Un millón de personas. Ese es el número que la Guardia Urbana estima asistieron este 11 de septiembre a La Diada. Bajo el lema de “Hagamos la República catalana” fue calificada como histórica por el president de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra.
«La gente ha expresado un grito de libertad, de República, que se ha oído en toda Europa», dijo.
En los 38 tramos de la manifestación en la Diagonal de Barcelona difícilmente se observaban vacíos. No se puede negar que los independentistas colmaron los espacios, repletos de estelades, lazos amarillos y camisetas color coral.
«Nuestro Gobierno se ha comprometido a hacer efectiva la República«, dijo Torra en un discurso televisado para conmemorar la ocasión. «Con toda la esperanza y también con todo el coraje por los días que vendrán, os deseo una muy buena Diada. ¡Viva Cataluña libre!».
🎥 president @KRLS: "Persistim i hi continuem sent. Hi serem fins al final. Que abandonin tota esperança que amb tot el que han fet per reprimir-nos, decapitar-nos, liquidar-nos o espantar-nos tingui l'efecte que busquen de desmobilitzar o desanimar el poble de Catalunya" pic.twitter.com/HpJpsph89J
— Junts per Catalunya🎗 (@JuntsXCat) September 11, 2018
El mandatario llevaba un lazo amarillo en apoyo a los nueve políticos encarcelados por su papel en el proceso independentista. Esto se ha convertido en una de las mayores quejas del gobierno catalán.
La represión no “os ha vencido”
Según la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organización responsable de convocar el evento, el objetivo era reivindicar la «República catalana», la libertad de los presos políticos y el retorno de los «exiliados».
Durante su intervención, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, solicitó a los partidos independentistas y al Govern de la Generalitat de Cataluña “rigor, honestidad y determinación».
«A los partidos que habéis recibido los votos independentistas os pedimos que prioricéis el interés colectivo al de partido. Desde la Asamblea y otras entidades nos comprometemos a convertir el juicio de la vergüenza en el Supremo en un boomerang que retorne al Estado», dijo.
El pasado, miércoles el Tribunal Supremo rechazó las recusaciones planteadas contra los miembros de la sala que enjuiciarán la causa por el proceso secesionista de Cataluña. La decisión se tomó por unanimidad. Las recusaciones eran contra cinco de los magistrados de la Sala de lo Penal del alto tribunal que integran la sala de enjuiciamiento de este caso.
“La Sala ha inadmitido a trámite la recusación formulada por tres de los procesados (el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont y los exconsellers Lluis Puig y Clara Ponsatí) en situación de rebeldía”, señaló el Supremo en su página web.
Paluzie expresó que este miércoles se demostró que la represión “no os ha vencido», al tiempo de agregar que el referéndum de independencia de Cataluña del 1 de octubre de 2017 y el recuerdo a los líderes soberanistas presos o en el extranjero estuvieron “muy presentes” en los discursos.
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La Diada evidenció la desunión
Es común en los países del mundo que un evento de corte nacionalista comience con una ofrenda floral, en este caso, al monumento a Rafael Casanova de Barcelona.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acudió con un lazo amarillo, pero también aseguró que la Diada de este 11 de septiembre es una referencia a la unilateralidad.
Ciudadanos, el PP y tampoco el PSC acudieron a los actos constitucionales por considerar que no representaban a todos los catalanes.
En ese sentido, la dirigente de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, se solidarizó con los catalanes que “no saldrán a la calle para hacerse partícipes de los actos del Gobierno de la Generalitat, muy interesados en hacer recuento de independentistas”.
En el mismo tenor, el presidente de PP, Pablo Casado, sostuvo que la Diada 2018 fue un intento para seguir fragmentando la sociedad.
En el PP no tenemos nada que celebrar en la #Diada2018, una fiesta en la que se intenta seguir segmentando a la sociedad según lo que piensen o lo que hablen, ante la inacción de un Gobierno más interesado en quedar bien con los independentistas que en hacer cumplir la ley. pic.twitter.com/sKP5xRnBXT
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) September 11, 2018
La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, dijo que esta fiesta del 11 de septiembre, es de todos los catalanes, independientemente de lo que sientan o piensen. Criticó a Torra por no fomentar la convivencia entre todos los catalanes y subrayó que la Diada evidenció la desunión, no la concordia.
Ley y diálogo
Los partidarios de que la región se separe de España han aprovechado durante los últimos años el día nacional de Cataluña para promover su causa.
El año pasado la Diada se celebró en momentos en que el gobierno regional se preparaba para realizar un referéndum en desafío al gobierno central de Mariano Rajoy, que finalmente envió a las fuerzas policiales a impedirlo.
La Diada de este martes fue la primera desde que el ex president Carles Puigdemont declarase la independencia en octubre pasado, de manera unilateral, en el marco de una grave crisis institucional en España por el proceso secesionista. Esto llevó a Madrid a aplicar el artículo 155 de la Constitución, que suponía el control por parte de la administración central de la región.
El Gobierno de Rajoy alegó en esa ocasión que Cataluña violó la Constitución de 1978 que establece que el país es indivisible.
Sobre la movilización en Barcelona, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que «ley y diálogo» son las dos palabras en las que «se centrarán todos los esfuerzos del Gobierno».
Ley y diálogo. Esas son las dos palabras en las que se centrarán todos los esfuerzos del Gobierno. Uno de los principales problemas de Cataluña es la convivencia, no la independencia. Hay que instar a abrir #dialogo entre catalanes. Y el Gobierno tiene que animar a ese diálogo. pic.twitter.com/LoVLPvt8vJ
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 11, 2018
En forma insistente ha asegurado que parte de la solución política del conflicto con Cataluña pasa por votar en referéndum una fórmula que “fortalezca” el autogobierno de la región.
Una votación, que según Sánchez, no puede ser por la independencia o la autodeterminación.
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