El gran impuesto que sirvió para que la CUP accediera a aprobar los Presupuestos catalanes con Junts pel Sí ya es una realidad. El Parlament dio luz verde este miércoles a la nueva tasa sobre activos no productivos, que empezará a computarse a partir del próximo 30 de junio de este año y, posteriormente, anualmente el 1 de enero, reseñó elEconomista.es.
El objetivo de esta nueva tasa es gravar los activos no ligados a la producción de personas jurídicas, como empresas o asociaciones. A partir de ahora, la Generalitat gravará bienes inmuebles, vehículos de motor con una cilindrada igual o superior a los 200 caballos, embarcaciones de ocio como yates con ocho metros de eslora o más, aeronaves que estén a nombre de sociedades y en Cataluña. En el último momento, también se añadieron a la lista objetos de arte, antigüedades y joyas. Según la propuesta, la base imponible se calculará sumando el valor de todos los activos no productivos.
Aunque en un inicio se había fijado un mínimo exento de 500.000 euros, e incluso 100.000 si no estaba incluido un inmueble, finalmente se ha eliminado. Algo que fue criticado el miércoles de forma contundente por parte de Ciudadanos. El impuesto se aprobó con amplia mayoría, con 82 votos a favor de Junts pel Sí, CUP y CSQP.