Por Cambio16
14/09/2017
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Los partidos independentistas PDECat (Partido Demócrata Europeo Catalán), ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) y la CUP (Candidatura de Unidad Popular) arrancan en conjunto con la campaña por el sí en el referéndum soberanista previsto para el 1 de octubre.
Y lo hicieron en Tarragona, la segunda capital de provincia más poblada de la región y con un fuerte rechazo al independentismo, gobernada por el socialista Josep Félix Ballesteros, que declinó colaborar en la participación del referéndum.
El acto en Tarragona, encabezado por el presidente del Gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, y su vicepresidente, Oriol Junqueras, fue el primero de tres que celebran unidos los partidos y entidades independentistas y que se alargarán hasta el próximo 29 de septiembre.
Los separatistas, que disponen de dos semanas para movilizar a los suyos y también a sus críticos recelosos de participar en este escrutinio, prometen declarar una «república independiente» en Cataluña de lograr el «Si» en las urnas, pese a que no hay establecido un un mínimo de participación para considerar válido el resultado y sólo se basen en «una alta movilización» para justificar su credibilidad.
Alta tensión
El inicio de esta campaña se da en medio de una alta tensión con el Gobierno central, que ya está dispuesto a hacer lo necesario para, como lo han venido adviertiendo, detener el proceso secesionista.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudirá este viernes a Barcelona ha instado a los ciudadanos a quedarse al margen. «Si a alguien se le cita para acudir a una mesa electoral, que no vaya porque no puede haber referéndum y porque sería un acto absolutamente ilegal», ha subrayado.
El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, advirtió este jueves a Puigdemont, que si abre la campaña del referéndum «cometerá un delito» y no ha descartado que la Guardia Civil impida en los próximos días la celebración de actos de campaña de un «referéndum ilegal».
Igualmente, la Fiscalía catalana se querelló hoy contra los miembros de la Sindicatura Electoral de Cataluña, designados por el Parlamento regional para ejercer como Junta Electoral, acusándolos de desobediencia y usurpación de funciones y malversación por desoír la orden de suspensión del referéndum acordada por el Constitucional.