La Tierra y sus manifestaciones naturales descomunales como el violento estallido del volcán submarino de Tonga, que desató un tsunami, dejan atónitos a la humanidad y a los científicos. En la NASA calculan que la brutal erupción del volcán cerca de Tonga fue 500 veces más poderosa que la bomba atómica sobre Hiroshima.
James Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, dijo a la radio pública (NPR) de Estados Unidos que «el número que hemos obtenido es de alrededor de 10 megatones, 10 millones de toneladas, equivalente a TNT» (trinitrotolueno, una sustancia explosiva de gran potencia). Eso significa que la fuerza explosiva fue más de 500 veces más poderosa que la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima, Japón, al final de la Segunda Guerra Mundial.
La explosión se escuchó en lugares tan lejanos como Alaska. Probablemente fue uno de los eventos más fuertes ocurridos en la Tierra en más de un siglo, comentó Michael Poland, geofísico del Servicio Geológico de EE UU. «Esta podría ser la erupción más fuerte desde el volcán Krakatau, en Indonesia, 1883». Recordó que esa erupción mató a miles de personas y liberó tanta ceniza que arrojó a gran parte de la región a la oscuridad.
Los efectos de este impresionante episodio no se han estimado en su totalidad, pero son devastadores. Tres de las islas más pequeñas de Tonga sufrieron graves daños por olas del tsunami.
Las comunicaciones están caídas en el país desde la erupción del sábado. Pero un barco llegó este miércoles a las islas exteriores de Nomuka, Mango y Fonoifua y reportó que quedaban pocas viviendas en pie. Después de que olas de 15 metros golpearan las zonas habitadas, indicó a AP, Katie Greenwood, de la Federación Internacional de las Sociedades de Cruz Roja y la Media Luna Roja.
NASA: Tonga, epicentro de destrucción y nacimiento
En el Pacífico Sur han sucedido fenómenos naturales de gran impacto en el pasado reciente. Esta región ha sido objeto de estudio por parte del equipo de la NASA en los años previos a esta erupción del Tonga.
Las islas que forman Tonga se encuentran a lo largo de una zona de subducción donde una parte de la corteza terrestre se sumerge debajo de otra, explicó Garvin. «En este caso particular, no sabemos cuándo se formó una especie de volcán con un gran anillo de colinas y cosas en la cima».
Lo que sí se sabe es que entre 2014 y 2015, a lo largo del borde de esa caldera, la actividad volcánica construyó una plataforma que se elevó del mar, creando una nueva isla. Capas de vapor y ceniza finalmente conectaron la isla, conocida como Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, con dos islas mucho más antiguas a ambos lados.
En aquel entonces un volcán submarino dio nacimiento a esa isla. Luego de una fumarola de vapor y material incandescente que alcanzó los 9 kilómetros de altura. Ahora, Hunga Tonga-Hunga Ha’apai quedó completamente destruida por la explosión del sábado, indicó Dan Slayback, científico investigador de Goddard de la NASA.
Slayback precisó que la explosión fue tan masiva que incluso parece haber arrancado trozos de las islas más antiguas cercanas. «No eran cenizas, eran roca sólida, volada en pedazos. Fue bastante sorprendente ver que eso sucediera», señaló.
Al mismo tiempo, sostuvo que la formación de la isla probablemente también sembró su destrucción. A medida que se elevaba del mar, capas de magma líquido llenaron una red de cámaras debajo de él. Sospecha que la explosión fue provocada por un cambio repentino en las tuberías subterráneas, lo que provocó que el agua de mar se inundara.
Aumento del nivel del mar
La NASA mantiene un monitoreo de la asolada isla de Tonga, para adicionar elementos de valor al alto impacto de la erupción volcánica. Sus consecuencias se han hecho notar en el mundo, incluyendo a España, donde regiones como Baleares o la Comunidad Valenciana han visto aumentado el nivel del mar.
Francisco Martín, meteorólogo y colaborador en Meteored, señala a ABC que «la explosión fue violenta». Y pese a que «duró poco tiempo», «liberó una energía descomunal». Otra de las consecuencias de este fenómeno ha sido que las ondas sonoras que llegaron hasta Alaska, situada a 6.500 kilómetros de distancia, pasadas 12 horas de la explosión.
También se produjeron ondas de presión conocidas como ‘ondas de choque’, que provocaron a su vez «grandes» variaciones de presión de uno a nueve milibares. «Se expandieron como cuando alguien tira una piedra en un estanque con las aguas tranquilas. Si la piedra es de mayor tamaño se generan desde el punto emisor ondas concéntricas más grandes que se van alejando del centro», explicó Martín.
Este hecho ha provocado subidas y bajadas en el cambio de presión, lo que genera subidas en el nivel del mar como las observadas en algunas zonas de España. Por ejemplo, resaltó el experto, en el puerto de la Ciudadela (Menorca) se ha registrado un aumento de hasta 50 centímetros, el máximo reportado. «Sobre las 21 horas la onda llegó a la Península, Baleares y Canarias. Se han detectado por el momento variaciones que van desde los 10 a los 15 centímetros en zonas costeras y unos 30 en el sur de Mallorca».
Muertes en Perú y cierre de puertos
Estas subidas y bajadas del nivel del mar se han notado mayormente en el Pacífico. En Chile ha aumentado 1,74 metros y en la isla de Tonga, 1,2 metros. En Japón, las olas superaban el metro de altura y el gobierno advirtió de que podía producirse un tsunami.
Entretanto, dos mujeres murieron ahogadas en una playa del norte de Perú debido al «oleaje anómalo» registrado tras la erupción volcánica en Tonga, informó el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional.
«Se ha reportado el deceso de dos personas por ahogamiento en la región Lambayeque como consecuencia de la actividad volcánica al norte de Nukualofa, Tonga», indicó el COEN.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Defensa Civil Perú (Indeci) decretó el cierre de 80 puertos en el litoral peruano, tras registrarse perturbaciones superiores al oleaje habitual.
Mientras tanto, Nueva Zelanda ya ha enviado dos barcos a Tonga. Uno lleva 250.000 litros (66.000 galones) de agua. Y una planta desalinizadora con la capacidad de producir 70.000 litros más (18.492 galones) al día. Otro lleva un equipo de prospección y buceo para ayudar a evaluar los daños en canales navegables, puertos e infraestructuras costeras.
Se esperaba que tardaran entre tres y cuatro días en llegar, aunque una estimación apuntaba a que podrían llegar el viernes, dijo Peeni Henare, ministro neozelandés de Defensa.
Australia también envió un buque de la Marina a la zona afectada por la erupción y el tsunami. El Departamento de Defensa de ese país afirmó que están listos para ofrecer ayuda humanitaria si el Gobierno de Tonga se lo pide. Asimismo, la Fuerza Aérea despachó un vuelo militar para ayudar a evaluar los daños en esa isla.