La desinfección de playas en el ojo del huracán. Vuelven los ecologistas a poner la voz en cuello por la la limpieza y desinfección de las playas. El escenario sigue siendo la comunidad autónoma de Andalucía, pero esta vez se trata de Rincón de la Victoria.
GENA (Gabinete de Estudios de la Naturaleza de Axarquía) y Ecologistas en Acción denunciaron ante la Delegación Provincial de Agricultura y Desarrollo Sostenible «errores y excesos» que se están cometiendo al limpiar, desinfectar y desinsectar las playas para los turistas de la temporada estival.
A la tercera va la vencida
No es la primera vez que los defensores del medio ambiente hacen un llamado de alerta ante lo desproporcionado y perjudicial para los ecosistemas que pueden resultar el uso de desinfectantes en la limpieza de las playas. Hace un mes la desinfección de playas en Zahara de los Atunes afectó una zona de nidificación de parejas de chortilejos patinegros.
Agustín Conejo, presidente de Zahara de los Atunes, señaló que la tarea de desinfección en la CA se había hecho con la mejor intención: la de proteger a los niños y sus padres, mientras visitaban las playas. Admitió que se tomó una medida equivocada. https://t.co/ofgsZK04qr pic.twitter.com/sRAH53BTKX
— Cambio16 (@Cambio16) May 1, 2020
Luego, apenas hace una semana, Ecologistas en Acción volvía a la carga contra el Decreto Ley 13/2020 de la comunidad autónoma de Andalucía que instaba a la desinfección de playas.
La coalición medioambiental GENA-EeA señala que ha conocido la intención de varios alcaldes del municipio del litoral sobre estos planes de limpieza y desinfección.
Alertan sobre algunos municipios como Torrox y Rincón de la Victoria que como medida de desinfección están empleando nebulizadores para fumigar calles, vehículos, mobiliario urbano y hasta los arenales playeros. He aquí el foco de la preocupación y advertencia. Pues en las playas las condiciones son completamente inhóspitas para el virus SARS-CoV-2. La combinación de sequedad, altas temperaturas, radiaciones ultravioletas, la atmósfera y los baños salinos son factores eficaces para la inactivación de posibles focos de la COVID-19 que alguien infectado pueda dejar en los arenales playeros.
Es comprensible el ánimo de garantizar la seguridad e higiene en las playas ante la constante amenaza del virus, pero lo que se aconseja desinfectar y limpiar son las superficies comunes como: manillares, pasamanos, mobiliario urbano, etc.
Desinfección de calles, no de playas
La desinfección de playas no se puede abordar como se desinfectan las calles. No solo es inútil, sino que el producto que se está utilizando para la asepsia es Biodyozon, un biocida compuesto por cuatro elementos: ácido hipocloroso, hipoclorito, ozono y peróxido de hidrógeno.
El Byodyozon no aparece en el registro oficial de biocidas ni está demostrado que tenga algún efecto eficaz contra el virus que produce la COVID-19. Usar el Biodyozon significaría incurrir en una ilegalidad. La aplicación de un producto químico sobre el medio ambiente requiere de estudios que confirmen que no representa un peligro para la salud humana.
Solo el ozono -uno de sus componentes- en cantidades superiores a los los 240 µg/m3 reduce considerablemente la función pulmonar, inflama las vías respiratorias, exacerba el asma, además de favorecer las infecciones respiratorias. La COVID-19 se trata, precisamente, de una infección que ataca las vías respiratorias.
Para Ecologistas en Acción resulta “inadmisible” que las autoridades, tanto locales como autonómicas, den luz verde para desinfectar las playas. https://t.co/SyxomgFpCk pic.twitter.com/qYAJpq5w6b
— Cambio16 (@Cambio16) May 25, 2020
Falsa seguridad
GENA-EeA también señala que para desinfectar los espacios con nebulizadores se utilizan grandes camiones que pueden generar una sensación de falsa seguridad en la población. La consecuencia sería la relajación de las medidas de higiene y seguridad que sí resultan efectivas para la prevención de la COVID-19: higiene de manos, mascarillas y distanciamiento social.
De hecho, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en el Informe sobre la transmisión del SARS-CoV-2 en playas y piscinas señala que la vía principal de contagio del virus en estos lugares son las secreciones respiratorias que generan la tos, el estornudo y el contacto persona a persona: «En actividades recreativas, la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño es muy poco probable. Sin embargo, estas actividades generalmente implican una pérdida de las medidas recomendadas de distanciamiento social».
Las organizaciones medioambientales también advierten sobre las labores de desinsectación. Una medida preventiva contra el mosquito tigre, que transmite chikunguya, dengue y Zika. Alertan que en la playa canina de Torrox las labores de desinsectación se están extendiendo al cordón dunar. Además, están aplicando insecticidas que no solo afectarían al mosquito tigre -si es que este llegara a aparecer por estos paraje- sino que impactan la vida de invertebrados, como insectos no parásitos, que son especies raras y únicas de estos ecosistemas.
La desinfección de playas puede tener resultados catastróficos para los hábitats naturales y la biodiversidad. Recuerda la coalición GENA-EeA que los arenales de playa son prioridad para la Unión Europea por la biodiversidad que albergan.
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