El acelerado proceso de degradación ambiental y el avance de la inteligencia artificial plantean un desarrollo alternativo de esta tecnología disruptiva que garantice un futuro sostenible para el planeta. La IA es un gran aliado para el cumplimiento de los 17 objetivos de desarrollo sostenible.
La Inteligencia Artificial impulsa soluciones innovadoras para mitigar el cambio climático, promueve la conservación de la naturaleza y la biodiversidad y fomenta una mejor gestión de la contaminación y los residuos. Ante la pregunta de qué aporta a la transformación hacia la sostenibilidad, ChatGPT analizó los riesgos y oportunidades de la IA ante este reto y respondió:
“En el contexto de la transformación hacia la sostenibilidad en el marco del desarrollo sostenible, ChatGPT presenta tanto riesgos como oportunidades para la sostenibilidad. Entre las oportunidades se encuentra su capacidad para promocionar información y conciencia sobre prácticas sostenibles, automatizar procesos y mejorar la eficiencia, brindar información para la toma de decisiones informadas y mejorar la comunicación y colaboración entre las partes interesadas.
“Sin embargo, también existen riesgos, tales como la posibilidad de perpetuar sesgos y desigualdades en el acceso y uso de información, así como la falta de confiabilidad y precisión de la información generada por modelos de inteligencia artificial”.
El futuro de la humanidad depende de nuestra capacidad para comprender cómo funcionan este tipo de herramientas para la transformación hacia la sostenibilidad, controlarlas y regularlas con ética, transparencia y eficiencia. Solo así las competencias ilimitadas de las múltiples aplicaciones de la IA se pondrán al servicio de la construcción de un mundo más humano, justo y regenerativo.
Jesús Mardomingo, socio director del departamento bancario y financiero de Dentons en España y asesor de la República del Ecuador en la operación histórica de canje de deuda por naturaleza para mejorar la conservación de las Islas Galápagos y sus ecosistemas marinos, que ejerció como moderador de la mesa de debate sobre Inteligencia Artificial, afirmó que la sostenibilidad es un problema científico.
“El auge de la tecnología –explicó– puede contribuir a la solución de problemas mundiales relacionados con la sostenibilidad y ayuda al cumplimiento de los ODS en la lucha contra la contaminación y el cambio climático”.
En el uso de esta herramienta disruptiva es preciso observar ciertas precauciones, dijo el profesor Gabriel Marín Díaz, PhD en Análisis de Datos (Data Science) y director del máster de Inteligencia Artificial de la Universidad Europea. Hay que ordenar los datos para obtener conclusiones válidas y evitar los sesgos al suministrar información.
“Debemos abordar la Inteligencia Artificial desde una perspectiva ética porque en el proceso, las decisiones las tomamos nosotros, no un algoritmo. Se requiere un esfuerzo por nuestra parte y adaptarnos a la tecnología sin olvidar el pensamiento crítico y algo muy importante: primero está mi inteligencia”.
Para Silvia Leal, experta internacional en tecnología y Senior Advisor en Evercom, la IA ha irrumpido cargada de prejuicios, como que destruye empleo. “Sin embargo, me muestro optimista ante su proyección. Creo que aparentemente se centra más en lo verde que en lo social de los criterios ESG”.
En su opinión, el uso de gemelos digitales –modelos virtuales utilizados para realizar simulaciones y estudiar el comportamiento de un producto real en digital– garantiza los resultados. “Confío –concluyó– en que sea una buena herramienta para la educación y, además, genere empleo en lugar de destruirlo”.
Como herramienta disruptiva, la Inteligencia Artificial es esencial para gestionar el sistema energético y las renovables, según Wolfram Rozas, director de programas de Big Data, Inteligencia Artificial y Smart Energy en EOI. La producción de energía renovables pronto alcanzará el 80% del mix energético en España, y “la gestión de la producción, el consumo y almacenamiento solo se puede llevar a cabo con Inteligencia Artificial”.
CO2 Revolution calcula la huella de carbono y ayuda a compensarla a través de la creación de proyectos de reforestación. En 2018 fue reconocida por South Summit como una de las mejores 100 startups del mundo.
Esteban Obregón, CEO de la compañía, dijo que se trata de ofrecer soluciones eficientes basadas en la naturaleza: “Nuestro objetivo es frenar el cambio climático reduciendo las emisiones de CO2. Con esa finalidad, diseñamos proyectos de reforestación en los terrenos más adecuados, previo análisis de la flora autóctona y en regiones de alto valor ecológico. Gracias al empleo de algoritmos informáticos y a la tecnología de los drones, CO2 Revolution planta árboles lanzando semillas inteligentes desde el aire. “Con nuestras técnicas revolucionarias alcanzamos grandes superficies en poco tiempo y a bajo coste”.