La obra Couple aux têtes pleines de nuages (1937), de la época surrealista de Salvador Dalí, se subastó este jueves en la casa de pujas Bonhams en Londres. El precio final fue de 8,17 millones de libras (9,03 millones de euros). Esta pieza se creó en el momento álgido del período surrealista del pintor, en plena Guerra Civil española, una etapa vital de gran intensidad emocional.
La relación del español con los surrealistas franceses había sido estrecha desde su primera exhibición en solitario en París, en noviembre de 1929, cuyo catálogo incluía un prefacio del poeta André Breton.
El pintor se vio profundamente influido desde entonces por ese grupo, influido a su vez por las teorías sobre el inconsciente y los sueños del piscoanalista Sigmund Freud. Es por ello que en la obra se aprecian claros motivos de ese movimiento: un árbol desfigurado y figuras humanas que no se distinguen apenas.
Su mayor inspiración: el surrealismo
Todas estas imágenes recuerdan a ciertas corrientes freudianas que con frecuencia se aprecian en las obras surrealistas del pintor. Es la primera vez que ese trabajo, que procede de la colección del compositor italiano Giachinto Scelsi, se ofreció al mejor postor en una subasta.
La Couple aux têtes pleines de nuages (pareja con las cabezas llenas de nubes) está llena de las imágenes altamente personales que hicieron de Dalí el integrante más ilusionante del grupo del surrealismo durante estos años de experimentación. Ahí reveló su obsesión por la psicología de Freud y su obsesión con su gran amor y musa, Gala.
La relación con Gala también basó la obra
Dalí se adhirió al movimiento surrealista en París en 1929, al mismo tiempo que conoció a Gala, quien entonces ya estaba casada con un amigo del pintor, el poeta y fundador de ese movimiento Paul Éluard.
La relación con Gala, quien le llevaba diez años y que duró medio siglo, siempre fue controvertida, pues muchos vieron en ella la fuerza que provocó la mayor comercialización de la obra del arista tras su rechazo al surrealismo en 1939.
Salvador Dalí fue conocido por su arte salvaje y su personalidad pública por igual, y estos dos facetas le ayudaron a sobreponerse al resto de los surrealistas. Su estilo poco convencional y sus a veces extravagantes ideas fueron muy buscados y dieron a conocer el estilo a una amplia audiencia.
No sólo dejó huella en el surrealismo sino que incluso veinte años después de su muerte, su obra e influencia ha llegado a casi todas partes del mundo. Si detiene a cualquier persona en la calle, la mayoría estarán familiarizados con al menos una de sus imágenes. El nombre de Dalí sigue siendo un icono.
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