Aunque han sido muchas las sondas y los satélites enviados a la Luna entre finales del siglo XX y comienzos del XXI, no ha habido una misión tripulada desde el Apolo 17 en 1972. La NASA no ha descuidado el primer territorio explorado por el hombre en su eterno deseo por conocer el universo y desde ya, planea aterrizar una misión humana de nuevo en la Luna en 2024. Trabaja para ello con el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS).
El nuevo y poderoso vehículo de lanzamiento está actualmente en desarrollo y continuará evolucionando incluso después de su despegue con tripulación a bordo. Esto se debe a que el cohete tiene un diseño modular compuesto por partes intercambiables, lo que permite variar los objetivos de la misión y mejorar la tecnología con el tiempo.
Después de superar algunos obstáculos encontrados durante el confinamiento global por la COVID-19, la agencia asegura haberse dotado de una cadena de suministro. “Esto es fundamental para evitar retrasos de los proveedores y de los proyectos”, indicó.
Mientras los equipos continúan preparando el cohete del SLS de la NASA para su vuelo de debut con el lanzamiento de Artemis I. La agencia y sus socios han logrado un gran progreso en la construcción del cohete para Artemis II, la primera misión Artemis tripulada. El equipo también está fabricando y probando piezas para las misiones Artemis III, IV y V.
En simultáneo, Airbus Crisa, empresa española filial del fabricante Airbus, participará en la nueva estación Gateway, que servirá de refugio o centro de operaciones de las nuevas misiones. La empresa firmó un contrato por el que desarrollará un sistema de gestión y distribución de energía para esa estación lunar, cuyo lanzamiento se prevé para 2024. El contrato está valorado en más de 50 millones de dólares.
Los preparativos de la NASA y su regreso a la Luna
Con Artemis, la NASA incorporará a la primera mujer y a la primera persona de color al polo sur lunar. Y establecerá una exploración a largo plazo en la Luna en preparación para las misiones humanas a Marte. SLS y la nave espacial Orion de la NASA, junto con el sistema de aterrizaje humano y el Gateway en órbita alrededor de la Luna, son la base de la NASA para la exploración del espacio profundo.
“El equipo del SLS no solo está construyendo un cohete, sino que está fabricando varios megacohetes para misiones de exploración y futuros vuelos. Más allá del lanzamiento inicial de Artemis”, dijo John Honeycutt, gerente del programa SLS en el Marshall Space Flight Center de la NASA.
Y añadió que “la misión Artemis I es la primera de una serie de misiones cada vez más complejas que extenderán nuestra presencia en la Luna. La potencia y las capacidades sin precedentes del cohete SLS enviarán misiones más lejos y más rápido por todo el sistema solar”.
Con sus dos propulsores de cohetes sólidos y cuatro motores RS-25, SLS de empuje para lanzar cada misión Artemis más allá de la órbita de la Tierra y hacia la Luna. El cohete presenta algunos de los elementos de hardware más grandes, avanzados y confiables jamás construidos para la exploración espacial, afirma la NASA.
SLS ofrece propulsión en fases. En el despegue, la etapa central con sus cuatro motores RS-25 y los propulsores gemelos se disparan para impulsar al SLS desde la plataforma de lanzamiento a la órbita. Una vez en órbita, la etapa de propulsión criogénica provisional (ICPS) proporciona la propulsión en el espacio para enviar la nave espacial Orion de la NASA. Y a su tripulación en una trayectoria precisa hacia la Luna.
Precisión y seguridad en las nuevas expediciones
La primera pieza de hardware del cohete, el ICPS, para Artemis II llegó a Florida el 28 de julio de 2021. Se está realizando los preparativos finales en las instalaciones de los contratistas principales Boeing y United Launch Alliance (ULA) y pronto se entregará cerca del Centro Espacial Kennedy de la NASA. El ICPS enciende su motor RL10, proporcionado por Aerojet Rocketdyne, para enviar la nave espacial Orion hacia la Luna. ULA ya está construyendo el Artemis III ICPS en su fábrica en Decatur, Alabama.
“El Sistema de Lanzamiento Espacial es un vehículo de lanzamiento de gran capacidad diseñado y rigurosamente probado para transportar de forma segura personas. Grandes cargas y misiones científicas emblemáticas a destinos en el espacio profundo”, dijo John Blevins, ingeniero jefe de SLS en Marshall. “Desde el principio, el cohete SLS se construyó primero para enviar astronautas al espacio de manera segura. Y, al mismo tiempo, para evolucionar a una configuración aún más poderosa que pueda soportar una variedad de misiones”.
La semana pasada el gobierno de Joe Biden presentó al Congreso las prioridades para el gasto discrecional de 2022. Pidió un aumento de más del 6% con respecto al año anterior, informó la NASA.
“Esta solicitud de financiación de 24.700 millones de dólares, aumenta la capacidad de la NASA para comprender mejor la Tierra. Y monitorear y predecir los impactos del cambio climático. También nos brinda los recursos necesarios para continuar avanzando en el plan bipartidista de exploración espacial a la Luna y a Marte», señaló el administrador interino de la NASA, Steve Jurczyk.
Mujeres astronautas en niveles históricos
El grupo inicial de 18 representa un equipo diverso de astronautas, incluidos los nuevos en la NASA y los veteranos de los vuelos espaciales.
Los astronautas de Artemis incluyen a Joseph Acaba, Kayla Barron, Raja Chari, Matthew Dominick, Victor Glover Jr., Warren «Woody» Hoburg. Así como Jonny Kim, Christina Koch, Kjell Lindgren, Nicole Mann, Anne McClain, Jessica Meir, Jasmin Moghbeli, Kate Rubins, Frank Rubio, Scott Tingle, Jessica Watkins y Stephanie Wilson.
Estos son los astronautas de Artemis que podrían estar entre los primeros en regresar a la Luna. «Las mujeres y las personas de color representan una parte importante de todas las facetas de la fuerza laboral de la NASA. Y las dos últimas clases de astronautas seleccionadas han incluido el porcentaje más alto de mujeres en la historia», comentó Bhavya Lal, jefe de gabinete interino de la NASA. Y destacó que el anuncio es personalmente muy significativo para ella. Llegó a EE UU a los 18 años, cargando dos maletas llenas de libros y sin imaginar que trabajaría en la NASA en el futuro.
Por otra parte, la NASA puede necesitar más astronautas para cumplir con sus objetivos de vuelos espaciales tripulados en los próximos años. El regreso a la Luna en 2024, será el primero de un programa de exploración lunar a largo plazo que respalde la futura exploración humana de Marte.
Como resultado, la NASA está buscando enviar más astronautas fuera de la Tierra, tal vez más de los que la agencia puede esperar tener disponibles, precisó la Oficina del Investigador General que evalúa cómo la NASA gestiona a sus astronautas.
“Después de alcanzar su punto máximo de casi 150 astronautas en 2000, el tamaño del cuerpo ha disminuido con el final de las misiones del transbordador espacial en 201. Y ahora cuenta con 44, uno de los cuadros más pequeños de astronautas en los últimos 20 años”, refirió el informe.