El agua es el recurso más importante para la vida en la Tierra y ha ocasionado más de 300 enfrentamientos en los últimos tiempos. No pocos expertos han vaticinado amenazas de una guerra por agua ante un futuro seco, mientras el recurso se cotiza más caro que el petróleo en la bolsa de Wall Street
El agua escasea en el mundo, a pesar de que cubre más de 70% de la superficie de la Tierra. Casi cuatro de cada diez habitantes del planeta vive en áreas escasamente pobladas sin acceso directo o con difícil acceso a las fuentes. Naciones Unidas alerta que muchas más pueden verse amenazadas en los próximos años con los desajustes propios de la crisis climática.
La carencia de agua es un aspecto sin resolver y un verdadero problema para la seguridad de las personas y la paz mundial. En lo que va del siglo XXI se han reportado 343 conflictos violentos por el “oro potable» que ha comenzado a desplazar el petróleo y el oro en los centros bursátiles.
El futuro se ve seco, excesivamente árido. Los gobiernos deben incrementar sus acciones para preservar el agua. Evitar su desperdicio, reciclarla y no contaminarla. De lo contrario no es difícil vaticinar con certeza guerras a muerte por el agua.
Detrás de la falta de agua
Muchos factores agravan la escasez de agua. La expansión de las actividades agropecuarias y el abuso en el consumo por la industria se unen al aumento de la población mundial, además de la contaminación ambiental y el calentamiento global aparecen entre los factores. Se prevé que para 2050 una de cada cuatro personas vivirá en un país de fuerte escasez.
En 1996, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, advirtió de la amenaza que la escasez del agua significaba para la seguridad de la población. Especialmente en la producción de alimentos, la salud del medio acuático y la estabilidad política y social. Más de 20 años después, la sequía aumenta como una marea y se impone preservar el recurso esencial para la vida.
La escasez de agua, un multiplicador de conflictos
Organismos internacionales calculan que más de 2,1 billones de personas no tienen acceso al agua, por lo que los enfrentamientos por el control en el interior de los países o entre ellos, violentos o no tanto, aumentarán inevitablemente.
Charles Iceland, que dirige iniciativas mundiales y nacionales sobre el agua en el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), considera que el agua es un “multiplicador de amenazas” y elaboró un mapamundi de conflictos donde el color azul está ausente.
En la población del África subsahariana, por ejemplo, la amenaza de conflictos violentos crece “en forma muy rápida” desde 1960. Agricultores y pastores se han enfrentado por la poca agua y tierra cultivable que va dejando el cambio climático o la desertificación, sin que la autoridad intervenga o tenga soluciones inmediatas y sostenibles..
“En los últimos dos años, hemos visto a ganaderos masacrando a comunidades agrícolas y a estas tomando represalias”, dijo en 2020.
343 amenazas de guerras por el agua
En lo que va del siglo XXI, las amenazas de que la violencia por el agua potable se desborde es cada vez mayor. Se han registrado 343 fuertes conflictos.
Aunque Estados Unidos y China son los mayores consumidores de agua en el mundo, las más duras disputas por agua potable se han reportado en Asía, África y América.
Así, en Lima, la capital de Perú, en los Andes, es una de las ciudades más vulnerables. Es la segunda en el mundo en un desierto; en consecuencia, llueve muy poco. En 2919, la población de Carabayllo fue escenario de una batalla campal con la policía por la falta de agua potable y alcantarillados. También en Brasil, en Porto Alegre, ubicada en medio de ríos y un lago, la falta de agua afectó a sectores del sur, este y norte, en julio pasado, debido a problemas de abastecimiento. Como el agua, la insuficiencia de obras de aducción acentúa la sed en la población.
Hay referencias también de que en México se registraron más de 900 conflictos por el agua. Y se cita el ejemplo del lago de Cuitzeo, ubicado en Michoacán, que pasó de tener 4 metros de profundidad en 1946 a 20 centímetros en 2018.
Guerra de agua en Bolivia
La mala gestión y las desigualdades amenazan con profundizar los conflictos. Y fue lo que ocasionó a finales de 1999, el más grande conflicto por agua en la ciudad de Cochabamba, en Bolivia, al cual se le llamó la “Guerra de Agua”.
