La energía limpia está ocupando un sitial de honor en el sistema energético mundial e impulsando la llamada “economía limpia”. Solo en 2023, añadió cerca de 320.000 millones de dólares al crecimiento económico global. Una cifra que cifra representa el 10% del crecimiento del PIB mundial.
Equivalente a más del valor agregado por la industria aeroespacial ese año, ese volumen se basa en la suma de recursos por fabricación de tecnologías de energía limpia (fotovoltaica, eólica y baterías), despliegue de capacidad de generación y redes eléctricas, más venta de equipos (vehículos eléctricos y bombas de calor).
La Agencia Internacional de Energía elaboró el informe sobre los proyectos de energías renovables de cuatro de las economías más grandes del globo -Estados Unidos, la Unión Europea, China y la India-, que representan dos tercios del PIB mundial. El PIB de Estados Unidos creció 2,5% en 2023. La energía limpia contribuyó de manera importante: la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley Bipartidista de Infraestructura impulsaron un aumento de la inversión en la fabricación de energía limpia. Las ventas de vehículos eléctricos también crecieron con fuerza.
En total, el crecimiento de la energía limpia representó alrededor del 6% del ascenso del PIB en la economía estadounidense el año pasado, un logro comparable en escala a la contribución al crecimiento del PIB de la pujante economía digital impulsada por la inteligencia artificial.
Energía limpia impulsa la economía global
En China, la energía limpia representó alrededor de una quinta parte del crecimiento del PIB del 5,2 % en 2023. Cada una de las categorías creció con fuerza. El mayor aumento se registró en la inversión en capacidad de energía limpia, seguida de las ventas de equipos limpios, en particular vehículos eléctricos. La expansión de la fabricación de energía limpia representó alrededor del 5% del crecimiento del PIB.
No obstante, el excedente de capacidad de producción del país en tecnologías como las baterías (las tasas de utilización rondaron el 30% en 2023) puede limitar el alcance del crecimiento en el futuro. Evaluaciones similares han llegado a conclusiones ligeramente diferentes.
En la Unión Europea, la energía limpia representó casi un tercio del crecimiento del PIB en 2023, la proporción más alta de cualquier región evaluada. La gran debilidad es que el PIB apenas creció alrededor del 0,5%. No obstante, los capitales de inversión se duplicaron con creces entre 2022 y 2023, animados en particular por la fabricación de baterías y los sólidos objetivos climáticos de la UE, como el paquete Fit for 55 y la propuesta Ley de Industria Net Zero.
La India fue la gran economía de más rápido crecimiento en 2023. Su aumento del PIB fue del 7,7%, pero la energía limpia contribuyó a poco menos del 5% del crecimiento del PIB, principalmente a partir de la inversión en nueva capacidad de energía solar. Mientras, políticas como el incentivo vinculado a la producción han atraído inversiones en capacidad de fabricación de energía limpia.
Beneficios climáticos y empleos
La energía limpia también impulsó una parte sustancial del crecimiento de la inversión total en la economía. En el caso de China, contribuyó con el 50% del crecimiento de la inversión total en ese año, y con el 20% en EE UU. Se estima que en 2023 se invirtieron en el mundo alrededor de 200.000 millones de dólares en fabricación de tecnología de energía limpia Un aumento del 75% con respecto al año anterior.
A medida que avancen las transiciones energéticas, la importancia de la energía limpia seguirá creciendo en la economía. Sus beneficios van más allá de la mitigación del cambio climático y la reducción de la contaminación del aire. En 2023 , 36 millones de trabajadores estaban empleados en las cadenas de suministro de energía limpia.
Respecto a América Latina y el Caribe, la AIE destacó que la región es rica en combustibles fósiles, energía renovable y minerales críticos. Ya sea aprovechando los biocombustibles en Brasil, y la energía hidroeléctrica en Brasil, Venezuela, México, Colombia, Argentina y Paraguay. O los recursos solares y eólicos de alta calidad en Brasil, México, Chile o Argentina. Así como las potencialidades de producir cobre o litio en Chile, Perú y Argentina, minerales esenciales para las tecnologías de energía limpia.
América Latina y el Caribe está bien posicionada para prosperar a medida que avanzan las transiciones hacia energías limpias y contribuir a la seguridad energética global y los objetivos climáticos.
Lee también en Cambio16.com: