Cada vez más empresas optan por ofrecer bolsos de algodón reutilizables para evitar las bolsas de plástico, tan dañinas con el medioambiente. Se han popularizado mucho en los últimos años, los usuarios las eligen pues consideran que así transmiten una mentalidad más respetuosa con el planeta. Sin embargo, las bolsas de algodón no son tan amigables con la Tierra como pensamos y pueden estar creando un nuevo problema.
Una bolsa de algodón como la que usamos para ir al mercado, y que incluso muchas marcas obsequian a sus clientes debe usarse 20.000 veces para compensar su impacto general de producción, según un estudio de 2018 del Ministerio de Medio Ambiente y Alimentación de Dinamarca. Es decir, una persona debe usar una bolsa orgánica todos los días durante 54 años para ayudar realmente al planeta. Además, un usuario promedio no guarda una sola bolsa de estas, pues se estima que cada persona tiene en casa entre 5 y 10 bolsas reutilizables de algodón.
En 2006, la agencia medioambiental británica demostró, de forma bastante contradictoria, que el rendimiento ecológico (en particular, la huella de carbono) de las bolsas de tela no era mejor que el de las bolsas de plástico. Para ser una mejor alternativa que las bolsas de polietileno que se usaban una vez, las bolsas de mano tenían que reutilizarse al menos 130 veces.
Para llegar a producir una bolsa de algodón debe usarse mucha agua, además de que su producción se relaciona con el trabajo forzoso, ha dicho Travis Wagner, profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Maine, quien revela que en Xinjiang, China se produce el 20% del algodón del mundo para abastecer a la mayoría de las marcas de moda occidentales.
Las bolsas de algodón son difíciles de desechar
Por otro lado, una bolsa de algodón no se puede desechar tan fácilmente. No se puede simplemente tirar una bolsa así en un contenedor de abono, pues aún no se ha encontrado un abono municipal que acepte textiles. Solo el 15% de los 30 millones de toneladas de algodón que se producen cada año llegan a los depósitos textiles, y de ese porcentaje la mayoría contienen logotipos de marcas o frases y dibujos basados en PVC impresos en ellos, lo cual imposibilita por completo su reciclaje.
Estos patrones impresos en las bolsas de algodón son «extremadamente difíciles de descomponer químicamente», según Christopher Stanev, cofundador de Evrnu, una empresa de reciclaje de textiles con sede en Seattle. Para llevar a cabo la tarea de desechar las bolsas de algodón primero deben cortar de la tela todo logo o frase de PVC, que hace que se desperdicie un 10% de algodón.
Uso de bolsas reutilizables con el fin de salvar al planeta
En general, usar bolsas de algodón no es tan amigable con el planeta como se pensaba. Los expertos en reciclaje de textiles aseguran que su uso masivo es un muy buen ejemplo de las consecuencias no deseadas de las personas que intentan tomar decisiones positivas y no comprenden el panorama completo.
Desde 2007, aproximadamente, se utilizan las bolsas de algodón como alternativa «más sostenible» a las bolsas comunes de plástico. Con el tiempo, su uso se extendió a la moda. En verano de 2021 las famosas «tote bags» (una bolsa para cargar en inglés) inundan las pasarelas, las redes sociales y los programas de televisión dedicados a la moda. «No solo son reutilizables, también son bonitas y transmiten un tipo de vida saludable», dicen las fashion bloggers.
Diversas marcas ofrecen a los usuarios bolsas de algodón por solo 1 dólar/euro adicional en sus compras. Hay de distintos colores y estilos. Incluso empresas que aseguran cumplir ciertos estándares de sostenibilidad social o ambiental usan a sus clientes como vallas publicitarias móviles. Los usuarios las ven como una parte emblemática de su experiencia comprando cualquier producto.
Durante mucho tiempo las marcas más lujosas las usan para proteger sus zapatos o bolsos contra el polvo. Pero la supuesta sostenibilidad que contienen estas tote bags significa que más marcas envuelven sus productos en cada vez más capas de textil. Hay artículos que ni siquiera necesitan protección contra el polvo, pero igual llegan envueltos varias veces.
Alternativas más sostenibles
Gracias a los diversos estudios sobre el uso de las bolsas de algodón reutilizables y su dificultad para ser desechadas muchas marcas dejaron de producir bolsas de algodón y planean implementar otras alternativas. También consideran útil que los clientes puedan elegir si optar por una bolsa o no.
Algunas empresas han optado por producir bolsos en una mezcla 60-40 de algodón orgánico y reciclado. Costará más, pero reduce el agua entre un 70 y 80%. Otras marcas están recurriendo a otras soluciones textiles como cambiar por completo el algodón por cáñamo, o hacer bolsas a partir de botellas de agua recicladas. También hay que considerar que no todos los productos necesitan una bolsa. Como es el caso de las frutas o verduras.
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