Por Gorka Landaburu
El grupo radical violento Boko Haram sigue sembrando el terror en Nigeria sin que la comunidad internacional se implique para darles caza. Las niñas y mujeres son las que más sufren su particular visión del Islam. Hay que actuar. No se puede seguir dejando al país africano a su suerte mientras el grupo, seguidor del Estado Islámico, se expande.
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