La genética influye sobre la capacidad de respuesta de los seres humanos a la enfermedad generada por el coronavirus SARS-CoV-2, la COVID-19, causante de la pandemia que acumula ya más de 2,5 millones de personas muertas y más de 112 millones infectadas a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud.
Científicos rusos de la Facultad de Biología y Biotecnología de la Universidad Nacional de Investigación (HSE), la Universidad Nacional de Investigación Médica de Rusia Pirogov y el Hospital Clínico de la Ciudad de Filatov identificaron una predisposición genética a sufrir Covid19 de forma grave si tienen el genotipo HLA clase I (HLA-I).
HLA es el acrónimo inglés de Human Leukocyte Antigen (Antígenos Leucocitarios Humanos). Y tal concepto define a los antígenos formados por moléculas que se encuentran en la superficie de casi todas las células de los tejidos de un individuo y también de los glóbulos blancos (leucocitos) de la sangre.
El equipo de investigadores usó técnicas de aprendizaje automático para estudiar la conexión existente entre ese genotipo HLA-I y la gravedad de la enfermedad. Evaluaron específicamente la potencia de la respuesta inmunitaria de las células T ante el virus SARS-Cov-2, que es el que genera a la enfermedad Covid19.
La genética determina la respuesta al SARS-CoV-2
Para validar los resultados de su estudio y su modelo, analizaron los genotipos de más de 100 enfermos afectados por Covid19 y más de 400 personas sanas, tanto en Moscú como en Madrid.
La inmunidad de las células T es uno de los mecanismos clave que usa el cuerpo humano para defenderse de las infecciones virales. El sistema inmunológico, para poder defender a nuestro cuerpo de virus, debe primero que nada poder identificarlo como tal. Si no logra hacer eso, pues no genera defensas inmunológicas oportunamente.
La inmunidad celular empieza a ocurrir cuando se presentan péptidos del virus en la superficie de las células infectadas. Después de eso, se produce la activación de los linfocitos T, que comienzan a eliminar las células infectadas.
Y la capacidad de presentar con éxito los péptidos del virus está determinada, en gran medida, por la genética, según los biólogos y biotecnólogos de HSE.
Seis moléculas únicas en cada humano
Los medios y revistas científicas que han divulgado detalles de esta investigación hasta la fecha, destacan que en las células humanas las moléculas del Antígeno Leucocitario Humano de clase I son las responsables de esta presentación de los péptidos del virus y que el conjunto de seis de estas moléculas, que es único en cada ser humano, se hereda de los padres.
“Si el conjunto de alelos (formas alternativas de un gen y cuya expresión determina ciertas características) detecta bien el virus, las células inmunitarias reconocerán y destruirán rápidamente las células infectadas. Y si una persona tiene un conjunto que es malo en dicha detección, es más probable que se observe un caso más grave de la enfermedad”, explican los científicos.
Los investigadores acotaron que la puntuación de riesgo modelada en su estudio resulta eficaz para predecir la gravedad de la COVID-19 en cada persona y ayuda también a evaluar cómo una determinada mutación de esta enfermedad puede afectar al desarrollo de la inmunidad de las células T contra el virus.
“Podremos detectar grupos de pacientes en los que la infección con nuevas cepas de SARS-CoV-2 puede dar lugar a formas más graves de la enfermedad“, afirmó Alexander Tonevitsky, uno de los investigadores del equipo de la HSE.
La vacunación puede ser más efectiva
Estos hallazgos también podrían tener una aplicación inmediata en los procesos de vacunación que se están llevando a cabo de todos los países del mundo, desde que las vacunas contra el COVID-19 fueron autorizadas por las autoridades sanitarias correspondientes. Por ejemplo, las personas con genotipo HLA de riesgo podrían ser priorizadas durante los procesos de vacunación
En cuanto a los avances de dichos procesos de vacunación a nivel mundial, las diferencias entre los países se siguen profundizando, de acuerdo con la más reciente información disponible en Our World in Data.
Mientras en Israel un 85% de la población ha sido vacunada, en los Emiratos Árabes Unidos se ubica 56% y en Estados Unidos e Inglaterra el rango varía entre 18% y 26%. En Chile, la proporción se ubica en 15% y le siguen Polonia (7,1%), Noruega (6,8%), España (6,2%), Alemania (6%), Italia (5,8%), Francia (5,4%), Canadá (3,7%), Brasil (3,2%), China (2,8%), Rusia (2,6%), Arabia Saudita (2,6%), México (1,3%), la India (0,8%), por citar algunos casos contrastantes. El bajo nivel de vacunación en algunos países de Latinoamérica, como Venezuela, es especialmente preocupante.
Si desea acceder al estudio de los científicos rusos publicado en Frontiers in Inmunology directamente, puede hacer clic aquí.
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