La economía circular es un modelo económico y productivo que implanta procesos de producción y consumo responsables para minimizar y optimizar el uso de materias primas, agua y energía, abogando por el uso de materiales renovables y circulares, dando una segunda vida a los residuos.
A diferencia del modelo lineal, basado en producir, usar y tirar, pretende mantener el valor de los recursos, alargando su vida útil y aprovechándolos como materia prima para elaborar nuevos productos de manera que se reduzca la cantidad de residuos y el uso de recursos naturales. Además, favorece la generación de empleo y potencia la innovación.
La economía circular es una alternativa eficaz para reducir la huella ecológica de nuestras actividades por su gran capacidad para transformar la manera en que vivimos y trabajamos, incluso cómo nos relacionamos, creando un mercado más sostenible y resiliente a largo plazo, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.
Cepsa busca posicionarse como una de las principales compañías españolas a través de los ambiciosos objetivos que se ha marcado para 2030 en su estrategia “Positive Motion”. Por ello, se ha comprometido a aumentar la circularidad de sus residuos operacionales en un 50% para 2030 (frente a 2019), minimizando, reciclando y reutilizando 8.000 toneladas al año en sus grandes centros industriales en Andalucía, ubicados en Cádiz y Huelva.
Este compromiso, uno de los más ambiciosos del sector energético, será impulsado mediante la utilización de nuevas tecnologías y el desarrollo de proyectos para el coprocesamiento de residuos y la identificación de sinergias con otras empresas para impulsar la simbiosis industrial, como la anunciada con Saint-Gobain Weber, que supondrá el reciclaje de 1.000 toneladas de residuos al año. Concretamente, se reciclarán catalizadores que Cepsa utiliza en sus Parques Energéticos una vez se han agotado. Estos residuos los aprovechará Saint-Gobain Weber como materia prima en la fabricación de morteros empleados en el sector de la construcción.
De este modo, Cepsa maximizará el uso de los residuos propios y de terceros como materia prima, dándoles una segunda vida. Asimismo, sustituirá progresivamente las materias primas fósiles por fuentes renovables y recicladas y aumentará la cuota de materias primas renovables y circulares en sus Parques Energéticos hasta el 15% para 2030.
Cepsa aspira a liderar la producción de biocombustibles, como diésel renovable y combustible sostenible para aviación (SAF), producidos a partir de materias primas de segunda generación (residuos orgánicos, aceites usados de cocina o desechos agrícolas, entre otros).
Como parte de su hoja de ruta hacia las cero emisiones netas, Cepsa tiene los compromisos para 2030 de reducir de forma progresiva sus emisiones de alcance 1 y 2 para conseguir una disminución del 55% en 2030 respecto a 2019, y de entre el 15 y el 20% el índice de intensidad de carbono en sus ventas de productos energéticos que incluye los alcances 1, 2 y 3, también frente a 2019. Así, apoyará a sus clientes en sus procesos de descarbonización.
Un compromiso especial con la gestión del agua
Entre los objetivos que Cepsa se ha marcado en economía circular, la compañía ha subrayado la importancia que tiene el agua. Un ejemplo es el acuerdo de la compañía con Aguas y Servicios del Campo de Gibraltar (Arcgisa) para el impulso de acciones vinculadas con la economía circular que afectan a los residuos urbanos. Esta colaboración se orienta a la valorización y recuperación de desechos orgánicos, aceites usados de origen doméstico y lodos biológicos, así como otros residuos. Cepsa producirá hidrógeno verde a partir de las aguas residuales recicladas en su Parque Energético San Roque (Cádiz).
Cepsa acometerá diferentes iniciativas para reducir su consumo de agua dulce. Entre otras, destaca el proyecto de reutilización en la planta de aguas residuales de su Parque Energético San Roque, que contará el año que viene con una nueva planta de tratamiento de aguas para el reciclaje de hasta un 20% del agua empleada por estas instalaciones industriales, la cual será reutilizada en sus operaciones. Esto demuestra el compromiso de Cepsa con el objetivo de reducir en un 20% la captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico para 2025, respecto a 2019.