La violencia convirtió en semanas en un campo de batalla a la ciudad, relató en esa oportunidad Marcela, una manifestante, que se convirtió en activa defensora del derecho al agua.0
El conflicto se debió a que el gobierno de Hugo Banzer vendió la compañía municipal de agua a un consorcio internacional, en medio de la política de privatizaciones, lo que estimuló a los vecinos a luchar por el servicio público.
“Después de la Guerra del Agua nos hemos dado cuenta de que lo que nos había pasado en Cochabamba le estaba pasando también a otra gente en otros sitios”, expresó.
Escasez del agua en Europa
El continente europeo se avizora una escasez importante, debido a que la sequía y su grave impacto se han incrementado desde 1980. Está en riesgo no menos del 11% de la población y 17% del territorio de la Unión. Y hay antecedentes.
Un informe sobre ambiente elaborado por la Comisión Europea en agosto de 2010 determinó que la sequía en 2003 fue una de las peores en el continente, con más de 100 millones de afectados. Entre 1976 y 2006, el número de personas y de zonas golpeadas por la falta de agua se elevó casi un 20 %, al tiempo que el coste medio anual se cuadruplicó. “La demanda de agua sigue intensificándose en toda Europa, ejerciendo presión sobre nuestros recursos”.
En países como Bélgica, Bulgaria, Chipre, España, Italia y Malta se están consumiendo cada año 20 % o más de los suministros a largo plazo. En los últimos años, Chipre consumió más del 40 % de sus suministros renovables.
Focos violentos en Oriente Medio
En el Medio Oriente, en cambio, la falta de agua es componente más del clima de confrontación, pero “es amenaza “, señala el Iceland. En noviembre de 2019, una violenta manifestación en Irak exigía la reforma del sistema político, pero entre las quejas no faltó el poco servicio de agua potable y de electricidad.
La protesta ocasionó 400 muertos y la renuncia del primer ministro Adel Abdelmahdi. Muy pocos recordaron que en esas tierras donde se asentó Mesopotamia, hace 2.500 años a.C., ocurrió la primera guerra por agua de la que se tenga registro. Fue en Uma, cerca de Bagdad, desapareció después que el rey de Lagash construyó canales para desviar el río.
En el mapamundi del experto, la escasez de agua también ha encendido conflictos en Irán, en ciudades indias como Chennai, Jodphur y Jaipur, y en no pocas de Pakistán y en Afganistán.
La guerra por agua se mete en la bolsa de Wall Street
Mientras la situación empobrece las expectativas de vida en el mundo, el agua se cotiza bien en los mercados bursátiles. Empujada por su escasez se ha convertido en un activo muy bien valorado, más que el petróleo, con preciadas reservas a escala mundial.
El 7 de diciembre de 2020, el agua se comenzó a cotizar en el mercado de futuros de materias primas. “Su precio fluctuará ahora como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo”, informó el CME Group, que lanzó el primer contrato del mercado de futuros de agua del mundo.
El agua se valoró en 486,53 dólares por acre-pie, en California, según un indicador de precios en los que se basa el índice Nasdaq Veles California Water Index, con el «ticker» NQH2O, informó un reporte del primer día. El acre-pie es una unidad de volumen equivalente a 1.233 metros cúbicos en Estados Unidos. El precio del barril de petróleo Brent se fijó en 49,99 dólares y había descendido un 25,73%.
«Lo novedoso es que ahora, al estar cotizada en un mercado tan importante, su precio será más visible”, dijo Hugo Contreras, economista ambiental y director de Seguridad Hídrica de The Nature Conservancy para Latinoamérica, al comentar el contrato.
Se buscan soluciones para evitar una guerra
Reportes indican que el precio del agua en California se duplicó en el último año. Se pronostica que con la escasez cada vez mayor, su llegada al mercado de las materias primas permitirá una mejor gestión del riesgo futuro del bien. “Agricultores, fondos o municipios podrán protegerse o especular ante los cambios en el precio del agua”, señala el reporte.
Mientras, los riesgos de una “guerra” por agua ante a la incapacidad de los países de articular soluciones son tan grandes que hay organizaciones desarrollando herramientas para establecer con antelación los lugares donde pueden desarrollarse y cómo pueden evitarse.
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