Por Cambio16
26/04/2017
Las Naciones Unidas advierten que cerca de 20 millones de personas pueden morir de hambre en los próximos seis meses en Sudán del Sur, Somalia, el noreste de Nigeria y Yemen, por lo que es necesario tomar medidas urgentes para poder prevenirlo.
El director general de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), José Graziano da Silva, ha declarado durante la apertura del consejo de esta organización que además de matar a personas, la hambruna «contribuye a la inestabilidad social y perpetúa un ciclo de pobreza y de dependencia de ayuda» que reina en estos países desde hace décadas.
Además, Graziano da Silva ha advertido sobre el estado actual de las comunidades rurales de la cuenca del Chad donde la gente está «desesperada», mientras lucha contra los impactos del cambio climático, en particular, las sequías, así como contra la falta de las inversiones públicas.
En el marco de la sesión 156, que se celebra hasta el 28 de abril en Roma, la FAO pretende poner sobre la mesa las iniciativas para combatir la hambruna en la región, en particular abordar el presupuesto y contribuciones financieras adicionales.
Mientras tanto, varias organizaciones están prestando ayuda humanitaria en las zonas en cuestión. El oficial encargado de la ONG Handicap International para el este de África, Xavier Duvauchelle, ha señalado que en algunas áreas de dichos países ya se han registrado muertes por la hambruna y enfermedades relacionadas.
El representante de la ONG ha subrayado que la situación actual va a deteriorarse a lo largo de los próximos meses, lo que se debe a tres factores principales. En particular, la segunda temporada de lluvias en el Cuerno de África acaba de empezar con un retraso de varias semanas, por lo que se prevé escasez de agua en la región.
Otra razón de la extensión del hambre son los conflictos violentos que están desatados en Sudán del Sur, Somalia y Nigeria, haciendo huir a miles de personas. Un gran número de ciudadanos van a ser desplazados, lo que significa el aumento de las personas que dependen de la ayuda alimentaria. Se estima que un millón de refugiados de Sudán del Sur tendrán que llegar a Uganda para finales de este año.
Además, la crisis se intensifica por el hecho de que «la respuesta internacional ha sido demasiado lenta». Según ha indicado Duvauchelle, el pasado mes de marzo la ONU pidió 4.400 millones de dólares, pero de momento solo un 21% ha sido recaudado.
Duvauchelle ha señalado que la hambruna en estos países puede parecer «un problema distante o político», pero ha destacado que sin dinero para la asistencia urgente «muchas personas van a morir».
Las estadísticas y la experiencia de la organización señalan que la crisis alimentaria que se avecina será mucho más devastadora que aquella que azotó Somalia en el 2011 y causó más de 260.000 muertes. «Sin la intervención drástica el nivel del sufrimiento humano alcanzará un nivel que no hemos visto en los últimos 70 años», han aseverado desde la ONG.