Atrás van quedando los días en que se requería un descanso para recuperarse de “las vacaciones”. Cada vez cobra más fuerza sustituir el afán de conocer muchos lugares en menos tiempo, por el conocer un lugar a cabalidad, sin impaciencia. Hacer turismo sin apuros, caminando sus senderos, disfrutando sus paisajes y conversando con la gente. No es un movimiento exclusivo de mochileros y jóvenes, sino una forma de viajar que es la contraparte del mundo frenético en el que vivimos.
Una pausa. “La vida es un viaje no un destino”, dice la canción de Aerosmith, y el mensaje está calando. Cada vez más turistas prefieren caminar por el mundo para disfrutarlo sin prisa, que ser llevado en manada y los minutos cronometrados.
En algún momento, el turismo de masas dominaba: viajar rápido, tachar destinos de una lista y acumular fotos como trofeos. Pero todo cambia, hasta la manera de conocer mundo. El movimiento en marcha apunta hacia algo más significativo: el turismo sin prisas, a saborear cada momento, sumergirnos en las experiencias y reconectar con el entorno social, natural, urbano. Con la vida, lejos de horarios y rutinas.
Su filosofía es simple. Viajar con calma puede ser más gratificante y enriquecedor. En lugar de correr de un lugar a otro, la alternativa es sumergirnos en la cultura local. Conversar con lugareños, probar su comida tradicional y descubrir las historias que los motivan y alegran. Un turismo que respeta la naturaleza, que la conoce y la respeta, la cuida, la preserva.
Caminando por el mundo
Al elegir opciones sostenibles, como caminar en lugar de usar vehículos, contribuimos al bienestar general del planeta. No importa si viaja con una mochila o con una maleta de firma, y todos puedes ser parte de la misma aventura, viajes solo, en pareja o en grupo.
Cada vez son más los que prefieren los viajes activos. No más tumbonas junto a la piscina, sino caminar. Recorrer senderos que serpentean entre viñedos y colinas. Recorrer varios kilómetros al día. Entre los mayores de 45 años, los viajes que implican caminar son más populares que las vacaciones gastronómicas o safaris, según la Adventure Travel Trade Association.
En los últimos años, por ejemplo, Macs Adventure ha registrado un aumento del 200% en las reservas de sus caminatas por Europa. No son los únicos. Niall Corcoran, de Wild Rover Travel, una empresa danesa de senderismo autoguiado, afirma que los estadounidenses son su segundo grupo de clientes. La mayoría, parejas que tienen entre 50 y 60 años de edad.
Si la idea de ampollas dolorosas le intimida, recuerde que el senderismo puede ser la actividad más relajante. Empresas como Macs Adventure, Wild Rover Travel o Ryder-Walker Alpine Adventures proporcionan itinerario, mapas, reservan alojamiento e incluso pueden organizar el traslado de equipaje. Si prefiere un enfoque más estructurado, las caminatas guiadas ofrecen la tranquilidad de contar con un profesional a su lado en todo momento.
Exmochileros, jubilados y viajeros
Hay jubilados que consideran que los viajes a pie son una evolución natural de sus días de mochileros y acampada. Después de varios viajes, disfrutan de la libertad de conectarse con la naturaleza a su propio ritmo. Pero si quieren evitar cargar con su equipaje, el servicio de traslado de equipaje y la comodidad de bed and breakfasts, (en lugar de tiendas de campaña) que ofrecen las operadoras son un gran atractivo. Lo sabemos, nunca dormir en el suelo es reconfortante por mucho espíritu de aventura que se tenga.
Recorrer senderos rurales puede parecer intimidante. Si no recuerda como orientarse con un brújula, los viajeros menos expertos pueden disfrutar de rutas complejas mediante la tecnología GPS. Las visitas a pie son la forma ideal de explorar un lugar y sumergirse en su cultura. Ahora es posible sin renunciar a la comodidad y el confort. Las operadoras ofrecen alojamiento en hoteles de cinco estrellas y acceso exclusivo a atracciones turísticas. Además, como muchos no disponen de tiempo para planificar sus viajes, empresas como Classic Journeys se encarguen de la logística y del estrés de la planificación.
Al elegir una ruta, es importante tener en cuenta su forma física, experiencia y preferencias. Si es principiante, comience con una ruta corta y fácil. A medida que gane experiencia, puede aumentar gradualmente la dificultad de las rutas que elija. Es importante tener en cuenta el clima y la época del año en que planea viajar. Hay rutas que pueden estar cerradas en ciertas épocas del año.
