Por Cambio16
01/12/2016
La teoría se hizo cierta. Las autoridades aeroportuarias colombianas presentaron hoy en Medellín las primeras conclusiones sobre el accidente con el avión que llevaba al Chapecoense a dicha ciudad de para jugar contra el Atlético Nacional por el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana.
De acuerdo con el titular de la Secretaría Nacional de Seguridad Aérea de Colombia, Freddy Bonilla, la aeronave de la empresa boliviana LaMia se había quedado sin combustible en el momento del choque, lo que indica la posibilidad de haber existido en momentos anteriores una avería eléctrica.
“Podemos decir claramente que el avión no tenía combustible en el momento del impacto. Una de las hipótesis que trabajamos es que en la medida que el avión no tenía combustible, los motores se apagaron y hubo un corte de energía”, expresó Bonilla en una conferencia de prensa en el aeropuerto Olaya Herrera.
La investigación
Si bien el piloto decretó emergencia alegando una falla eléctrica, el análisis realizado de su plan de vuelo y los datos de radar, llevaron a los investigadores a pensar, que en realidad el avión se estrelló por falta de combustible. En el siguiente mapa se puede observar una copia del mapa del radar que siguió el trayecto de la aeronave de la empresa LAMIA, un Avro RJ85 de origen británico.
De acuerdo con el fabricante de la aeronave, de patente CP-2933, la autonomía máxima con el tipo estándar de combustible aeronáutico es de 2.909 km. Según el registro del vuelo, la aeronave voló durante 2:40, a lo largo de 2.975 km, por lo que los pilotos habrían utilizado el combustible disponible, además del de reserva, por encima de la autonomía de fábrica.
Los pilotos, según las primeras informaciones, declararon una “falla eléctrica” poco antes del siniestro, lo que todavía debe ser investigado.
El análisis del mapa en esta nota implica que los pilotos partieron de Santa Cruz de la Sierra con el combustible justo para llegar a Medellín, pero no tuvieron en cuenta otra aeronave que previamente decretó la emergencia sumado a las duras condiciones climáticas que afrontaron llegando al aeropuerto de destino.
La aeronave alcanzó a realizar una vuelta completa del patrón de espera, antes de declarar la emergencia y estrellarse a unos 17 kilómetros de distancia del aeropuerto. Eventualmente y minutos antes del desastre, los pilotos habrían realizado una comunicación con la torre en la que están quedándose sin combustible y pidiendo prioridad, aunque ya era tarde, ya que la torre había dado prioridad a otra aeronave en emergencia.
Las fuerzas de seguridad colombianas se encuentran recopilando los restos de la aeronave para iniciar la investigación del siniestro, que puede llevar entre 2 y 3 años.