La energía eólica transitó un 2021 difícil. Los costos crecientes, problemas en la cadena de suministro y bajas velocidades del viento la afectaron duramente. Sin embargo, a pesar de contratiempos puntuales, las grandes compañías productoras de energía eólica apuntan a un 2022 récord en cifras. Y lo suficientemente fuerte para acompañar la recuperación económica poscovid y acentuar la transición ecológica.
Varios gigantes de la energía eólica, incluidos General Electric, Siemens y Orsted, vieron caer sus ganancias en 2021 y, como resultado, los precios de sus acciones bajaron. ¿Podemos esperar mejores cifras este año?
El negocio de energía renovable de Siemens Gamesa bajó su capitalización de mercado casi a la mitad debido a las interrupciones en la cadena de suministro y los bajos niveles de viento. Siemens dijo que sus ingresos cayeron a 2.060 millones de dólares entre octubre y diciembre de 2021. El resultado marca una disminución interanual del 20,3%. Las pérdidas operativas totalizaron casi 353 millones de dólares, indica el análisis de Oil Price.
La empresa se plantea que sus ingresos podrían contraerse entre un 9 y un 2% interanual. La empresa no espera que las condiciones de suministro se normalicen en el resto del año y ajustó su guía para el año fiscal 2022.
El precio de las acciones de Siemens descendió un 45% en 2021. Lo atribuyó a las condiciones volátiles del mercado y a los problemas continuos de la cadena de suministro. Demoras y costos más altos de las materias primas. El presidente del consejo de administración de Siemens Gamesa, Miguel Ángel López, señaló que la empresa “experimenta importantes retos en su negocio Onshore, un mercado muy complicado”.
Condiciones y finanzas de la energía eólica en 2022
Siemens Gamesa no es la única gran energía eólica europea que siente la presión. Tanto Vestas como Orsted advirtieron tiempos difíciles para el sector de las renovables a fines del año pasado. Las empresas danesas expresaron su preocupación por las bajas velocidades del viento, los continuos desafíos en la cadena de suministro y el aumento de los costos de fabricación.
Orsted vio una caída en las ganancias en 2021 asociada con velocidades de viento más bajas en comparación con 2020. Europa experimentó algunas de las velocidades de viento más bajas en décadas. Esto, combinado con mayores costos asociados, desde las materias primas hasta el transporte, significó un año difícil para las empresas de energía renovable. A pesar del optimismo que surgió de la cumbre climática COP26, estos son inevitablemente el tipo de desafíos que las empresas de energía verde pueden esperar enfrentar. A medida que amplían sus operaciones en los próximos años.
En términos de materias primas, los precios del acero se dispararon en 2021, con un aumento de referencia del 86 % en Estados Unidos y del 53 % en Europa. Dado que el acero constituye una proporción significativa de la estructura de las turbinas eólicas, el costo de los nuevos proyectos de parques eólicos se ha elevado. Las incertidumbres en torno a los costes y la fiabilidad de la velocidad del viento han hecho bajar posteriormente los precios de las acciones de muchas empresas de energía renovable.
Presión fiscal y otros obstáculos
Aun cuando en la primera mitad de 2021, la participación de Alemania en renovable cayó al 42,6% de la energía total del país, un 8,1% menos y la energía eólica marina y terrestre se redujo en 28%, se espera que en 2022 lidere las ambiciones de la UE de depender completamente de las energías renovables en las próximas décadas. Tendrá que mostrarle al mundo cómo se está recuperando de este año volátil .
En Estados Unidos, el segmento de energía renovable de General Electric también enfrenta retos por el aumento de los costes de las materias primas y el transporte. El director ejecutivo de la firma, Larry Culp, afirmó que todavía no ve el borde de una resolución. «Veremos un poco más de presión inflacionaria en 2022», pronosticó.
GE está luchando contra el aumento de los costos y las dificultades con la cadena de suministro, buscando proveedores alternativos y comprando repuestos para tratar de contrarrestar los altos precios. La inflación que se sintió durante y después de la pandemia ha afectado duramente a todas las industrias. Sin embargo, los sectores florecientes como la energía renovable lo están sintiendo peor a medida que intentan despegar. Para GE, la duda sobre si se extenderán los créditos fiscales a la producción de Estados Unidos para la energía eólica terrestre se suma a la incertidumbre en el sector.
Razones para ser optimistas
Pese a la revisión poco halagadora de algunas empresas energéticas emblemáticas, varios informes prevén resultados récord de energía eólica y solar para 2022. A pesar de las dificultades de la cadena de suministro, muchos expertos estiman que será un año exitoso de estas energías gracias a los bajos precios. También se espera que los costos de la cadena de suministro y las demoras disminuyan a lo largo del año.
El director ejecutivo del American Council on Renewable Energy, Greg Wetstone, manifestó la necesidad de una mayor certeza regulatoria. «También estamos en un momento en el que tenemos incertidumbre sobre la política fiscal crítica. Y, lamentablemente, es una realidad que el sector de las energías renovables ha tenido que lidiar desde el principio», agrego.
La Agencia Internacional de Energía (IEA en inglés) anunció planes para 21,5 GW de energía solar y 7,6 GW de energía eólica en EE UU en 2022. Se basa en el almacenamiento de energías eólica, solar y de batería más exitoso en la historia. Mientras tanto, S&P Global Platts Analytics dice que la nueva eólica entrará en funcionamiento en Estados Unidos cuando finalice el crédito fiscal este año.
«En 2021 instalamos más almacenamiento eólico, solar y de batería que cualquier otro año en la historia. Pero 2022 será el año que determine si aceleramos el progreso o si nos estancamos», comentó Heather Zichal, presidenta de American Clean Power.
Se estima que los desafíos de la cadena de suministro comiencen a disminuir y que más turbinas eólicas en tierra y en alta mar entren en operaciones. Se prevé un alza en el nivel de energía eólica en 2022 que continuará año tras año.