Rutas para caminantes
- Para los más aventureros: Alpes: el clásico de Dachstein, Wild Rover Travel (nueve días). Si está en excelente forma física preparado para un desafío, esta caminata por los Alpes austríacos es la suya. La distancia diaria ronda los once kilómetros, con subidas empinadas y un clima impredecible. ¿El premio? Magníficas vistas panorámicas de las montañas y una nueva manera de ver la naturaleza.
- Para los de nivel intermedio: Si busca una experiencia más relajada, pero no menos gratificante, el camino de Österlen en Suecia es una excelente opción. Le llevará por varios kilómetros a lo largo de la costa del Báltico durante cinco días. Podrá disfrutar de pintorescos pueblos pesqueros, tentadores aromas del mar y un paisaje llano que le permite avanzar a su propio ritmo.
- Para principiantes: Recorrido cultural a pie por Marruecos. Una inmersión guiada en Marruecos de nueve días es ideal. No se trata solo de kilómetros diarios; visitará mercados bulliciosos y caminará entre olivares. Además, si necesita un descanso, hay una camioneta (o un burro) a su disposición.
- Destinos en España: Islas La Gomera y El Hierro. En el archipiélago canario, dos joyas emergen como destinos. El Hierro, la primera isla autosuficiente en energía renovable, le ofrece paisajes volcánicos, acantilados abruptos y una exuberante vegetación. La UNESCO la reconoce como reserva de la biósfera. La Gomera es un paraíso ecoturístico. Su Laurisilva, un bosque prehistórico, se ha mantenido gracias a su clima templado. Aquí, la tradición se mezcla con la naturaleza.
Recuerde el calor del verano
En el verano las olas de calor pueden desafiar al viajero más experimentado. Si optó por disfrutar de largas y enriquecedoras caminatas siga los consejos de los expertos para enfrentar el sofocante abrazo del sol.
- Planificación anticipada: Cuando haga la maleta, piense en comodidad y frescura. Opte por ropa holgada y de colores claros, hecha de tejidos transpirables. No olvide un sombrero de ala ancha y gafas de sol. Además, considere llevar un ventilador de mano recargable, una sombrilla de viaje y un pañuelo que pueda mojar en agua fría. Nunca está demás un monitor de actividad física para estar atento de su bienestar
- Seguro de viaje inteligente: Busque una póliza de seguro que cubra el clima. Aunque no todas lo hacen, algunas compañías como Sensible Weather reembolsan a los viajeros por reservas afectadas por condiciones climáticas extremas. Si el termómetro se dispara, su bolsillo estará a salvo.
- Flexibilidad es la clave: En lugares soleados como el sur de España, Italia o Grecia, siga el ritmo local: la siesta es sagrada. Traslade sus actividades al aire libre a las primeras horas de la mañana o al atardecer.
- Aproveche la temporada media: Considere viajar en otoño, las temperaturas son más agradables y hay menos multitudes. Destinos como Umbría en Italia son especialmente encantadores en esta época. En verano explore el norte de Escandinavia o los países bálticos. Allí encontrará frescura y menos multitudes.
- Antes de salir de casa, descargue aplicaciones meteorológicas y de planificación de rutas que le ayuden a encontrar las zonas más frescas y fuentes de agua potable más cercanas. Algunas, como Meteo y Extrema, monitorizan las alertas de calor y los índices de temperatura en los lugares de interés más populares.
Sin preocupaciones y a su ritmo
Los amantes del turismo sin prisa viajan sin preocupaciones y las visitas guiadas ofrecen una gran tranquilidad, inncluso para quienes tienen necesidades especiales. En caso de algún imprevisto, siempre hay asistencia inmediata. Edward Piegza, de Classic Journeys, atribuye el auge de este tipo de viajes a los beneficios que aportan a la salud. No se trata solo de dar 10.000 pasos diarios, sino de una forma de ejercicio de bajo impacto que se combina con el placer de la exploración. No se trata de metas de acondicionamiento físico, sino de puro placer.
Hidrátese, protéjase y sea flexible. Prepárese. El mundo sigue girando. Deje a un lado la prisa y el estrés. Haga una pausa, una caminata lenta, en la que pueda disfrutar del paisaje y saborear a cada paso la amabilidad de la naturaleza.. Suelte sus preocupaciones y hágalo a su ritmo. Recuerde la canción de Aerosmith, «la vida es un viaje, no un destino».