La gastroenteritis es un problema de salud pública importante en Pakistán. Entidades oficiales estiman que mata a unas 60.000 personas cada año y es responsable de casi el 60% de las muertes infantiles en ese lapso. Más de un tercio de los niños menores de cinco años han sido tratados por diarrea en algún momento. Un grupo de especialistas, conocedores de esa realidad y de lo evitable que puede ser esa penoso situación, ha desarrollado el proyecto GastroPack.
Pakistán es uno de los países más azotados por el cambio climático. Fuertes y prolongadas sequías y torrenciales aguaceros que derivan en destructivas inundaciones. La ocurrida en 2022 dejó miles de hogares bajo el agua, más de 1.500 muertos, puentes y carreteras destruidas, cosechas perdidas y más de 33 millones de personas afectadas.
La gastroenteritis no viral es una infección del estómago y el intestino por microorganismos dañinos. Causa diarrea, náuseas y deshidratación. En Pakistán es una causal importante de muertes. Las alteraciones climáticas empeoran las condiciones de insalubridad y la escasez de agua potable. Generan deshidratación y malnutrición y, además de ser un floreciente cultivo para la gastroenteritis. Los niños y los adultos mayores son los más vulnerables.
Chris Quince, profesor e investigador del Instituto Earlham y del Instituto Quadram, codirige el proyecto GastroPak. Una iniciativa multidisciplinaria que explora los factores culturales, sociales, sanitarios y microbiológicos que influyen en la propagación de los microorganismos responsables de la gastroenteritis. «Una enfermedad que es una importante carga para la salud pública en Pakistán con más de 225 millones de habitantes», afirmó.
Estragos de la gastroenteritis en Pakistán
El proyecto GastroPak incluye a científicos sociales, microbiólogos, ingenieros, epidemiólogos, químicos y estadísticos. Se centra en la agricultura, el saneamiento, el agua potable, la alimentación, la higiene general y el contacto persona a persona. “Estamos intentando comprender los factores que potencian la propagación de la gastroenteritis en Pakistán. No solo analizamos factores biológicos, sino también elementos que incluyen la disponibilidad de agua potable, las soluciones de ingeniería para el saneamiento, cómo se cultivan los alimentos y la dinámica social”, detalló Quince.
A principios del año, participantes internacionales recibieron durante dos semanas de capacitación en microbioma, bioinformática y análisis estadístico en el Instituto Earlham. La meta es desarrollar pruebas de detección rápida basadas en qPCR para bacterias y parásitos asociados con la gastroenteritis. Podrían incluir las bacterias Campylobacter y E.coli, así como los parásitos Cryptosporidium y Giardia.
Los investigadores van a rastrear la fuente de microorganismos dañino mediante la secuenciación del genoma completo en múltiples entornos, lo que permite a los científicos probar las rutas de transmisión. Por ejemplo, las bacterias pueden transferirse del suelo a las frutas o verduras. «Estamos trabajando en pruebas de bajo costo, fáciles de transportar, rápidas y confiables que utilizan tecnología de secuenciación de ADN. Tienen el potencial de abrir nuevos caminos en la revención de enfermedades», explicó.
La información obtenida y las nuevas herramientas moleculares desarrolladas para combatir la transmisión de gastroenteritis no viral serán transferibles a otros países donde existe un alto riesgo de gastroenteritis.
Proyecto GastroPack, una alternativa
Una segunda línea de ataque será aumentar la conciencia sobre las cuestiones sociales. El grupo también trata de reunirse en Pakistán con individualidades o corporaciones que tengan interés en el agua potable y los alimentos, el saneamiento y la salud pública, que son condiciones básicas para enfrentar la gastroenteritis. Muchas bacterias y parásitos pueden causar gastroenteritis. Algunos se encuentran en el agua, otros en la carne y otros en las ensaladas. La escasez de agua potable contribuye notoriamente a las altas tasas de gastroenteritis no viral en Pakistán.
“Si podemos identificar las fuentes de gastroenteritis bacteriana, entonces nosotros (o nuestras ONG asociadas, como la OMS) podremos orientar adecuadamente las campañas para evitar la transmisión. “Si la mayor parte de la contaminación se produce a través del agua, entonces enfatizamos el tratamiento del agua, en lugar de las prácticas de higiene. De hecho, esta información es potencialmente muy útil para las propias personas. Les proporciona evidencia que pueden presentar a los responsables de las políticas para generar un cambio real. Una gran parte de este trabajo implicará abordar cuestiones culturales, y nuestros socios en Pakistán están identificando la mejor manera de trabajar en ellas».
Llevar a cabo el trabajo en múltiples disciplinas con socios paquistaníes significa que el trabajo estará integrado en la cultura de Pakistán desde el principio. Creado y moldeado por las personas a las que pretende beneficiar. Se espera que las lecciones aprendidas en Pakistán puedan adaptarse a otros países donde la gastroenteritis no viral es endémica.
El proyecto GastroPak desplegará equipos y protocolos permitirá detectar diferentes especies de patógenos gastroenteríticos no virales. Luego, estas muestras se utilizarán para realizar una encuesta de patógenos en el medio ambiente, los animales domésticos y la comunidad local.