Por Juan Emilio Ballesteros
25/12/2016
La transformación digital es el cambio social más disruptivo desde la revolución industrial. La irrupción de las nuevas tecnologías en todas las actividades industriales y económicas anuncia una evolución del modelo de producción que afectará sin duda a la vida cotidiana de millones de personas. La inteligencia artificial y el denominado internet de las cosas dibujan un futuro en el que las máquinas hablarán con las máquinas y la acción del hombre se centrará más en el terreno del conocimiento que en los trabajos manuales que pueda desempeñar cualquier ingenio robotizado. Las empresas exigirán nuevas habilidades y competencias para las que aún no estamos preparados y los profesionales necesitarán una formación específica que tendrá que ver más con la innovación, la creatividad y la imaginación que con el saber tradicional, todo un compendio de información que se gestionará a través del big data.
El adiestramiento de los profesionales del futuro tendrá que adaptarse a las exigencias de un mercado laboral sometido a una profunda reconversión. En la Unión Europea –y España vive inmersa en estos momentos en esa metamorfosis tecnológica–, se van a crear nuevos empleos que requerirán titulaciones que hoy ni siquiera existen. Quien antes se adapte a esta realidad cambiante afrontará la nueva situación con mayores garantías de éxito, como ocurre con la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI), que lleva formando ingenieros e innovando desde su fundación en 1908 para ir siempre un paso por delante de los requerimientos laborales, con el aval de pertenecer a otra institución centenaria como la Universidad Pontificia Comillas, referente internacional de excelencia educativa.
La investigación, el desarrollo y la innovación en tecnología, mediante proyectos impulsados en la mayoría de las ocasiones por las propias empresas, forman parte del eje troncal del sistema educativo en ICAI. Sus resultados concitan alabanzas en los foros más prestigiosos, como queda patente con los elogios vertidos por el secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest J. Moniz, que ensalzó el ambicioso programa de colaboración entre ICAI y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) para la realización de proyectos de investigación conjuntos sobre regulación, planificación, operación y tecnología de los sistemas de energía eléctrica.
Este empeño por mantener un contacto permanente con las empresas e intercambiar puntos de vista sobre las necesidades actuales y futuras de las corporaciones industriales es uno de los objetivos que se ha marcado Mariano Ventosa, director de ICAI, para quien “es preciso formar profesionales capaces de evolucionar y crecer a lo largo de su carrera profesional en un entorno multicultural y en cambio constante”.
Por ese motivo, ser innovador en el ámbito educativo tiene una importancia crucial. “En los últimos años, debido a la explosión del volumen de datos disponibles para las empresas, hace falta formar a profesionales que entiendan tanto las tecnologías que se precisan para recogerlos como la metodología para utilizarlos de forma eficiente”, afirma Ventosa. De ahí la prioridad por actualizar los programas educativos y la implantación de dobles grados, como los que combinan ingenierías (Telecomunicaciones e Industriales) con Administración y Dirección de Empresas. O como el doble grado que se pondrá en marcha en 2017 que compagina la Ingeniería en Telecomunicaciones y el Business Analytics, un programa innovador, multidisciplinar y muy demandado por el mercado laboral. Además se trata de materias transversales respecto a ICADE, que ya tiene un doble grado en Derecho y Business Analytics (E-3 Analytics).
La eficacia de los dobles grados se mide por sus resultados no solo en la inserción laboral de los alumnos egresados, sino fundamentalmente en la valoración de sus competencias, que les sitúa en puestos de responsabilidad empresarial y liderazgo emprendedor. “Formamos profesionales cuyas habilidades se fundamentan en tres pilares: dominio de las tecnologías de la información y las comunicaciones, amplios conocimientos sobre ciencia de datos y entendimiento profundo del mundo de los negocios, todo ello con prácticas integradas en los planes de estudio”, concluye Mariano Ventosa.