La Formación Profesional no logrará despegar sin la colaboración de las empresas. Tiene que amoldarse a los requerimientos del mercado laboral tras la reforma, incluir las prácticas en los planes de formación y buscar un acercamiento a los modelos de otros países de Europa.
Por Benito Guerrero
10/01/2015
Es una de las principales herramientas para aprender a realizar un oficio y acceder posteriormente al mundo laboral. La Formación Profesional en los últimos años está viviendo uno de sus mejores momentos. Entre 2013 y 2014 las contrataciones de sus titulados subieron un 14%. El principal reto de la FP es transmitir a los alumnos el desarrollo adecuado con dos objetivos: adquirir la cualificación necesaria que exigen las empresas y su adaptación al mercado laboral. “Aunque un título universitario tiene más prestigio que uno de Fomación Profesional, de un Grado Superior se sale mejor preparado que de una carrera porque está todo bastante enfocado a la práctica”, explica Fernando Gómez, estudiante del Ciclo Formativo de Grado Superior en Administración de sistemas informáticos en red.
El mercado exige cada día más competencias y mayor cualificación. La relación de la Formación Profesional con la sociedad no ha gozado históricamente de buena salud y durante muchos años, ha estado minusvalorada e incluso desatendida socialmente. En 1970, con la Ley General de Educación se intentó dar un impulso que se consideraba necesario en aquel momento, pero que no llegó a buen puerto.
En la actualidad, la oferta de FP está compuesta por 142 títulos oficiales que se imparten en 3.015 centros de toda España. La antigua ley regulaba dos niveles de aprendizaje: el grado medio y el superior. La Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) creó dos nuevos modelos a los que denomina Formacion Profesional básica y Formación Profesional dual. El primero quiere sustituir los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y, el segundo, ofrece un itinerario que alterna la formación entre los diferentes centros educativos y las empresas.
Esta ley establece como novedad un cuarto curso de ESO con dos opciones diferenciadas, una de ellas dedicada a los alumnos que tienen claro que posteriormente estudiarán un Grado Medio. Los cambios persiguen que la Formación Profesional se convierta en una opción a tener en cuenta por los estudiantes que no descartan la formación universitaria.
Para acceder a un grado medio existen tres vías: pruebas de acceso para mayores de 17 años, desde Programas de Cualificación Profesional Inicial o después de obtener el título en ESO. De otro modo, al grado superior se llega después de estudiar un grado medio a través de una prueba de acceso o tras conseguir el título de Bachillerato. Un grado superior es, además, una de las llaves para poder cursar estudios universitarios. El número de alumnos matriculados en FP asciende en la actualidad a 661.047, de ellos 332.495 son de ciclos formativos de Grado Medio y 328.552 de Grado Superior.
Con la crisis económica, las titulaciones de Formación Profesional ampliaron sus tasas de inserción laboral. Las cifras de la FP en España avalan su evolución. En cuanto a la inserción laboral, más del 50% de los contratos firmados en 2014 por titulados de FP se corresponden con nueve de los 172 títulos que se ofrecen en España, entre los que se encuentran Ganadería y asistencia en sanidad animal, Operaciones de vidrio y transformados y Tratamientos superficiales y térmicos. En el último año, sólo el 6,5% de los contratos laborales se hicieron a titulados de FP superior y el 4,7% de grado medio fueron indefinidos. Los datos recientes de insercción laboral no ayudan a acabar con los prejuicios que este ciclo formativo ha venido acumulando en los últimos años.
Las titulaciones más demandadas
Los títulos de FP con más contratos a jornada completa en 2014 son, en primer lugar, Ganadería y asistencia en sanidad animal y, en segundo, Operaciones de vidrio y transformados y Tratamiento de superficies y térmicos. En diciembre de 2014, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, los títulos de FP con más contratos temporales son Desarrollo de aplicaciones web, Mantenimiento de aviónica y Animación 3D juegos y entornos educativos. Las titulaciones que más demandan las empresas son técnico en gestión administrativa, cuidados auxiliares de enfermería y técnico superior de administración y finanzas.
Unir la docencia y el mundo laboral es uno de los fines principales de la Formación Profesional, un objetivo que sólo se consigue en algunos casos. Para Ainara Paredes, estudiante de Grado Superior en agencias de viajes y gestión de eventos turísiticos, “se debería invertir mucho más en materiales y recursos educativos que posteriormente se utilizarán en las empresas. A pesar de tener muchas clases que deberían ser prácticas, la formación teórica ocupa la mayoría de los programas de las asignaturas”. En relación a la posibilidad de encontrar trabajo después de estudiar Fomación Profesional, añade que “muchos de los alumnos se quedan empleados en la empresa donde hacen las prácticas”.
Con la crisis económica ha aumentado considerablemente la demanda de titulaciones de Formación Profesional. Las familias profesionales con mayor éxito entre en el alumnado son Sanidad (18,6% en Grado Medio y 11,5% en Grado Superior), Administración y Gestión (15,6% en Grado Medio y 16,2% en Grado Superior), Servicios socio-culturales y a la comunidad (5,6% en Grado Medio y 15,8% en Grado Superior), Electricidad y Electrónica (10,5% en Grado Medio y 7,5% en Grado Superior) e Informática y Comunicaciones (8,2% en Grado Medio y 10,5% en Grado Superior). Hace unos años, cuando las plazas no se cubrían en casi ningún centro español, esta situación era inimaginable.