Por Cambio16
19/12/2016
Un reciente estudio liderado por la psicóloga Christine Harris de la Universidad de California (EEUU) ha llegado a la conclusión que los adultos jóvenes son más envidiosos que los adultos mayores. La buena noticia es que, esa poderosa emoción que en el mundo cristiano considera uno de los siete pecados capitales, se va apaciguando o desaparece a medida que las personas maduran.
Harris señala que el objetivo del estudio fue estudiar a la envidia porque se le asocia con sentimientos negativos y porque muchas veces resulta ser la motivación para otras acciones que pueden llegar hasta el asesinato.
El estudio se basa en dos encuestas, en su mayor parte a estadounidenses: una a 900 personas entre 18 y 80 años a quienes se les preguntó su experiencia como envidiosos; y, otro, a 800 personas del mismo rango de edad a quienes se les pidió citar experiencias en las que habían sido blanco de envidia.
Los principales resultados del primer estudio son:
–La mayoría de las personas son envidiosas. Más de tres cuartas partes de todos los participantes en el estudio señalaron haber sentido envidia en el último año, aunque un poco más las mujeres (79,4%) que los hombres (74,1%).
–Los más jóvenes son más envidiosos. El 80% de las personas menores de 30 años reportó haber sentido envidia en el último año. En contraste, solo el 69% de los mayores de 50 años lo hicieron.
-La envidia se siente respecto al mismo género y dentro del rango de la misma edad +/-5 años.
-Las razones de envidia son heterogéneas a excepción del éxito monetario y en el trabajo. Todos los grupos de edad, incluyendo los mayores, envidian el éxito monetario y en el trabajo, aunque los hombres envidian más el éxito en el trabajo (41.4%) en comparación con las mujeres (24.5%). Los más jóvenes envidian la apariencia, las relaciones sentimentales, los logros académicos y el éxito social. El 40% de los menores de 30 años envidian el éxito en el romance. Esta cifra se reduce a 15% en los mayores de 50 años.
Los principales resultados del segundo estudio son:
-Las personas consideran de forma consistente que han sido objeto de envidia por las mismas razones que aquellos que han sentido las emociones.
-Las personas señalan que han sido objeto de envidia tres veces más por amigos cercanos que por familiares.
-Los resultados del estudio merecen una reflexión sobre el rol que juegan las redes sociales para incrementar el maltrato psicológico que genera la envidia, en la medida que permiten que envidiosos estén pendientes de la vida de los demás y de sus triunfos familiares y laborales, así como envidiados sean blanco de esos sentimientos negativos.