla de la extinción.
Las mariposas y otros insectos realizan un papel fundamental en el sostenimiento de los cultivos y de las plantas silvestres. Ayudarla, puede ser tan importante para los agricultores como para otros animales salvajes. Es por ello que muchos admiradores de la mariposa monarca, especialmente en localidades de California, realizan plantaciones con algodoncillo en sus patios y terrazas para mantenerlas.