Molly McCluskey / The Revelator
Siendo niña, mi madre me decía que dejara de jugar afuera y volviera a casa cuando viera la primera luciérnaga del crepúsculo. Durante muchos años creí lo que creen la mayoría de los niños: que cuando oscurece, se acaba la diversión. No fue hasta que hice una pasantía en la Asociación de Estudiantes para la Conservación en el Parque Nacional Arches, hace muchas lunas, que comencé a explorar el cielo nocturno y los secretos que encierra.
La Dra. Wan Faridah Akmal Jusoh tuvo una experiencia similar. La científica conservacionista malasia contó en una charla en TED Women en Atlanta, Georgia, el otoño pasado, que ella y sus hermanos crecieron en una “comunidad supersticiosa y conservadora”. Siempre les decían que regresaran a casa al atardecer. “Esta regla hacía que la noche me pareciera misteriosa. Pasé mis años escolares admirando la oscuridad, pero nunca me decidí a explorarla realmente”, dijo en la conferencia, donde nos conocimos.
Cuando era una joven científica, su relación con la oscuridad empezó a cambiar. Una noche, mientras navegaba en barco por un estuario de manglares, la rodearon miles de luciérnagas que parpadeaban al unísono. “Ese momento nunca lo olvidaré, fue cuando me enamoré oficialmente de las kelip-kelip”, el nombre local de las luciérnagas.
Para conservar las luciérnagas
Jusoh es profesora titular de biodiversidad y conservación en la Universidad de Monash, en Malasia. Se ha dedicado a la investigación y conservación de las luciérnagas. Es coautora de un artículo reciente que describe las amenazas que enfrentan las luciérnagas y las estrategias de conservación. Otra área de investigación de Jusoh se centra en el género Pteroptyx, también conocido como luciérnagas congregadas. Al igual que los insectos que vio aquella fatídica noche, los Pteroptyx se reúnen en grandes enjambres en árboles y arbustos a lo largo de los ríos de marea en los manglares y emiten sus luces en una sincronía casi perfecta. Por estas exhibiciones, la UICN las considera «especies emblemáticas».
Pero estos iconos también están en peligro. El mes pasado, apenas unos días antes del Día Mundial de la Luciérnaga, el 6 de julio, el Grupo de Especialistas en Luciérnagas de la UICN anunció que cuatro especies congregacionales —la luciérnaga de la Comtesse ( Pteroptyx bearni ), la luciérnaga de alas dobladas sincrónicas ( P. malaccae ), la luciérnaga de destellos perfectamente sincrónicos ( P. tener ) y la luciérnaga de alas dobladas no sincrónicas ( P. valida )— han sido evaluadas como vulnerables a la extinción, un nivel por encima de las especies en peligro.
El riesgo de extinción de la mayoría de las especies de luciérnagas aún no se ha evaluado, algo que el Grupo de Especialistas se dispone abordar.
Equilibran el ecosistema
Se conocen más de 2.200 especies de luciérnagas. Viven en todos los continentes, excepto en la Antártida, y cada tipo sirve como indicador de su hábitat. ¿Por qué es importante?
Las luciérnagas son muy importantes para equilibrar el ecosistema. Hay otros insectos que desempeñan un papel similar, pero si nos fijamos en las luciérnagas, su etapa de vida tiene un papel diferente. Cuando hablamos de larvas de luciérnagas, también hablamos de mantener un buen hábitat para sus presas. Por ejemplo, hablamos de larvas de luciérnagas que se alimentan de caracoles. Los caracoles requieren una buena calidad del agua. Cuando no hay una buena calidad del agua, la población de caracoles disminuirá y la población de luciérnagas también disminuirá.
También me gusta hablar de luciérnagas específicas, por ejemplo, la luciérnaga acuática. No tenemos muchas, y no en todo el mundo, pero hay luciérnagas acuáticas que pueden nadar. Necesitan agua de alta calidad para vivir en el agua. No se trata solo de luciérnagas. Cuando se eliminan las luciérnagas del ecosistema, se perturban la cadena alimentaria.
Apagar la luces que no utilizamos
Que podemos hacer los que no somos científicos para ayudar a fomentar hábitats saludables para que una amplia gama de especies de luciérnagas pueda prosperar?
Puede parecer gracioso, pero como grupo de investigadores de luciérnagas decimos que lo primero y más sencillo que podemos hacer es apagar las luces cuando no las usemos. Es algo fácil de hacer. Las luciérnagas se comunican entre sí mediante señales. Si la luz que utilizamos es demasiado intensa, se reduce la cantidad de luciérnagas. Se interrumpió su comunicación y pierden los alertas esenciales de subsistencia. La concienciación y la educación son muy importantes. Hay que difundir más ciencia ciudadana. Quizás sea un proceso bastante lento y no veamos el retorno del esfuerzo, pero a largo plazo, crea guardianes. Cuanto más conozcan las personas de las luciérnagas más atentos estarán en protegerlas.
Has dicho que cuando viste por primera vez el baile del kelip-kelip fue un momento de asombro y emoción. Y ese momento ha dado origen a toda la obra de tu vida. ¿Como las personas pueden experimentar esas maravillas en la naturaleza?
Realmente depende de cuánto estés dispuesto a abrirte a la curiosidad y a nuevas experiencias. Si te gusta la naturaleza, probablemente te atraerá fácilmente ese tipo de misterio. El mensaje puede ser muy poderoso y mirándolas siempre tienes ese momento mágico. Es una gran fortaleza de las luciérnagas.
Cuando niña, la noche le resultaba misteriosa, algo que comparten los niños de todo el mundo: el asombro ante la oscuridad.
A la gente le preocupa la seguridad. Temen que los niños salgan por la noche, y tiene sentido. Luego, cuando creces y puedes salir, te parece peligroso. Hay muchas capas de dudas sobre salir y explorar, pero siempre hay formas de hacerlo. Tenemos muchas oportunidades de salir a explorar una zona de ecoturismo. Si aún no estamos seguros, y sobre todo si tenemos ese miedo a la noche, podemos ir con nuestra familia, pedirle a nuestros amigos que vengan. Cuantos más seamos, mejor.