La llamada de lo salvaje, protagonizada por Harrison Ford y dirigida por Chris Sanders, llegó este viernes a los cines españoles para traer de vuelta los filmes clásicos de aventura. La cinta es una nueva adaptación de la novela de Jack London, producida por Fox y distribuida por Disney. Cuenta la historia de Buck un perro que es robado y vendido durante la fiebre del oro de 1890.
Ford, de 77 años, interpreta a Jack Thornton, un papel que ya encarnaron Cary Grant y Charlton Heston, quien será compañero de viaje de Buck. En esta ocasión está recreado con CGI (imágenes generadas por computadora). Para el actor, la película fue una “oportunidad de hacer algo que no había hecho en mucho tiempo, una cinta familiar que haga sentir bien al público».
La naturaleza también es un tema importante en La llamada de lo salvaje y un asunto que también le interesa a Ford, que con su fundación ha colaborado con numerosas causas de protección y conservación del medio ambiente: “Una parte de esta película está dedicada a estimular en la audiencia esa conexión con la naturaleza, al permitirles experimentar cómo sería vivir de esa manera”.
Salvar la Amazonía
Ford participó en la Cumbre Mundial de Acción Climática 2018, que se realizó en San Francisco, Estados Unido y en su discurso recordó la imperiosa necesidad de proteger los ecosistemas y a las tribus indígenas. También hizo un llamado de atención a las personas que no creen en la ciencia.
Ford se dirigió al público invitándolos a reflexionar y aconsejó no olvidar la naturaleza. El futuro del planeta Tierra está en juego. «Tenemos una posibilidad de evitar la catástrofe que se avecina», avisó.
El actor, enfatizó en que no sirve de nada tener paneles solares o vehículos eléctricos. «Mientras el Amazonas se siga siendo talando y quemando, y se destruyan los humedales y las turberas, los objetivos climáticos seguirán fuera de alcance y nos quedaremos sin tiempo», alertó.
La tierra es nuestro hogar
El actor insistió en que no sirve de nada tener paneles solares o vehículos eléctricos, si se sigue talando y quemando la selva de la Amazonía. “Mientras se destruyen los humedales y las turberas, nuestros objetivos climáticos seguirán fuera de nuestro alcance, y nos quedaremos sin tiempo», advirtió
Hizo hincapié en que la naturaleza no necesita a la gente, es la gente necesita naturaleza y que si los seres humanos desean preservar su hogar deben defender y cuidar los otros seres vivos y su ambiente físico.
Harrison desde hace treinta años trabaja con el grupo ambiental Conservation International, que ofrece apoyo a científicos en todo el mundo.
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