Un controvertido debate está a punto de llegar al límite. A un lado, países e inversionistas en busca de más capitales que están dispuestos a explotar el fondo marino para encontrar minerales necesarios para la transición energética. Al otro extremo, expertos y también líderes de naciones se oponen a los estragos ambientales que supondría la minería en aguas profundas. En el centro, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos de las Naciones Unidas tendrá más de una semana para deliberar sobre un código que permita regular la extracción en zonas vulnerables.
Las profundidades del océano son vitales en la lucha contra el cambio climático. Absorbe y almacena más del 90% del exceso de calor y casi el 40% del dióxido de carbono generado por la humanidad. Arriesgar este delicado sistema durante una emergencia climática podría tener impactos irreversibles en el clima. Además, advierten los ambientalistas, el ruido de la minería en aguas profundas será extremadamente perjudicial para los mamíferos marinos que utilizan el sonido como medio de comunicación.
Greenpeace afirma que las empresas dedicadas a la minería de aguas profundas no han demostrado que puedan hacerlo sin dañar el medioambiente. Tienen una enorme pieza de maquinaria atrapada en el fondo del mar. Sus pruebas están creando columnas de contaminación en el Pacífico y su huella puede extenderse a lo largo de muchísimos kilómetros, y va dañando todo tipo de vida oceánica.
Ofensiva en el nombre de los más pobres
Las empresas de minerías están impacientes por iniciar la explotación de los lechos oceánicos. Han encontrado un subterfugio, presionan para que la Autoridad Marina de la ONU, permita por una simple resolución que un país pobre se beneficie de los minerales que encuentre en aguas internacionales. Por supuesto, lo harías a través de empresas transnacionales que poseen las herramientas, las maquinarias y la experticia. En manos de los más vulnerables e indefensos quedarían las riqueza marinas y la salud del planeta.
Empresas de la industria automotriz, Google, Samsung y Ecotricity se han comprometido a evitar los minerales extraídos del océano. Más de 700 firmantes de 44 países piden detener la minería en aguas profundas. Hasta 27 países están pidiendo al menos un cese temporal de las actividades. Y la semana pasada Hawái se convirtió en el cuarto estado del Pacífico de Estados Unidos en emitir una prohibición total.
La minería en aguas profundas, ¿dónde más explotar?
La cita del esperado debate se desarrolla en Kingston, Jamaica, y se extenderá hasta el 26 de julio. En la reunión del Consejo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, de 36 miembros, negociará el último borrador de un tan esperado «código de minería». Diseñado para regular la exploración y extracción de «nódulos polimetálicos» y otros depósitos en el fondo marino.
Estos nódulos son pequeñas rocas que contienen manganeso, hierro, calcio, cobalto, cobre, níquel y, entre otros, titanio, que son considerados valiosos para la transición energética. La ISA es la organización internacional conformada por todos los países que son parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y que regula la exploración minera en aguas internacionales.
«Creo que en esta sesión quedará muy claro que todavía queda un largo camino por recorrer. los países están divididos sobre el texto final», afirmó Pradeep Singh, especialista en gobernanza de los océanos del Instituto Potsdam de Alemania. A muchos les preocupa que al código se le esté apresurando sin un escrutinio adecuado y quieren ralentizar el proceso. Si bien muchos están preocupados por los riesgos ambientales, otros también buscan claridad sobre como apropiarse de parte de los ingresos de la minería en aguas profundas.
La prisa por completar el código minero fue provocada por el estado insular del Pacífico de Nauru, que se espera que presente una solicitud de licencia minera en nombre de The Metals Company de Canadá a finales de año. Independientemente de si las regulaciones están completas o no. «Un número cada vez mayor de estados dice que no, que no permitiremos que eso suceda», dijo Singh.
Explotación en aguas internacionales
A pesar de que 27 países miembros de la ISA han presentado su negativa frente a la minería submarina, las decisiones podrían alterarse. El comienzo de la explotación de fondos marinos podría comenzar muy pronto, aseguró Sandor Mulsow, doctor en Geología Marina y ex miembro de la Comisión Técnica Legal de la ISA a Mongabay.
“En la empresa The Metals Company están esperando solamente una resolución de la Autoridad Internacional de fondos marinos. Ni siquiera una licencia transitoria. Lo harán mediante un subterfugio que permite que un país pobre solicite la utilización de los recursos minerales en aguas internacionales para su beneficio económico, porque no tienen recursos para subsistir, como ocurre con Nauru”, denunció.
Desde la perspectiva de científicos y expertos, los riesgos de la minería submarina son enormes y podría afectar a toda la humanidad. Por lo mismo, para Alejandro Olivera, director del Centro para la Diversidad Biológica en México, “la minería submarina debería estar prohibida. Si los países ya lo están haciendo dentro de sus aguas territoriales, también debe haber una congruencia y buscar la prohibición en aguas internacionales”.
Actualmente esta minería se refiere a la explotación de yacimientos a 200 metros de profundidad, en áreas de aguas internacionales. Es decir, están más allá de las 200 millas de la costa de cualquier país y que no son parte de ningún territorio nacional.
Hasta ahora, ningún proyecto minero ha avanzado a la etapa de extraer minerales del fondo del mar. Solo han explorado las posibilidades. De hecho, la ISA ha aprobado reglamentos sobre prospección y exploración relacionados con tres tipos de minerales: los nódulos polimetálicos; los sulfuros polimetálicos y las costras de ferromanganeso con alto contenido de cobalto.
Proteger los océanos
Después de la sesión del consejo, la Asamblea de 168 miembros de la ISA también se reunirá el 29 de julio para elegir su secretario general. Nueve países, incluidos Chile y Francia, también pedirán a la Asamblea que discuta políticas específicas para salvaguardar el medio marino, siempre y cuando se permita el inicio de la minería en aguas profundas. China bloqueó una propuesta similar el año pasado.
Proteger los océanos es urgente. El mundo ha dado importantes señales en esa dirección, como el compromiso de proteger el 30% de la biodiversidad marina para 2030 0 el tratado de Alta Mar firmado por 80 países, que aún debe ser ratificado. El texto permite crear áreas marinas protegidas en aguas internacionales y obliga a los Estados que quieran desarrollar proyectos en alta mar a realizar un estudio de impacto ambiental. Lo clave es asegurar que nadie pueda apropiarse de los recursos genéticos marinos.