En la Sierra de la Mosca, en un recodo de Cáceres, está la antigua mina de San José Valdeflores. Conocida por los lugareños por su explotación inicial de estaño, litio y turquesa en los años setenta. Luego fue clausurada y declarada zona protegida por ser refugio de aves y convertida en paraje turístico. Ahora está en medio de una polémica política y ambiental, ante la posibilidad de ser reabierto el yacimiento, esta vez, para extraer el litio, tan cotizado por la industria automotriz para los coches eléctricos.
En esta nueva faceta, los exploradores aseguran que es la segunda mina en tamaño de litio en Europa. De allí el atractivo para las empresas mineras y colaterales a la explotación. Su posible reactivación ha generado una controversia entre políticos, ecologistas y parte de la población de Extremadura, que visualizan los cambios que supondría el proyecto.
El proyecto San José Valdeflores prevé la extracción de unas 15.000 toneladas de hidróxido de litio que abastecerían a más de 10 millones de coches eléctricos. Con una inversión de 300 millones de euros y unos 2.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
La propuesta, liderada por la empresa australiana Infinity Lithium, prevé la participación de la española Sacyr. Vicent Ledoux Pedailles, director de Estrategia Corporativa de la compañía externa asegura que «Europa va a ser el segundo fabricante de coches eléctricos del mundo. Y en este momento no se produce litio en ningún lugar del continente».
Además, señala que San José Valdeflores sería «un proyecto industrial» ya que el litio se transformará en una fábrica junto a la mina. Con esto, señala a Libre Mercado, la empresa ha prolongado significativamente el plazo por el que operará en Cáceres: «Estaríamos produciendo litio durante 30 años y calculamos que se generarán ingresos por 5.500 millones de euros».
Mina San José de Valdeflores, inversiones y qué más
La ministra de Industria, Reyes Maroto, dijo en marzo, que Extremadura se encuentra «muy bien posicionada» para albergar la primera fábrica de baterías de litio en España. Precisó que la decisión se adoptaría en el seno de un consorcio público-privado que analizaría los mejores proyectos.
Ahora la propuesta cuenta los fondos europeos, favoreciendo una pronta decisión en ese sentido. Todo ello, para impulsar la transición hacia la movilidad eléctrica, «generar empleo y riqueza y sobre todo hacer del sector de la automoción de nuevo un líder», ahora en el ámbito de la movilidad sostenible, señaló la ministra.
A la par de la mina de San José de Valdeflores, hay otro proyecto minero en Extremadura. La de Lithium Iberia que también ha solicitado los permisos para operar la mina de litio de Cañaveral. Con gruesas inversiones, empleo y rentabilidad, según la compañía. Al plan se ha unido Phi4tech. Cuenta con defensores que respaldan el plan al considerar que implicará actividad y empleo.
También con detractores que auguran graves riesgos para la salud de los vecinos, un impacto ambiental y la “destrucción” del desarrollo sostenible en Cáceres. La plataforma ‘No a la mina de Cañaveral’ ha recogido hasta el momento 30.800 firmas en contra del proyecto. Y sigue sumando.
En el caso de Valdeflores, igualmente le han salido al paso, fuertes cuestionamientos a la puesta en práctica de la explotación de la mina. El Gobierno de Cáceres se opone al proyecto para extraer litio en esa zona, situada a dos kilómetros del casco urbano. Al señalar que no es viable ni económica, ni social, ni medioambientalmente.
Espacio natural protegido
La Administración municipal está en sintonía con lo que defiende la mayoría de los vecinos. Cientos de personas se han llegado a concentrar en la ciudad para manifestar su frontal oposición al proyecto de mina a cielo abierto de San José Valdeflores. Afirman que amenaza con arrasar la sierra de la Mosca, auténtico “pulmón verde” de la ciudad cacereña.
Este yacimiento se encuentra prácticamente rodeado por la Zona de Interés Regional “Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes”. Allí se incluye la reserva ornitológica de la Romanilla, declarada Zona de especial de protección para las aves (ZEPA) en 1989. Y Espacio Natural Protegido por la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura. En otras palabras, un referente medioambiental en la región centro-oeste de la península ibérica.
Los vecinos se mostraron complacidos, cuando se hizo pública una sentencia judicial que obliga a la empresa Tecnología Extremeña del Litio (filial de Infinity Lithium) a restaurar los daños causados. Luego de los trabajos de exploración de la mina.
Mientras tanto, los jueces han dado la razón a la Junta de Extremadura, que ordenó a la empresa minera restaurar los caminos ilegales y plataformas abiertas. Así como las balsas de decantación, los pozos de sondeo y la deforestación realizada en el valle de Valdeflores.
La compañía ejecutó las obras sin estudio de impacto ambiental y sin licencias. La Asociación de Vecinos “Sierra de la Mosca”, que se había personado como codemandada a la vista oral, vigila para que se cumpla escrupulosamente la sentencia. El colectivo interpuso hace menos de un mes un recurso contra el permiso de investigación denominado “Ampliación de Valdeflóres”, que afecta a casi 1.400 hectáreas ubicadas en pleno corazón de la sierra de la Mosca.
Opositores a los proyectos mineros
Ecologistas en Acción de Extremadura informó de acciones administrativas y judiciales contra los proyectos mineros. Y la plataforma ‘Salvemos la Montaña’advirtió que la mina de San José Valdeflores es “totalmente inviable” por múltiples razones. Entre ellas, la cercanía a la ciudad, la catalogación del suelo (protegido), el riesgo para la salud y el perjuicio para la economía turística local y las empresas de servicios.
Asimismo, la Asociación de Empresarios de Monfragüe (ENDEMO) rechazó los dos permisos de investigación, concedidos por la Junta de Extremadura para la mina de Cañaveral. Que afecta a los términos municipales de Cañaveral, Pedroso de Acim, Portezuelo, Pedroso de Acim, Torrejoncillo, Casas de Millán, Portezuelo y Holguera.
“Es un proyecto destructivo junto a la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, que generaría multitud de daños irreparables en la zona. Tenemos consciencia de que eso ha ocurrido en otros lugares con proyectos similares”, resaltó el colectivo. E insistió en que el proyecto minero impacta “de manera negativa al tejido turístico empresarial de la zona. En especial en la Vía de la Plata, que discurre por la zona. Es una vía histórica muy apreciada y valorada por todos”.
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