Por Benito Guerrero
Profesores de la Universidad de Lleida en colaboración con la Universidad de Cambrigde han realizado un estudio sobre la evolución de la población en los países de la Unión Europea y de España de manera especial.
Densidad de población en Europa entre 1870 y 2000:
Los datos muestran, por ejemplo, que mientras países como Inglaterra, Alemania e Italia experimentaron una tasa de crecimiento elevada, otros como España, Irlanda o Noruega crecieron más lentamente.
En el caso de España, se han analizado en concreto las pautas del crecimiento y concentración de la población entre los años 1877 y 2001. De este modo, si se divide este período en cuatro partes, se observa como en las tres primeras se produce un éxodo rural hacia núcleos urbanos importantes como pueden ser Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia o Bilbao. Las zonas con mayor densidad de población se situaban en el centro de la península debido a la industrialización de las grande ciudades.
En la cuarta parte del período se observa como esa situación se transforma en una redistribución de la población en el territorio español. Así, el crecimiento de la población en las últimas décadas se sitúa en la periferia peninsular, especialmente en la costa mediterránea. Esta situación se debe a que el turismo es una de las principales actividades económicas de España. El estudio concluye que el crecimiento y concentración de la población en España es consecuencia directa de la actividad económica.
Densidad de población en España de 1970 al año 2000:
Xavier Franch Auladell, Jordi Marti-Henneberg y Josep Puig-Farré -del Departamento de Geografía y Sociología de la Universidad de Lleida– han realizado esta investigación dentro de un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad. Este estudio establece variables y métodos de evaluación nunca antes utilizados en investigaciones de este campo, que se traduce en unos resultados detallados que nos muestran la evolución de la demografía española.