Por Gorka Landaburu
Demasiadas noticias luctuosas en los telediarios del verano. No podemos acostumbrarnos a las informaciones sobre violencia de género y nuevas muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Las cifras de muertes son escalofriantes y no parece que estemos acertando con el camino para erradicar una violencia que afecta cada vez más a colectivos más jóvenes.
Entradas anteriores:
- El peligro de los populismos
- Ondean las banderas en la Habana y Washington
- El órdago soberanista
- Ante la crisis, más Europa
- Hay que seguir negociando
- Zapata, entre el odio y la hipocresía
- De la euforia a la crispación
- Perdonarse a uno mismo
- Pactar no es pastelear
- Amarga victoria
- A pactar y a gobernar
- Confusión electoral
- El Mediterráneo, una gran fosa común
- La impunidad de Boko Haram
- El último órdago de Rosa Díez
- Vencedores y vencidos
- Pistoletazo al año electoral
- El debate está en la calle
- El pecado europeo
- Aquí mando yo
- Se rompe el bipartidismo
- Syriza, más que una victoria
- Mariano, se fuerte
- Tiempo de reflexión
- Todos somos Charlie
- Cuba y EEUU, acuerdo histórico
- ¡Qué vuelvan a la mesa de diálogo!