A poco más de un mes de haber hecho erupción el volcán de Cumbre Vieja en La Palma, las consecuencias continúan siendo devastadoras. En estos momentos los ciudadanos se enfrentan a otra nueva preocupación, y es que las lluvias amenazan con caer en la isla. Ahora la prioridad es limpiar lo más posible las cenizas de los techos y superficies ya que al juntarse con el agua podrían causar más destrozos que nunca.
Las previsiones de las agencias de meteorología apuntan a que la llegada de precipitaciones será inminente. Las lluvias comenzarán al nordeste de La Palma y se prolongarán todo el fin de semana. Serán constantes en la zona nordeste del archipiélago canario y las autoridades temen que de este lado de la isla la mezcla de estas precipitaciones con los gases que emanan del volcán puedan producir lluvia ácida.
Casi 7.000 hectáreas cubiertas de ceniza en La Palma
Cifras del sistema de satélites de observación terrestre europeo Copernicus indican que la ceniza expulsada por el volcán cubre ya más de 6.800 hectáreas de terreno. También fija en 886 las hectáreas afectadas por lava y en 2.122 las edificaciones afectadas.
La enorme acumulación de cenizas ha hecho que se cancelen los vuelos con destino y salida de La Palma y que muchas personas se enfrenten a problemas de salud. “Nos cuesta respirar, se mete por todos los rincones del cuerpo, la nariz, los ojos, la piel te pica. Esto no es nada bueno”, explica una residente de la zona. Además, denuncian que la ceniza está tapándolo los desagües, las ventanas, los tubos de escape de los coches y los motores.
La ceniza también podría dañar sus bienes materiales. Algunos vecinos cuentan con paneles solares y temen que queden destruidos. Las placas son de cristal y son un poco más complicadas de limpiar. Algo similar sucede con las azoteas donde kilos de ceniza suelen acumularse. Las plantaciones también se están viendo afectadas por la ceniza en la Palma, en grandes cantidades llega a asfixiarlas.
Los primeros chubascos tras la erupción del volcán de La Palma
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un cambio en el tiempo desde este viernes en la isla. Ya han informado sobre la finalización del episodio de la masa de aire sahariano, pero la llegada de lluvias débiles en buena parte de La Palma es inminente.
Para este fin de semana se estima que los chubascos sean débiles, es decir, lluvias que acumulan menos de dos litros por metro cuadrado en una hora y que podrían dejar menos de 15 litros en 24 horas, según la Aemet. Los vientos alisios, de componente norte llevan soplando con fuerza desde el miércoles, aumentando así el efecto ‘ventilador’ y desplazando los gases contaminantes hacia el océano Atlántico. Además, la calima que llevaba varios días instalada en el archipiélago canario remite este viernes, explican los meteorólogos.
La ceniza al mezclarse con la lluvia podría tumbar tejados
David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), también ha alertado que se aproxima la época de lluvias y con ello, la ceniza podría generar una placa con un peso «enorme», lo cual puede propiciar la caída de estructuras debilitadas donde haya acumulación del material. «Podría llegar a tumbar un edificio», asegura el experto.
Aunque sea poca lluvia, al mezclarse con la ceniza crea una placa sólida parecida al cemento y puede obstruir alcantarillas o destruir tejados. Mientras tanto, instan a dejar bien limpio lo máximo posible de ceniza para evitar problemas.
Ha caído tanta ceniza en toda la isla que los servicios de emergencia se han unido con los ayuntamientos y los cabildos de La Palma, Gran Canaria y Tenerife para reforzar la limpieza en las carreteras y vías de evacuación con máquinas quitanieves.
Las lluvias abundantes generarían más problemas
En principio las lluvias serán débiles. De todas formas, si las lluvias fueran abundantes daría paso a la formación de lahares, uno de los siete peligros volcánicos principales que define el Instituto Geológico Nacional (IGN). Estas se definen como avalanchas de material volcánico no consolidado que, además de por el efecto de lluvias intensas, puede formarse por la fusión de glaciares, desbordamientos o deshielo.
Este fenómeno puede desencadenarse incluso después de que finalice la erupción en La Palma si cae una lluvia torrencial y debido a las características del suelo, que influye en el poder destructivo del lahar.
El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, también ha alertado sobre la posibilidad de generarse un problema más grave si las lluvias son más fuertes debido a que las zonas de malpaís son «bastante impermeables, son plásticas», y habría escorrentías.