Con la fusión de oro y caucho en su primer reloj, rompieron todos los límites. Después se convirtieron en una manufactura capaz de desarrollar sus propios movimientos y complicaciones. De la mano de la tecnología y la disrupción, aspiran a ser la marca relojera del lujo que se redefine y reivindica como el futuro de la Alta Relojería. Tradición, innovación, artesanía y talento sostienen la identidad de Hublot.
El valor de marca Hublot, la pasión que nace del arte de la fusión, se manifestó en 1980 con la creación del primer Classic Fusion, su reloj emblemático que dio origen a la compañía. Esta identidad corporartiva se reforzó en 2005 con la creación del Big Bang, que hizo gala de un savoir-faire inigualable desde el punto de vista de las complicaciones, los movimientos de manufactura y el uso de materiales de última generación. En este modelo, el carbono, el titanio, la cerámica y el zafiro alcanzaron unos niveles de tecnificación sin precedentes.
El CEO de Hublot, Ricardo Guadalupe, ha estado en Madrid presentando la joya de la corona: el Hublot Classic Fusion Madrid Boutique, una edición limitada de 100 piezas fluida y elegante, que brilla con estilo propio y un toque dorado único.
Su objetivo es que la empresa crezca tanto en cantidad como en calidad. ¿A qué se refiere cuando habla de la verticalización de la producción para ganar valor?
Queremos ser una manufactura integrada de la industria suiza. Para ser una referencia en esta industria, tienes que tener tus propios movimientos en la mecánica del reloj. La verticalización es ser capaz de producir nuestros propios movimientos –como es el caso del movimiento cronógrafo único–, las complicaciones y, también, nuestros materiales de tecnología punta, como las cerámicas de color, los zafiros, etc. Nuestros propios movimientos y materiales aportan valor.
Hublot es una manufactura que, pese a su juventud, se atreve a romper cualquier límite. ¿Forma parte el riesgo de su estrategia en un momento en el que el lujo se redefine?
Sí. Siendo una marca joven, fundada hace 43 años, ha supuesto un gran desafío crear nuestra propia manufactura. Hace dos décadas era solo una manufactura dedicada a ensamblar sus relojes, no producía sus propios movimientos y materiales. Nos ha costado 20 años conseguir este nivel de verticalización. Queremos ir más adelante: vamos a construir un nuevo edificio para aumentar la capacidad de verticalización que, a su vez, es un riesgo, pero un riesgo que se erige en la llave de Hublot en el futuro.
¿Cómo aborda el reto de la sostenibilidad?
Como suelo decir, un reloj mecánico es un reloj sostenible porque es eterno. Por ejemplo, un teléfono o un reloj de cuarzo con pila son mecanismos electrónicos y tienen obsolescencia, no son sostenibles. Aunque el impacto ambiental de un reloj es muy pequeño comparado con un avión o un coche, trabajamos siempre con materiales sostenibles. La sostenibilidad es importante y, siendo una marca de lujo, tenemos que aportar nuestra contribución a este objetivo.
En esa línea, impulsamos iniciativas dirigidas a la protección del planeta. Por ejemplo, tenemos una alianza con Kevin Pietersen, de SORAI (Save Our Rhinos Africa and India), para proteger a los rinocerontes, en peligro de extinción, y denunciar la caza furtiva y el comercio ilegal de cuernos. Con el explorador Jean-Louis Etienne, promovemos la expedición Polar Pod –un buque ecológico con cero emisiones para investigar el océano Austral que rodea la Antártida, el principal sumidero de carbono oceánico del mundo–.
La pasión es un valor de marca y, en el ámbito del fútbol, su mayor patrocinador, es evidente. El fútbol ha propiciado el aterrizaje de Hublot en el metaverso. ¿Cómo ha sido?
Además de ser líderes en productos, materiales y movimientos mecánicos, también queremos innovar en el mundo digital. Hemos entrado en el metaverso con la presentación del Hublot Loves Football Metaverse Stadium, un espacio deportivo virtual inspirado en el intrincado diseño del cuerpo de la caja y la cara digital del reloj Big Bang e. Continuando con nuestro legado como el cronometrador de confianza en el mundo del fútbol, esta iniciativa nos permite colocar una marca de tiempo en la historia del metaverso cuando la intersección de los mundos del lujo, la moda, el deporte y virtual está empezando a despegar.
Presume de que Hublot fabrica relojes que los demás no hacen. ¿La innovación es la clave?
La creatividad, la innovación y la disrupción se manifiestan a diferentes niveles, desde el diseño hasta el look de los artistas que colaboran con nosotros en el diseño de nuestros relojes. Hemos innovado mucho creando sinergias con artistas que reflejan la personalidad de nuestras piezas, como la creadas, por ejemplo, junto al artista multidisciplinar Takashi Murakami, el escultor Richard Orlinsky o Maxime Plescia-Büchi, tatuador y fundador de Sang Bleu.
Hublot es una firma única en la innovación de cerámicas de colores vivos, como el rojo, el amarillo y el zafiro, así como en el nivel de los movimientos. También probamos y mostramos la innovación a nivel mecánico para crear productos únicos y diferentes.
¿Qué aporta la digitalización a la alta relojería?
Con la pandemia de la covid, el contacto con nuestros clientes se perdió. No obstante, en líneas generales, los clientes entran en contacto con la marca en un 90% a través de vías digitales, como nuestra web o las redes sociales. El medio digital complementa y resulta fundamental para, después, lograr vender un reloj, ya sea tanto de forma física en las boutiques o de manera digital.
¿Está el lujo reñido con los públicos de las nuevas generaciones?
Al ser una marca joven, nuestra manera de hablar a las nuevas generaciones, que se expresan en el ámbito digital, es mediante las redes sociales o Instagram. Fuimos la primera marca relojera en entrar fuerte en este campo. También a través de las colaboraciones con los embajadores de la marca, como el futbolista francés Kylian Mbappé, o por medio de la música con DJ Snake, que es un artista francés que no para de acumular éxitos internacionales y que se ha asociado a Hublot para presentar una creación exclusiva: el Big Bang DJ Snake. Esta es la forma que tenemos de llegar al público joven.
Hublot y Takashi Murakami acaban de lanzar una colección de trece relojes únicos Classic Fusion y trece nuevos NFT. ¿En qué consiste?
Por un lado, tenemos el metaverso y, por otro, NFT y blockchain. La idea es crear valor con una nueva plataforma de comunicación para hablar con jóvenes, pero también con una nueva audiencia de clientes potenciales que están en este mundo de los NFT y las criptomonedas. Además, Murakami es el artista más implicado en el NFT.
¿Hasta qué punto con esta colección el reloj como obra de arte alcanza un nuevo nivel fusionando alta relojería y arte digital?
La idea es dar valor al arte digital a través de un producto físico. En las primeras ediciones de Murakami, quien compraba un reloj tenía un NFT y, así, hicimos 300 NFT, pero comprobamos que era difícil escalar su valor. Lo que hicimos es invertir el proceso: crear un NFT que da acceso a un reloj. Hicimos pocos relojes, pero a 50.000 euros el NFT para tener acceso al reloj, se vendieron en pocos minutos. Es posible crear valor a través del arte digital y la Alta Relojería.
El Hublot Classic Fusion lanzó la marca hace cuatro décadas. ¿Qué ha significado en el espíritu y trayectoria de la firma?
El Classic Fusion es la primera fusión (1980) en la relojería que aunaba oro y caucho. Fue una gran revolución y constituye la base de la trayectoria de la firma, que hemos desarrollado después con el Big Bang.