La pobreza es uno de los males que prevalecen en el mundo y no se ha podido erradicar. Actualmente, más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La mitad de las personas que viven en la pobreza son menores de 18 años, según las últimas estimaciones del Índice de Pobreza Multidimensional Global de 2018 (IPM), publicado por el PNUD.
Estos datos muestran que en 104 países, predominantemente de ingresos medios y bajos, 662 millones de niños y niñas son considerados multidimensionalmente pobres. En 35 de estos países, la mitad de todos sus niños son pobres.
«En un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones de personas vivan en la extrema pobreza», expresa el prefacio inicial sobre Los Principios Rectores sobre la Extrema Pobreza y los Derechos Humanos.
La pobreza no solo tiene que ver con el ingreso económico, en general es la experiencia de enfrentar carencias múltiples y simultáneas y algunas personas que viven en la condición de extrema pobreza están conscientes de ello. Tal es el caso de Elisabeth, una niña de trece años que huyó del conflicto en República Centroafricana hace 2 años, se separó de su familia y encontró refugio en un hogar de acogida.
«Sé que la educación es la única forma de alcanzar mis sueños», expresó Elisabeth a los voluntarios de la Unicef.
Pobreza Multidimensional
El Índice de Pobreza Multidimensional de 2018 mira más allá del ingreso monetario. El IPM analiza cómo las personas están quedando rezagadas en el ámbito de la salud, la educación y el nivel de vida, con carencias tales como la falta de acceso a agua potable, a saneamiento, a una nutrición adecuada o a la educación primaria.
Aquellos que se ven privados de al menos un tercio de los componentes del IPM se clasifican como multidimensionalmente pobres. Las cifras de 2018, que ahora están estrechamente alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cubren casi tres cuartas partes de la población mundial.
Aproximadamente 1.300 millones de personas viven en la Pobreza Multidimensional, lo que representa casi una cuarta parte de la población de los 104 países para los que se calcula el IPM de 2018.
De estos 1.300 millones, casi la mitad, el 46 por ciento, viven en la pobreza severa y sufren carencias en al menos la mitad de las dimensiones que cubre el IPM.
Una de esas personas es Salah, un adolescente nativo de de Taiz, ciudad del suroeste de Yemen. Dejó su casa hace un año con su abuela y su hermana, dejando atrás a sus padres, de edad avanzada, que no querían abandonar su hogar y su ganado.
Salah vive en una estructura improvisada que él mismo ayudó a construir, un espacio demasiado pequeño para que pueda mantenerse erguido, pero es lo mejor que él y su familia lograron hacer dadas las circunstancias. “Es mi propio espacio, algo así como mi propia habitación”, expresó el joven a la Agencia de la ONU para los refugiados.
Sus condiciones precarias no solo se evidencia en el espacio donde vive, también en su vida cotidiana. Hace un año y medio, él y su mejor amiga Kareema salieron a pastar ovejas en valle cerca de su casa. Kareema encontró con un objeto y, como cualquier niño, sintió curiosidad y lo recogió.
“No sabíamos qué era, pero pensamos que podíamos jugar con él. Un minuto más o menos después de que ella lo recogiera, explotó”, relata Salah.
África y Asia con la situación más crítica
La Pobreza Multidimensional se da en todas las regiones en desarrollo del mundo, pero es particularmente grave, y significativa, en el África Subsahariana y en el Asia Meridional.
En el África Subsahariana unas 560 millones de personas viven en la Pobreza Multidimensional, lo que equivale al 58 por ciento de la población de la región.
De ellas, 342 millones viven en la pobreza severa, mientras que en el Asia Meridional, 546 millones de personas son multidimensionalmente pobres.
Muchos intentan escapar de esa realidad y emprenden un peligroso viaje a tierras europeas. No obstante, no todos lo logran como le sucedió a Issa, un joven proveniente de Niger.
La madre de Issaa murió hace 2 años en Níger. Poco después, el joven decidió salir del país para ayudar a sus 5 hermanos menores. «Mi padre reunió dinero para mi viaje, me deseó buena suerte y me dejó marchar», expresa Issa a los voluntario de la Unicef desde un centro de detención de migrantes en Libia, donde ha visto frustrado su intento de llegar a Europa.
Las cifras para el resto de las regiones son menos severas. En los países árabes solo el 19% de la población vive en Pobreza Multidimensional, mientras que en Europa solo hay 2% de esta calificación de la pobreza.
Finalmente, el informe del IPM destaca, que la gran mayoría de los multidimensionalmente pobres de todo el mundo viven en zonas rurales.
Algunos signos esperanzadores
Aunque una de las grandes tareas de la ONU y los diversos gobiernos del mundo es aplicar medidas eficaces para reducir el índice de la pobreza en el planeta, hay una luz al final del túnel.
Un signo esperanzador puede significar lo que ha ocurrido en la India, donde se ha logrado combatir con éxito a la pobreza.
En India, el primer país para el que se ha analizado el progreso alcanzado a lo largo del tiempo, 271 millones de personas salieron de la pobreza entre 2005/06 y 2015/16. La tasa de pobreza se ha reducido casi a la mitad, cayendo del 55 por ciento al 28 por ciento durante el período de diez años.
Día internacional de la erradicación de la pobreza
La conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día, más de cien mil personas se congregaron en la plaza del Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre.
En esa fecha los manifestantes proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto. Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se descubrió aquel día y de la que se han hecho réplicas en otras partes del mundo, incluida una ubicada en el jardín de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Desde entonces, personas de toda condición, creencia y origen social se reúnen cada año ante estas placas para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con los pobres.
El 17 de octubre representa una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la lucha de las personas que viven en la pobreza, una ocasión para que den a conocer sus problemas y un momento para que ellas mismas sean las primeras en luchar contra esa condición.
Para más información ingresa a Cambio16
Lee también:
Día Internacional de la Niña 2019: una fuerza imparable